Pedir comida a domicilio: 5 prevenciones para evitar infectarnos por coronavirus

Foto: Pixabay

Jordi Sabaté

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No hay consenso al respecto: algunas personas opinan que pedir comida a domicilio en los tiempos del estado de alarma es una falta de respeto para la salud de los riders, los repartidores que la llevan hasta nuestras casas, expuestos más que nadie al Covid-19. Otros en cambio creen que si no se sigue pidiendo con normalidad, se empuja a estas personas a una situación económica límite.

La Comunidad de Madrid, avisa que estos servicios deben de ser prioritarios para las personas incapacitadas para salir de sus hogares, por razones de infección del coronavirus o por discapacidades. Por ello pide que no se colapsen los canales telemáticos de contratación de comida a domicilio por parte de las personas que pueden ir al supermercado por su propio pie y cocinar.

No obstante, la pregunta surge inevitablemente: ¿podemos contaminarnos de Covid-19 comiendo comida a domicilio? En principio, por lo que atañe a los alimentos, no. Así lo asegura la European Food Safety Authority (EFSA) -y te lo contamos en Comprar comida y otros bienes durante el confinamiento: ¿qué precauciones tomar?-; en concreto explicita que no hay evidencia alguna ni se ha reportado ningún caso de contaminación por alimentos.

Protocolo 'contacto cero'

Ahora bien: ¿qué sucede con la caja de cartón que lleva la pizza, la hamburguesa o la comida china o india, por citar recursos gastronómicos frecuentes en estos casos? La propia EFSA especifica que si se ha cocinado con calor por encima de 40º, la pervivencia del virus en la superficie del alimento es nula, por lo que no se debe tener.

En cuanto al contacto que el repartidor o el cocinero pueda establecer con el embalaje, las principales empresas del sector que siguen sirviendo a domicilio han establecido un protocolo estándar común, tal como especifica Telepizza o McDonalds. Este protocolo, que denominan “cero contacto” consiste en los siguientes pasos:

  1. El cliente pide y paga a través de la página web o la aplicación del servicio.
  2. El repartidor usa desinfectante de manos antes de realizar la entrega. Además, va provisto de casco y guantes.
  3. Una vez que el repartidor llega a la casa del cliente, coloca en el suelo frente a la puerta una caja de reparto vacía.
  4. El pedido se coloca sobre la caja vacía. Así se evita que los productos toquen el suelo.
  5. El repartidor informa al cliente de que el pedido ha llegado, llamando al timbre o al telefonillo.
  6. Inmediatamente el repartidor se aleja a una distancia mínima de dos metros y espera a que el cliente recoja el producto.
  7. Una vez el cliente ha recogido el producto y se ha marchado, el repartidor recoge la caja vacía.

De este modo se pretende reducir al máximo el riesgo de contagio en lo referente al cruce con el repartidor.

Sin embargo, nosotros no deberemos abstenernos de tomar una serie de precauciones, entre otras cosas porque a pesar que la asociación gremial Hostelería España publicó hace una semana una guía preventiva frente al virus de cara a los clientes (vale para la comida a domicilio), no podemos tener la total certeza de que se aplique en todos los servicios.

Cinco precauciones básicas

A continuación explicamos cinco de estas precauciones

  1. Elegir marcas y restaurante de confianza: no hace falta que sea Telepizza u otra gran cadena; puede ser el chino o indio de la esquina, pero asegurémonos de conocerlo y busquemos referencias y opiniones en internet sobre el mismo para asentar nuestra elección.
  2. No pedir ensaladas ni ningún otro producto que no se cocine con calor: el motivo no es otro que el calor inactiva al virus de inmediato. En cambio, no podemos garantizar que las gotitas del aliento o saliva de un cocinero infectado puedan caer sobre nuestra ensalada, o nuestro hummus o nuestro sushi si no usa mascarilla; o bien que sus dedos traten el género si no lleva guantes y aunque lleve estos, no se lave con la frecuencia necesaria.
  3. Si la comida no llega caliente, pasarla por el horno o el microondas: la aplicación de calor homogéneo nos asegurará que el alimento queda libre de virus.
  4. Recoger las cajas con guantes: recogeremos el pedido con guantes desinfectados, extraeremos el producto, lo pondremos en platos, o en el horno si fuese necesario, y desecharemos el embalaje. Nos lavaremos los guantes y nos los quitaremos. Seguidamente limpiaremos con gel o alcohol el pomo de la puerta y el timbre. Limpiaremos también las latas y botellas.
  5. Pagaremos con tarjeta o el móvil: cuanto menos trasiego de dinero, mejor, ya que billetes y monedas son un importante puente para contaminaciones cruzadas.

Si seguimos estos consejos, será muy improbable que nos infectemos por esta vía. No obstante, siempre debemos tener presente que en los servicios de comida a domicilio deberían tener prioridad las personas que no pueden salir a la calle.

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