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La justicia sueca reclama por sustracción de menores a una mujer acogida por violencia machista en la Comunitat Valenciana

Manifestación feminista en Barcelona.

Laura Martínez

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“Si cojo ese avión... No sé si me dispararán en suelo sueco o si incluso voy a sobrevivir”. C., una joven sueca víctima de violencia machista tendrá que abandonar España este jueves con una orden policial a raíz de una denuncia interpuesta por su agresor. El centro de protección para víctimas de violencia machista en el que reside ha recibido una orden policial para que sea trasladada a su país de origen a declarar en un procedimiento de sustracción de menores interpuesto por el varón –padre de uno de sus hijos– del que tiene una orden de protección. El traslado obliga a la joven a coger un vuelo este jueves de madrugada con uno de sus hijos, de cinco años de edad, y custodia policial para comparecer ante la autoridad judicial del país escandinavo.

C., una mujer de 27 años y madre de cuatro niños, se ha visto inmersa en una espiral de violencia en los últimos seis años. La joven sufrió una agresión sexual y malos tratos reiterados en Suecia en 2015 por parte de un hombre y abandonó el país con una “identidad protegida”, según explica su entorno, y dos hijos menores de edad, uno de ellos del hombre que la agredió de forma reiterada y que en los últimos meses ha reclamado. En 2017 la joven llega a un municipio de la Comunitat Valenciana, donde inicia una nueva relación con un varón de nacionalidad macedonia, R., con el que tiene otros dos hijos y que finaliza dos años después, en la primavera de 2021.

Según la denuncia de la joven, decide finalizar la relación conyugal con este varón al enterarse de que está casado y con varios hijos en su país de origen, lo que da lugar a nuevos episodios de violencia que denuncia en la Guardia Civil. La justicia española establece medidas cautelares y C. entra en abril de 2021 en el programa de protección Viogen, trasladada a un centro de acogida para ella y sus cuatro hijos en un municipio valenciano. Entre las medidas cautelares el juzgado dicta una orden de alejamiento de R. respecto a la joven en febrero, que le impide acercarse a ella a menos de 300 metros y comunicarse a través de cualquier vía. Los informes de evaluación de los servicios de protección indican que los menores “han estado expuestos a violencia en distintas formas” siendo “testigos presenciales de situaciones de maltrato” hacia su madre, con “explosiones de violencia” por parte del varón y señalan que la madre muestra “mucha afectación” por las consecuencias de la violencia en sus hijos. Los informes detectan una situación de “especial vulnerabilidad” de los menores.

Meses después de su acogida, el centro en el que se le presta apoyo y tutela ha recibido una orden de la Unidad de Cooperación Policial Internacional –el denominado Sirene– para su “entrega en libertad” a Suecia “con reclamación en ese país por un delito de sustracción de menores”, que obliga a la joven y a su primer hijo a volver a suelo sueco a comparecer por una denuncia reciente. La escolta del país escandinavo se hará cargo de la misma y del menor, indica la comunicación consultada por este diario, que subraya que “la autoridad judicial no tiene previsto acordar sobre la misma ninguna medida cautelar de carácter personal”.

La joven y su entorno en el municipio valenciano en el que reside reclaman a las autoridades españolas que prioricen su protección como víctima de violencia machista y han lanzado una petición de ayuda para evitar que el menor quede en manos de su agresor y su separación de sus otros tres hermanos. La joven apenas tiene red de apoyo en el municipio valenciano en el que reside, aunque sí ciertas personas que ejercen de soporte. Según expresa su entorno, C. teme la separación de sus hijos –el más pequeño, de cuatro meses, viajará con ella– y la reacción de su maltratador, que conoce el vuelo de regreso. “El padre de su primer hijo, que la violaba desde 2015, la acusa de secuestro”, reiteran personas próximas a la mujer, que temen por su seguridad. “En España se siente protegida y en Suecia totalmente desprotegida”, sentencian, alegando complicidad entre ambos agresores. Por el momento, dos menores quedarán bajo tutela del centro en el que reside.

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