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Juan Cruz, secretario general CCOO-PV: “Hay que reestructurar el sistema productivo valenciano sin caer en la disyuntiva entre industria o turismo, deben ser compatibles”

Juan Cruz, secretario general de CCOO-PV.

Miguel Giménez

València —

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El pasado 4 de febrero se conocía que la Conselleria de Sanidad había abierto una investigación para esclarecer si Arturo León, entonces secretario general de CCOO-PV, había recibido de forma irregular la vacuna contra el coronavirus después de reincorporarse a su puesto en el Hospital General de Alicante, donde tiene plaza como técnico de riesgos laborales. León tomaba la decisión de renunciar al cargo, a pesar de defender que no se había “colado” en el proceso de vacunación, y el día 11, apenas una semana después, Juan Cruz era elegido por sus compañeros para dirigir el sindicato hasta el congreso confederal que se celebrará el próximo mes de julio. Cruz, nacido en 1957 en la localidad gaditana de Tarifa, es diplomado en Relaciones Laborales por la Universidad de Alicante, es educador de personas con diversidad funcional de profesión y, hasta hace unos días, ocupaba el cargo de secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía del sindicato. Recibe a elDiario.es en la sede de la plaza de Nápoles y Sicilia, en València, en un hueco entre las diferentes reuniones que está manteniendo con el presidente Puig y los vicepresidentes Oltra y Dalmau.

La primera pregunta debe ser sobre su predecesor, Arturo León, y toda la polémica que se ha generado en torno a su vacunación. ¿Qué opinión le merece?

Tanto a nivel colectivo, en el sindicato, como yo a nivel personal pensamos que Arturo actuó correctamente y que en ningún momento pensó que hubiera nada que se pudiera cuestionar. A él le llaman del departamento de salud de Alicante y, teniendo la intención de reincorporarse, aunque fuera de manera parcial, decide reincorporarse. Seguramente ahora, a toro pasado, faltó estudiar mejor este tipo de situaciones que eran novedosas y tal vez se hubiera tenido que actuar de otro modo.

¿Y la decisión de abandonar la dirección de CCOO-PV?

Una vez que salta la noticia, Arturo reflexiona mucho. Hablamos mucho, porque nos conocemos desde hace muchos años y nos tenemos mucha confianza, y yo le planteo que no tenía que dimitir, que sí que debía anunciar que no se presentaba a la reelección en el próximo congreso para eliminar tensiones internas y externas. Sin embargo, me llama el domingo por la mañana para decirme que va a dimitir, porque le está salpicando a su familia, y me pide que dé yo el paso para relevarle si así se aprueba.

¿Y decide dar el paso de asumir ese relevo?

Se decide presentar una única candidatura y se acuerda que yo puedo dar el perfil, porque soy una persona de cierta edad, conozco la organización, porque llevo muchos años, no tengo proyección de futuro, y se considera que soy la persona adecuada para este tránsito de cuatro meses. Y así se aprueba, en una apuesta colectiva de pasar página mirando al futuro, agradeciendo a Arturo el trabajo realizado en estos casi cuatro años.

¿Se hubiera vacunado usted?

Lo he dicho siempre, trabajo en servicios sociales y puedo ser requerido en cualquier momento. Si pienso en las primeras semanas de enero y me llaman desde el departamento de salud, siguiendo el protocolo escrupulosamente, yo seguramente me hubiera vacunado. A toro pasado, en absoluto, ni para la gripe. Pero en aquel momento no había estallado todo el tema de los alcaldes y no había esa onda expansiva que se ha producido después.

¿Es comparable la vacunación de Arturo León con la de otros personajes públicos?

A nosotros no nos parece correcto en absoluto que se meta en el mismo paquete la situación de Arturo, que para nosotros no tiene nada que ver, con la de determinados cargos políticos, de diferentes colores, que esos sí que se han colado porque no estaban en los listados, por los motivos que fuera. Como tampoco estaba el obispo de Orihuela, el fiscal de Castelló... No tiene nada que ver.

