5 ideas para reutilizar tus vinilos viejos o rayados

Hipsters y nostálgicos han vuelto a mirar al vinilo; un cadáver de la industria de la música que ha resucitado por todo lo alto, y cuyo mercado hace 12 años que no deja de crecer. Tanto si lo nuestro es megalomanía pura como si nos invade la nostalgia; si nos gusta la música, es fácil que hayamos recuperado la colección de discos. Y que en casa haya vuelto a girar la aguja.

Ahora bien: por muy rayados que estén los discos, no los tiremos a la basura. Primero, porque en los tiempos que corren, se han convertido en el objeto de culto más apreciado del salón. Pero si queremos darles una segunda vida, mejor dicho, una tercera, aquí van cinco ideas para reutilizarlos, con mucha clase.

1. Convierte el vinilo en una mesa auxiliar

Hay pocas formas más vistosas de rendir culto a nuestros vinilos rayados que usarlos para decorar nuestra casa. Y es más: podemos crear con un disco de vinilo una mesa auxiliar. La idea es tan sencilla como apta para toda la hornada de melómanos del tocadiscos: basta con hacerse con unas patas de mesa metálicas, tipo de horquilla o rectangulares, fáciles de encontrar en Internet. 

Y atornillarlas al vinilo, que usaremos como tabla de la mesa. Y más barato todavía: si tenemos una mesa rota, ya tenemos un proyecto estupendo para aprovecharla del modo más nostálgico posible.

2. Un reloj de pared con un vinilo 

Otra idea estilosa, que disfrutaremos las nostálgicas y nostálgicos de este objeto resucitado, que hace apenas dos décadas parecía haber quedado relegado al olvido. Podemos transformar un vinilo en un reloj de pared; y solo necesitamos añadirle un mecanismo y las agujas de un reloj.

Una rápida búsqueda por Internet parece confirmar que la idea goza de cierta popularidad. Ya que podemos encontrar kits completos con todo lo necesario para hacernos nuestro propio reloj de pared con nuestro vinilo preferido o rayado. Y las posibilidades van desde las clásicas manecillas de reloj, más típicas, hasta ideas más sofisticadas y originales, como agujas de reloj con forma de cabezal de tocadiscos.

3. Hacer las tapas de un libro con discos LP

Si buscamos hacer un regalo especial cargado de melomanía confesa, aquí va una idea imbatible. Porque podemos recortar un par de vinilos y transformarlos en las tapas de un libro, de una agenda o una carpeta, si les damos forma rectangular. 

El proyecto precisa que seamos un poco manitas, o que recurramos a alguien que se maneje con accesorios básicos del bricolaje, como un taladro; ya que lo necesitaremos para hacer agujeros por donde atravesar las anillas que sujetarán las hojas. Lo mismo sirve para crear con ellos las tapas de una agenda o una carpeta, además de un libro especial. 

4. Una pared de vinilos para abrazar la melomanía

Y si queremos gritar nuestro amor por el disco negro a los cuatro vientos, aquí va una forma de hacerlo: crear una pared de vinilos en casa. Tan sencillo como suena. Pero colgar varios vinilos de una pared tristona, por ejemplo, de un pasillo o de un despacho en casa, puede alegrarnos el día a quienes disfrutemos de vivir rodeados de nostalgia.

La idea de crear una pared de vinilos no necesita mucha más explicación; porque podemos colgarlos de clavos, y añadir a nuestra pared tantos LP como queramos. Y, puesto que el vinilo ya está agujereado, si siquiera necesitamos hacerle un nuevo orificio para colgarlo: basta con hacernos con unos colgadores de pared sencillos; y hasta nos sirven los colgadores adhesivos, ya que el vinilo apenas pesa.

5. Más allá de los vinilos: un posavasos con un CD viejo

Y si pensábamos que podía haber llegado el momento

de tirar la colección de discos compactos, puede que merezca la pena esperar y guardarlos. No sea que también a ellos les dé por resucitar, como a los vinilos. La buena noticia: mientras que nos lo pensamos, y vemos llegar el momento de decidirlo, podemos sacarles partidos.

No nos libremos de ellos: los CD son estupendos para hacer posavasos muy resultones. Y no hay que hacer nada: tan solo sacarlos de sus fundas, y usarlos para colocar el vaso con nuestra bebida preferida.

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