Cebrián reivindica una PAC mediterránea que vuelva a conectar a profesionales y jóvenes con el sector agrario
“Necesitamos una PAC mediterránea, para profesionales y jóvenes, que tenga en cuenta la innovación y que vuelva a conectar con el sector agrario”. Es la conclusión planteada por la consellera Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural en la conferencia Construyendo la PAC del futuro 2020, celebrada este lunes y martes en Madrid con la participación de todas las comunidades autónomas y el comisario europeo Phil Hogan.
Cebrián, que ha llegado a la conferencia con un documento respaldado por las organizaciones agrarias y el Pleno del Consell, ha transmitido la convicción desde la Comunitat Valenciana de que la Política Agrícola Europea (PAC) necesita “una reforma, no solo una revisión”. De partida, ha defendido un significado apoyo público presupuestario a una política que contribuye al desarrollo rural y, en consecuencia, a un desarrollo territorial equilibrado y sostenible, que debe contribuir además a cambiar un modelo productivo adaptado a los retos presentes y futuros. Especialmente al mayor de ellos, el del cambio climático.
En esa dirección, ha manifestado un acuerdo sobre la continuidad del primer pilar de la PAC, pero revisando a fondo los pagos directos, en la que se plantee “quién y cómo se reciben” y se desvinculen de referencias históricas. Respecto al segundo pilar, ha abogado por potenciarlo y reforzarlo para mejorar y modernizar las estructuras de producción, la diversificación económica de las economías rurales y la protección de los espacios naturales que se solapan en buena medida con zonas agrarias.
La consellera ha abogado por la simplificación de los conceptos y modelos de gestión administrativa de la PAC, “que no se pueden ir cambiando cada cierto tiempo”, para evitar la desafección de los agricultores en este aspecto.
Tres retos fundamentales
Elena Cebrián ha planteado en la conferencia de Madrid tres retos fundamentales de la PAC y ha apuntado medidas para afrontarlos. En primer lugar, la volatilidad de los mercados, que requiere ir hacia sistemas de aseguramiento de rentas y de mercados cuando sean necesarios y en todos los sectores; mejores mecanismos de prevención y gestión de crisis, y facilitar la concentración de la oferta a través de las organizaciones de productores e interprofesionales, proponiendo un pago asociado específico para ello.
En segundo lugar, una producción agraria respetuosa con el medio ambiente, mediante una normativa que sea compatible con los cultivos mediterráneos; el fomento de las medidas agroambientales con objetivos fácilmente cuantificables; el apoyo a las zonas con limitaciones naturales, así como medidas de mitigación y adaptación al cambio climático y nuevas medidas de gestión de riesgos.
En tercer lugar, llegar al reequilibrio en la cadena agroalimentaria, con medidas orientadas a dos objetivos claros: reforzar la posición negociadora de los agricultores y evitar abusos y malas prácticas.
Junto a ello, Elena Cebrián ha incidido en la apuesta por una serie de políticas transversales que, por un lado, fomenten el relevo generacional, manteniendo y mejorando las ayudas a la instalación de jóvenes, teniendo en cuenta la necesidad de formación, acceso a la tierra, capacidad de inversión y canales de comercialización, y asociadas a otras políticas de infraestructuras y servicios básicos. Por otro lado, políticas de defensa de la calidad y seguridad agroalimentaria y la reciprocidad en los mercados exteriores.
Y, por último, políticas relacionadas con la reciprocidad respecto a los mercados exteriores. Cebrián ha subrayado la importancia desde una perspectiva valenciana de la reciprocidad en las exigencias sobre condiciones laborales, fitosanitarias, ambientales y de bienestar animal, exigiendo desde la PAC a la politica exterior europea que los acuerdos con terceros países vayan precedidos de un estudio de impacto y de las medidas de salvaguarda necesarias en su caso.