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Otra semana trágica para el PP valenciano

Isabel Bonig y su antecesor en el PP, Alberto Fabra.

Voro Maroto

El PP no levanta cabeza en la Comunitat Valenciana. Tras la pérdida de gran parte de su poder tras los comicios municipales y autonómicos de mayo, las encuestas electorales y las valoraciones de los políticos demuestran que el liderazgo de Isabel Bonig está muy lejos de enderezar el rumbo del partido, desnortado tras 20 años de poder absoluto a nivel regional.

Los sondeos publicados estos días son demoledores con el PP. Uno señala que Ciudadanos habría superado en votos a los populares. Otro, que el partido que gobernó la Generalitat entre 1995 y 2015 perdería la mitad de sus votos en la próxima cita, las elecciones generales del 20 de diciembre. Un batacazo monumental.

“Es evidente que estamos muy tocados. Costará sangre, sudor y lágrimas impular al partido. Las bases están desmoralizadas y rearmarse tanto a nivel operativo como ideológico no será nada fácil”, dice un cargo de la dirección que quiere permanecer en el anonimato.

Otro miembro de la dirección popular no es tan negativo. “La situación no es producto sólo de los errores cometidos en la Comunitat Valenciana: la coyuntura estatal, por el peculiar estilo de Rajoy y el fiasco de Catalunya, cuentan. Y mucho. En resumen, creo que lo que nos pasa es habitual es un partido que tras lustros mandando pasa a la oposición. Sólo hay que mirar lo que le ocurrió al PSPV tras la derrota de 1995, aunque es verdad que ellos, entonces, no tenían el aliento de un Ciudadanos de izquierda en el cogote”.

Bonig: ni conocida ni valorada

Bonig, ungida por Madrid como nueva líder del partido, ni es conocida ni cuenta con el apoyo de los ciudadanos. Según un estudio publicado por Levante-EMV, es el referente político valenciano menos valorado (4,50 puntos sobre 10, menos incluso que Carolina Punset, de Ciudadanos) y casi el menos conocido. Apenas un 26% de los valencianos conoce su nombre. Sólo Antonio Montiel, secretario general de Podemos en la Comunitat Valenciana, está por debajo de ella (20%).

Ximo Puig, presidente de la Generalitat, y Mónica Oltra, vicepresidenta, aprueban con cierta holgura y casi triplican el grado de conocimiento de Bonig. La líder de Compromís, además, es uno de los políticos mejor valorados por los españoles, según el CIS. También Joan Ribó, el alcalde de Valencia. Su nota duplica la de Rita Barberá, su antecesora, un antiguo icono del PP ahora refugiado en el senado.

En ese contexto, los próximos meses pueden ser díficiles para Bonig. La comisión de investigación de las Corts Valencianes sobre el metro –donde todos los partidos trabajan en bloque excepto los populares- pondrá el foco sobre la gestión del PP del accidente, que causó 43 muertos en 2006. El expresidente, Francisco Camps, y Juan Cotino, entonces conseller, serán llamados a declarar.

Otra comisión parlamentaria, en este caso sobre financiación, también puede poner de relieve la responsabilidad del PP en la infrafinanciación valenciana. El PSOE pedirá la comparecencia de José María Aznar, Mariano Rajoy o Rodrigo Rato, en su condición de exministro de Economía, para visualizar el abandono de Madrid en la era popular. El PP quiere que José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente socialista, también acuda al parlamento valenciano. La comisión, en cualquier caso, se centrará en la falta de soluciones desde el gobierno central a los problemas económicos de la Generalitat. Y Rajoy lleva cuatro años en el gobierno. Más problemas para el PP valenciano.

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