Adiós al mito de la mala gestión de la izquierda: València aprueba su mayor presupuesto y reduce la deuda del PP de 1.000 a 297 millones

El Ayuntamiento de València dirigido por Compromís y el PSPV es el mejor ejemplo del falso mantra que repite insistentemente la derecha sobre la falta de diligencia en la gestión por parte de los gobiernos de izquierdas.

El Pleno del Ayuntamiento ha aprobado este jueves, en sesión ordinaria, el Presupuesto Municipal para 2022, que por primera vez en la historia superará los mil millones de euros y se situará en 1.010.878.200 euros, es decir, 96 millones más que en 2021, y cuyas claves serán “la recuperación económica y social de la ciudad después de la pandemia”, tal como ha subrayado el alcalde, Joan Ribó.

El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha resaltado el simbolismo de la cifra de mil millones del presupuesto municipal, “la misma cantidad –ha subrayado- en que el anterior gobierno del PP dejó la deuda del Ayuntamiento”. En concreto, la deuda del Ayuntamiento de València pasó de 977 millones en 2012 a 711 en 2015, último año del PP al frente del Consistorio. Desde año hasta septiembre del presente ejercicio el déficit ha bajado a 338 millones y para el ejercicio 2022 la previsión es que caiga a 297 millones de euros.

Los grupos de oposición han votado en contra de la propuesta por sus discrepancias con la política fiscal del equipo de Gobierno, entre otros aspectos. Tras su aprobación inicial por el Pleno, el proyecto presupuestario será sometido ahora a un proceso de exposición pública en el que la sociedad pueda plantear las enmiendas, sugerencias y propuestas que considere, de cara a su aprobación definitiva el próximo mes de diciembre.

Tal como ha subrayado el alcalde al inicio del debate, “estamos ante un presupuesto expansivo y el que más crece de los últimos años, un 10,5 %, con el objetivo de la reactivación económica de la València post-pandemia”. De hecho, la gestión municipal del próximo ejercicio estará directamente influida por las aportaciones de los Fondos Next Generation, un montante de 60 millones de euros, que se dedicarán, ha explicado el alcalde, a tres líneas de acciones: el impulso a la ciudad climáticamente neutra, la mejora de los mercados y zonas industriales turísticas, y la digitalización.

Sanjuán ha explicado el crecimiento de las cuentas municipales “porque aspiramos a que València tenga el mismo presupuesto per cápita que otras ciudades”, y ha recordado que en 2015, el presupuesto que cada ciudadano o ciudadana de València suponía el 66% del de una persona residente a Madrid, es decir 34% menos“. ”Y ahora hemos recortado esa distancia en 11 puntos“.

El debate plenario se ha saldado con el voto en contra de los grupos de la oposición. El concejal de Vox Vicente Montáñez ha acusado al equipo de Gobierno de “sectarismo ideológico”, y ha asegurado que la ciudad está “en su mayor momento de oscuridad política, económica y social”. El concejal ha criticado la política de seguridad, la política fiscal, y ha asegurado que, “en contra de las previsiones sobre las aportaciones Next Generation y transferencias Generalitat, la cruda realidad es que gran parte de los recursos van a salir de los bolsillos de los valencianos”. “València –ha afirmado- es la ciudad del paro, por la escasez de los recursos destinados a políticas de empleo y emprendimiento”, y por ello ha presentado una enmienda a la totalidad, que no ha sido respaldada por el Plenario.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, ha justificado su falta de apoyo al presupuesto también por razones de carácter fiscal, y ha defendido que “el dinero esté en los bolsillos del pequeño empresario y de las familias”; además, ha criticado las “subvenciones a entidades pancatalanistas, que este año se vuelven a repetir”, según sus propias palabras. Giner ha concluido señalando su postura contraria a “seguir aumentando la amortización de la deuda porque eso reduce la capacidad de ejecutar las inversiones” y ha presentado varias propuestas para ser incluidas en el proyecto presupuestario, como “la ampliación de los recursos habitacionales, el impulso a un Cheque para cuidadores en entornos familiares similar al Cheque escolar, y humanizar la digitalización”.