¿Qué piensa de lo que sucede en otros sindicatos ante situaciones parecidas?

Cada organización es muy libre de actuar como considere, pero nosotros ponemos en valor lo que hemos hecho y estamos muy satisfechos de la rapidez con la que se ha actuado para resolver una situación muy complicada en un contexto social también muy complicado. Allá cada cual con su manera de actuar. No quiero decir que tenga que dimitir todo el mundo, pero creo que hemos dado un ejemplo en Comisiones Obreras que tal vez en otras organizaciones se lo podrían hacer mirar.

Ya en clave sindical, ¿cuál es el objetivo que te plantea para estos cuatro meses de mandato?

En clave externa, seguir impulsando el diálogo social, que es algo fundamental. Esta semana hemos estado con el president, con la vicepresidenta... No puede haber una ruptura porque haya cambiado la cabeza visible del sindicato. Se está trabajando muy bien todo lo que tiene que ver con el diálogo social en un momento muy complicado en el que nos estamos jugando mucho. No solo se trata de reforzar las medidas que se han ido aprobando de carácter coyuntural para ayudar a las empresas, a las personas autónomas, a los colectivos que en estos momentos lo están pasando peor a causa de la pandemia. Todo eso está muy bien, pero tenemos que seguir impulsando aquellos los acuerdos alcanzados con la Generalitat por los agentes sociales, político en las Corts o en el ámbito de la administración local, que tienen medidas de carácter estructural para modificar el sistema productivo valenciano en aquello que deba ser modificado. Esos tres acuerdos, que todos ellos tienen líneas paralelas con los criterios y objetivos y distintas propuestas (más de trescientas), hay que desarrollarlos, y eso no se hace con los presupuestos de un año. Se deben implementar anualmente, priorizando de manera consensuada las medidas a desarrollar. Ese tipo de medidas van a permitir mejorar el sistema productivo valenciano.

¿Y a partir del congreso de julio?

La línea está perfectamente marcada en la hoja de ruta. No estamos hablando de algo que tenga un espacio temporal limitado.

Con la pandemia ha quedado evidenciada la precariedad del mercado laboral

Desde que comenzó la pandemia, lo primero que hicimos fue tejer un escudo social, que hemos negociado y prorrogado con el Gobierno y la patronal. Eso era lo urgente para proteger a quienes peor lo estaban pasando, lo que nos permite evitar que los ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) se conviertan en ERE (expediente de regulación de empleo), que sería una situación bastante más complicada. En la Comunitat Valenciana estamos hablando de 523.000 personas en ERTE y 80.000 expedientes, y prácticamente el 70% corresponden a empresas de menos de 50 trabajadores, lo que nos da una radiografía de dónde está repercutiendo principalmente la pandemia. Afecta mucho al sector servicios, no olvidemos que el 15% del PIB valenciano proviene del turismo, que está muy ligado a los servicios (hostelería, restauración, ocio nocturno...), y eso hay que cuidarlo mucho. Si en estos momentos se hunde ese 15% tenemos que cerrar la Comunitat Valenciana.

Pero hace falta una reestructuración del tejido productivo valenciano

Hay que hacer medidas de carácter estructural a largo plazo, pero lo que no cabe es cambiarlo absolutamente todo y ahora va a ser todo industria. Hay que hacer compatible la reindustrialización, donde corresponda, en sectores en los que podamos ser realmente competitivos, con un sector tan importantísimo que tenemos como es el turismo, con modificaciones y mejorándolo, pero no podemos caer en la disyuntiva de elegir uno u otro. Hay que hacerlo compatible todo, igual que el transporte de mercancías. Reformas sí, pero reforzando los valores que tenemos.

¿Cómo valora las políticas en materia económica del Consell para paliar los efectos de la COVID-19?

