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166.000 nuevos votantes: los jóvenes valencianos, escépticos y sin el voto decidido

Dos jóvenes en un centro de Formación Profesional en la Comunitat Valenciana.

Miguel Giménez

València —

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Un total de 3.606.314 valencianos están llamados a las urnas el próximo 28 de mayo en la Comunitat Valenciana -a quienes hay que añadir los 125.664 votantes valencianos residentes en el extranjero, que hacen una cifra total de 3.731.958 personas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)-. De ellos, 166.230 son nuevos votantes, que se incorporan al censo electoral el próximo día 28 (en el conjunto de España, esta cifra alcanza los 1,7 millones de jóvenes). Al tener entre 18 y 22 años, podrán ejercer por primera vez su derecho al voto. Este colectivo representa, aproximadamente, el 4,5% de quienes elegirán, tanto a los alcaldes como al próximo president de la Generalitat.

Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), apenas un 60% de los jóvenes afirma que irá a votar seguro y un tercio de estos votantes todavía no tiene decidido su voto, un porcentaje que se sitúa en alrededor del 20% del total de las personas consultadas. En cuanto a las principales preocupaciones de los votantes de entre 18 y 25 años, estas se centran en temas como la educación, la vivienda o el funcionamiento de los servicios públicos.

Un colectivo muy heterogéneo

“Yo reconozco que soy muy friqui y me pienso leer todos los programas electorales antes del 28 de mayo, aunque tengo muy claro que mi voto, tanto en las municipales como en las autonómicas, va a ir para un partido de izquierdas, pero todavía no he decidido a cuál, PSPV, Compromís o Unides Podem”, explica María, estudiante de Psicología de 22 años, a elDiario.es: “Sé que no es lo habitual, porque la mayoría de mis amigos todavía no tiene claro qué va a hacer, si ir a votar o no ni a quién hacerlo”.

Sonia, de 18 años y estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública, explica: “No sólo tengo claro a quién voy a votar (al Partido Popular), sino que además formo parte de la candidatura municipal del PP en mi ciudad”. “Creo que el voto es muy importante en democracia, y cuanta más gente vaya a votar, más democracia habrá”, sostiene.

El caso de María, como ella misma reconoce, no es nada habitual, como tampoco lo es el de Sonia. La mayoría de los jóvenes entrevistados por elDiario.es reconocen que sí que acudirán a las urnas el 28M, pero aseguran que no tienen nada claro el sentido de su voto. Pablo (21 años) y Juan (20 años), que estudian Ingeniería Industrial, e Irene (21 años) y Paula (20 años), que cursan estudios de Magisterio, reconocen que sí que están interesados en la política -uno dice no tener una ideología definida, otro apunta estar más próximo a la derecha y las otras se definen de izquierdas- y van a acudir a las urnas a ejercer su derecho. Sin embargo, sostienen que no tienen decidido a quién votarán. Y es algo que pasa de forma generalizada, según apuntan, en su círculo de amistades.

Álex, de 18 años, estudia FP Superior de Diseño y Aplicaciones Web, y explica que en principio no tenía pensado ir a votar, “aunque me he informado y he ido a varios actos. Me gustan cosas de derechas y de izquierdas”. Sin embargo, considera: “Con 18 años no estamos preparados para decidir sobre determinadas cuestiones, somos muy jóvenes para tanta responsabilidad”. Sí que tiene pensado acudir a las urnas Fran (19 años), que estudia Mantenimiento y Electromecánica, “porque es obligatorio”, pero se muestra muy escéptico, por lo que votará “en blanco”. “No me creo lo que dicen, ni me interesa lo que vayan a hacer después de las elecciones”, apunta.

Lorena, de 20 años y que está haciendo cursillos, también va a votar, aunque tampoco dice tener decidido a quien, “no soy ni de derechas ni de izquierdas”.

Una tónica que se repite en todos estos jóvenes es el alto grado de desconocimiento de quienes se presentan a las elecciones (salvo algunas excepciones), más allá del president de la Generalitat, el candidato socialista Ximo Puig, o el alcalde o alcaldesa que se presenta a la reelección en sus localidades.

Alta desafección política

El voto de esas más de 166.000 personas, que ejercerán (o no) su derecho al sufragio el próximo 28M podría ser decisivo. Sin embargo, tal y como refleja el CIS, existe una alta desafección política entre los menores de 30 años, una situación que el politólogo Álex Comes califica de “preocupante”. El motivo es que “nadie ha tratado de buscar soluciones a los problemas reales y estructurales que tienen”, sostiene Comes, quien considera “lógico” este malestar generalizado, “y más, si comparas el trato que reciben los jóvenes en comparación con otros grupos de edad, a quienes se les 'cuida' mejor desde los diferentes gobiernos”.

Todas estas políticas -o más bien, esa falta de iniciativas- han generado un caldo de cultivo “relevante” que, en opinión del politólogo ha provocado que formaciones como la ultraderechista Vox hayan encontrado un caladero donde conseguir votos: “Antes, la insumisión política se relacionaba con ser de izquierdas; ahora parece que lo insumiso es votar a Vox. La rebeldía, el ir en contra del statu quo, ha cambiado de sesgo ideológico; antes era de izquierdas, ahora ya no”. Esto explicaría los resultados del CIS, que sitúan al partido de Santiago Abascal como favorito de los votantes primerizos. “Vox ha conseguido colar mensajes ideológicamente complejos a través de mensajes directos y utilizando herramientas muy populistas (como son las redes sociales)”, apunta Comes, quien reconoce que esa es la razón del éxito del partido de extrema derecha, que intenta cautivar a esos votantes: “La clave es fidelizarlos después”.

No obstante, incide en que el voto joven, tradicionalmente, no suele movilizarse mucho, “y la tendencia no hace pensar que vaya a pasar lo contrario”. “Si hubiera una mayor movilización, probablemente se les tendría más en cuenta a la hora de implementar políticas públicas que tuvieran una mayor relación con sus principales problemáticas”. “De cara a las urnas, la gente mayor es más reacia al cambio, mientras que los jóvenes suelen ser más críticos con los gobiernos”, concluye.

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