Finalmente, la portavoz del Grupo Popular, María José Catalá, ha expresado su rechazo a los Presupuestos del año que viene “por lo mismo que el año pasado: persiste la subida de impuestos un año más, con la prórroga de las ordenanzas fiscales, que –ha asegurado- no va acompañada de una mejor ejecución presupuestaria ni de una mejora de las políticas sociales”.

Según Catalá, “de cada 100 euros que se le cobra a una persona que desarrolla actividad económica en la ciudad, sólo se le ayuda con 13”, y ha denunciado que “de nuevo se mantienen las ayudas a los «amiguetes»”. Catalá ha calificado la propuesta económica del Equipo de Gobierno de “insensible, tramposa y sectaria”, y ha desgranado los principales problemas que, a su juicio, lastran la gestión municipal: “aumento de impuestos, bloqueo de licencias, inseguridad ciudadana, inversión paralizada y tasas crecientes de pobreza”.

Más actividad económica y más viviendas

El alcalde ha rechazado las afirmaciones de la oposición sobre el aumento de impuestos, y ha explicado que “hay un aumento previsto de los ingresos municipales derivados del ICIO, el IAE y las licencias por actividad económica”, ha explicado, “pero si alguien piensa que eso es debido al incremento fiscal se equivoca, ya que la razón es el aumento de actividad económica y el aumento de viviendas y, si no, que se visite Malilla, Moreras o Patraix, y se verá”, ha señalado. Ribó ha subrayado que “se mantienen congelados todos los impuestos, y en algunos casos, como el IBI e ICIO, incluso hay rebajas sustanciales, como las que ya se aplican desde abril por la instalación de placas fotovoltaicas”. De hecho, ha recordado Joan Ribó, “la ciudad de València se sitúa en la franja media-baja de presión fiscal respecto a otras capitales de provincia”.

El alcalde ha destacado el incremento de los recursos municipales para el año que viene derivado del “considerable aumento de entregas a cuentas del Estado, muy superior a las que habíamos estimado en principio, y de los 8,5 millones de euros de retorno del IVA que se había quedado el ministro Montoro; así como los 15,9 millones de transferencias de la Generalitat”. Y ha explicado que todo ello permitirá incrementar las partidas dedicadas al incremento de personal municipal (plantilla de Policía Local, personal en Licencias, en Innovación y Administración electrónica, nuevos contratos de jardinería…)

Y, en la misma línea, el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha rechazado “por inciertas” las afirmaciones de los grupos de oposición, y ha apuntado el incremento del 12% del presupuesto destinado a Servicios Sociales. Finalmente, Sanjuán ha asegurado que el proyecto de València para 2022 “dedica más recursos económicos por ciudadano que otros municipios”, y ha señalado el “incremento previsto para políticas activas de reactivación económica, que asciende a 64 millones de euros. Nunca se había gastado esto en nuestra ciudad”, ha concluido.

Biblioteca para la Malva-rosa

Antes del debate sobre Presupuestos, la Corporación ha aprobado definitivamente la modificación del PGOU para la asignación de usos de las parcelas dotacionales sitas en la calle Padre Antón Martín y la avenida de la Malvarrosa, un “acuerdo histórico”, en palabras de la vicealcaldesa y concejala delegada de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, “celebrado por vecinos y vecinas de la Malva-rosa que por fin van a tener su biblioteca, una reivindicación de más de una década”. Gómez ha subrayado el “esfuerzo realizado para alcanzar acuerdo con la propiedad de las parcelas”, y ha destacado que la aprobación permitirá también liberar 1.000 m2 para tener un nuevo espacio verde. En estos momentos, la Delegación de Acción Cultural ya ha dotado la redacción proyecto.

Los grupos de la oposición se han abstenido en la votación. El concejal Narciso Estellés, de Ciudadanos ha criticado el retraso de 13 años en la realización de este proyecto, mientras que Juan Giner, del PP, ha centrado su intervención en a la política municipal de vivienda, que ha calificado de “fracaso”.