“Llevo cinco meses sin poder salir de casa porque mi edificio no es accesible”
“Tomo el sol en la ventana de mi habitación, bebo infusiones y veo muchas series y películas para matar el tiempo y no perder la cabeza ya que llevo cinco meses sin poder salir de casa porque el edificio donde vivo no es accesible”.
Este es el testimonio de Pablo Cervera, un valenciano de 32 años que padece ataxia de Friedreich, una enfermedad neurodegenerativa que desde los 18 años le dejó postrado en una silla de ruedas.
Pablo vive en casa de su madre, un tercer piso en un edificio del barrio de Vara De quart (Valencia) en cuyo ascensor no cabe con la silla de ruedas y que además no cuenta con ningún tipo de rampa o plataforma elevadora para salvar las escaleras que hay nada más entrar al patio.
Según comenta, tuvo que regresar al hogar familiar en junio del año pasado después de pasar por un piso adaptado ubicado en un bajo y por una residencia: “Desde entonces solo pude salir a la calle una vez en agosto gracias a la ayuda de mi madre, que también está delicada de salud, de mi hermana y de otra persona que se prestó a echarnos a una mano”.
Según explica, cuando en el año 2008 su enfermedad empezó a acentuarse y comenzaba a tener problemas para valerse por sí mismo, plantearon a la comunidad de vecinos la necesidad de ejecutar obras de accesibilidad. Sin embargo, la mayoría de los residentes se negaron, lo que obligaba a Pablo a asumir “todo el gasto de las obras, más el mantenimiento, algo totalmente inviable”, comenta.
Ante esta situación, está pendiente de conseguir alquilar otra vivienda en un bajo, aunque al menos hasta el mes de abril le será imposible conseguirla y, por tanto, hasta entonces seguirá encerrado, prisionero en su propia casa.
Al respecto, desde Concemfe han exigido una reforma de la Ley de Propiedad Horizontal para evitar que situaciones de este tipo se eternicen. Actualmente, las obras de accesibilidad son obligadas para la comunidad si una persona con movilidad reducida las solicita, siempre y cuando el coste total del proyecto no supere la suma de 12 mensualidades de los gastos comunes.
Si el coste de las obras supera el de esas 12 mesualidades, algo que suele ser habitual, seguirán siendo obligatorias si el solicitante paga la diferencia. De lo contrario, el acuerdo se tomará si existe el voto favorable de la mayoría.
Ayudas para obras de accesibilidad
El caso de Pablo no es aislado. De hecho, según la Conselleria de Vivienda la Comunitat Valenciana cuenta con unas 500.000 viviendas de tres plantas o más sin ascensor. En este sentido, desde el departamento han recordado que durante este primer trimestre del año se publicarán las ayudas del Plan Estatal del Vivienda dotado con 12,1 millones de euros.
Así, en obras de accesibilidad, la subvención será de hasta 4.000 euros y si se trata de edificios BIC o edificios catalogados, la subvención se puede incrementar en un 10%.
una enfermedad neurodegenerativa que a los 18 años le dejó unido para siempre a una silla de ruedas