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Baldoví y Errejón refuerzan los vínculos políticos de Compromís y Más País diseccionando Podemos

Errejón y Baldoví en un coloquio en el OCCC

Laura Martínez

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Compromís y Más País se sienten dos fuerzas hermanas. Dos “anomalías” en dos territorios difíciles para la izquierda, Madrid y Valencia, feudos tradicionales de la derecha, ahora ligadas por dos formaciones que irrumpen a la izquierda de la socialdemocracia, con rasgos ecologistas, similares a los partidos que van tomando fuerza en los países europeos.

Los vínculos entre ambas formaciones se han desplegado este jueves en Valencia, en un acto de Joan Baldoví e Íñigo Errejón. El diputado valenciano ha ejercido de anfitrión del madrileño, que acaba de publicar Con todo. De los años veloces al futuro, editado por Planeta, una suerte de memorias políticas que atrae a los simpatizantes ávidos de conocer cómo se fracturó Podemos y surgió Más País. El libro relata los inicios del partido y el auge y caída política de su principal rostro, Pablo Iglesias, un camino que Errejón transitó con él de la mano hasta la bifurcación definitiva.

Errejón describe su la relación con Podemos como una suerte de doctor Frankenstein: es su jovencito Prometeo, la criatura que él contribuyó a crear y casi termina matándole. Una creación política compuesta de pedacitos de otros, en la que una rama (la “camarilla”) termina por imponerse: “Van a lograr parasitar a Pablo hasta destruir al organismo”, apunta en el texto.

Pero en ese camino de reconstrucción se topó con un aliado. Errejón describe sus contactos con Compromís con cariño y admiración, a través de constantes alusiones personales a sus dirigentes, a quienes considera amigos antes que representantes institucionales. No es de extrañar que la plana mayor, con Enric Morera, Mónica Oltra, Mireia Mollá o Fran Ferri acudieran a la presentación y que la militancia de Compromís inundara la sala, escuchando con atención. Errejón reconoce a sus socios parlamentarios su capacidad de marcar agenda propia en la Comunitat Valenciana, de sacarla de los ciclos tradicionales -la alternancia PP y PSOE en los gobiernos-.

Coinciden en hablar de “las personas primero” o de “la fuerza de las pequeñas cosas”, así como en el encaje de las nacionalidades históricas en el Estado. “Hace falta disputar una españolidad diferente”, considera Errejón, que ve vínculos entre el patriotismo y la masculinidad, dos identidades que parecen necesitar una reafirmación constante, manifestarse contra algo, para poder existir. Una “inseguridad agresiva” que se manifiesta en celebraciones como la del pasado 12 de octubre. Sin embargo, disputar batallas sobre “el régimen del 78” carece de sentido estratégico, considera el parlamentario, haciendo referencia al discurso de Podemos. “Las luchas políticas te permiten ganar las batallas del futuro”, apunta.

Coinciden también en que la política debe dejar algo útil para la ciudadanía. Las reformas de izquierdas necesitan trastocar la correlación de fuerzas entre pueblo y élites, marca el dirigente de Más País. De lo contrario, “dejan de ser fuerzas transformadoras”. La pregunta que debería hacerse todo dirigente de izquierdas es “cómo dejaré la correlación de fuerzas cuando pierda las elecciones”, porque si la estructura no ha cambiado, si no hay mejoras en la vida de los ciudadanos, aparecen los monstruos.

El auge de la ultraderecha en España, que ya tiene representación parlamentaria, surge en las grietas que han dejado las izquierdas, pero también como reacción a tres fenómenos marcados en el calendario: el movimiento 11M (germen de Podemos), el 8M (la gran movilización feminista) y el 1-O (el referéndum unilateral por la independencia de Cataluña). Y para ponerle remedio se necesita crear relatos alternativos y mejoras materiales.

Al diputado al que gritaron “vete al médico” en el Congreso cuando puso de manifiesto los problemas de salud mental de la población le gusta hablar de la “épica de las pequeñas cosas” y de la “fragilidad” que ha hecho evidente la pandemia, instando a tejer una “alianza de la fragilidad”, de quienes han visto un planeta frágil, cuerpos frágiles y mentes frágiles, frente a los discursos de los cuerpos herculeos, la mente capaz de todo y el planeta de recursos infinitos-. “Los débiles necesitamos construir sociedad, construir Estado” y en esa asunción de la fragilidad y la lucha por construir una defensa considera que está su fortaleza.

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