Ha habido aportaciones importantes pero no son suficientes, porque estamos focalizando en algunos sectores cuando en la cola hay otros que también necesitan ayudas, que lo están pasando muy mal y lo van a pasar todavía peor. Las ayudas están bien encaminadas para lo que es urgente, pero nos hubiera gustado que la dotación económica fuera mayor. También somos conscientes de la capacidad de la Generalitat Valenciana, y entendemos que se está haciendo un esfuerzo importante.

¿Y la gestión de la pandemia?

Ahí puede haber para todos los gustos. Todo siempre se puede hacer mejor, pero valoramos mucho el esfuerzo que están haciendo las personas, empezando por los responsables políticos y hasta el último trabajador. Están en primera línea y desde el punto de vista personal también están haciendo un esfuerzo muy importante, que también ponemos en valor. Creemos que la coordinación entre los diferentes departamentos de salud, por ejemplo, podría ser mejor. Esa asimetría que está habiendo, por ejemplo en la vacunación, se podría haber resuelto. Hay departamentos, como Alicante, en los que prácticamente todas las personas de los grupos 1 y 2 están ya vacunados mientras en otros departamentos están prácticamente empezando. Ahí está habiendo problemas.

¿Qué le parecen las medidas que ha venido tomando el Gobierno valenciano para hacer frente a la pandemia?

Como organización sindical y respecto a las restricciones, nosotros en algunos momentos todavía hubiéramos apretado más. De hecho, lo hemos dicho, que habría que haber tomado medidas más restrictivas en las semanas más duras. Ahora parece ser que a partir del 1 de marzo se va abrir un poco la mano con la hostelería y se lo trasladamos al president. Podemos entenderlo, pero con mucha cautela, porque estamos a las puertas de una posible cuarta ola, y después vendrá una quinta y una sexta. Comprendemos que la hostelería está muy mal, pero sin salud no hay economía. Hay que conjugar una cosa con la otra con mucha cautela para no volver a repetir este círculo vicioso. Dentro de poco empezaremos a hablar de salvar el verano y volveremos a la misma situación, y el problema es que a esto no se le ve final. Esperemos que con las vacunas, cuando puedan llegar en número suficiente, se pueda ver la luz.

Como profesional del sector, ¿cómo valora la gestión del coronavirus en las residencias?

Nos gusta pedir los datos porque son situaciones distintas. Lo digo como defensa de lo público. Es diferente lo que está sucediendo en las residencias públicas que en las privadas. No cuestiono que haya residencias privadas, pero es en estas donde más ha golpeado la pandemia. Habría que hacer una reflexión al respecto: ¿Por qué ha incidido más en unas que en otras, cuando en teoría todas tienen que tener los mismos profesionales y la misma capacidad de dar una respuesta? Pero hemos visto que no ha sido así. Lo que es evidente es que es muy difícil cerrarlo absolutamente todo en el ámbito de las residencias, que es donde reside el colectivo más vulnerable.

Para acabar, la financiación autonómica. ¿Cómo lo ve? ¿Cree que tendremos nuevo modelo de financiación en 2021? ¿Ha perdido fuerza la reivindicación desde el Consell?

En 2018 hicimos las grandes movilizaciones y hubo una puerta que se abrió. Pero en 2020, con la pandemia se paralizó todo, que se convirtió en la prioridad para los gobiernos estatal y autonómico. Lo que es cierto es que hay que retomar este tema, porque necesitamos los recursos que nos corresponden para poder atender correctamente la pandemia y tomar medidas de carácter estructural. Hay que volver a poner este tema sobre la mesa. Pedimos que empiece la negociación, pero personalmente no creo que llegue a concretarse este año, ya que es un tema complicado, con muchas aristas y con cada comunidad autónoma defendiendo sus intereses en el criterio de reparto. Lo que debemos reconocer es que, sin haber resuelto el problema, los fondos que nos están llegando vía FLA (Fondo de Liquidez Autonómico) están cubriendo en la práctica esas partidas que son necesarias. Se está compensando. Y en cuanto a la fuerza política de las reivindicaciones, no creo que se haya perdido fuerza por el cambio de Gobierno en Madrid. Simplemente, creo que ahora mismo hay otras prioridades.

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