Uñas débiles y quebradizas: las nueve causas más comunes

Dominio Público

Jordi Sabaté

Ferran, lector y socio de eldiario.es, nos escribe el siguiente texto en un correo electrónico: “hace unos días encontré en Google vuestro tema Uñas amarillentas, ¿por qué aparecen? mientras estaba buscando información sobre las causas posibles de un problema que tengo, y es que las uñas de las manos se me rompen con mucha frecuencia, al menos más que antes, o bien se me doblan, dejándome un dolor molesto. Vuestro artículo no me dejó satisfecho en este aspecto, así que os pediría uno nuevo que aclare las posibles causas de las uñas débiles y quebradizas”.

La primera pregunta que convendría hacerle a Ferran, no con ánimo ofensivo sino para descartar un posible origen, es si se las corta con frecuencia o de las deja muy largas. En el segundo caso, la probabilidad de que la uña se rompa es mayor, pero la referencia que nos hace Ferran a la frecuencia, nos lleva a pensar que no las tiene especialmente largas, por lo que las causas pueden ser otras.

1. La mala alimentación, la principal causa

La primera causa que debemos considerar para explicar unas uñas excesivamente débiles y quebradizas es una mala alimentación que provoque un déficit de ciertas vitaminas que incluyen en la formación de la uña, especialmente la biotina, tal como explicamos en ¿Es malo tomar suplementos de biotina para la caída del cabello y las uñas?. También en general las vitaminas del grupo B así como la vitamina D.

Se trata de una deficiencia rara, pero se puede dar en individuos mal nutridos y con anemia puntual de hierro iónico, que incide sobre los glóbulos rojos. Por ejemplo el seguir una dieta muy estricta o bien poco equilibrada, en la que entren pocas verduras y frutas y cuyo aporte proteico se consuma con rapidez y sea bajo, puede provar anemia y avitaminosis. Normalmente en estos casos, la aplicación de una mejor alimentación, en función de la actividad que tenemos, corrige la debilidad de las uñas.

2. Estrés

Estar pasando por una situación de muchos nervios activa ciertos procesos diuréticos relacionados con la glándula tiroides, que llevan a orinar más de la cuenta y en consecuencia excretar nutrientes en exceso, que de este modo no llegarán al células que fabrican la queratina de las uñas.

3. Hipotiroidismo

Conviene también considerar posibles alteraciones de la glándula tiroides que den niveles bajos de hormona tiroidea, que desacelerarán así el metabolismo, provocando que los nutrientes no lleguen con eficiencia a las puntas de los dedos. Las uñas débiles suelen ser un síntoma de hipotiroidismo.

4. Contacto frecuente con sustancias abrasivas

Otra causa posible, aunque muy concreta y no tan usual, es que por nuestro trabajo tengamos contacto frecuente con sustancias cáusticas como la lejía o el amoníaco, que provoquen lesiones en las uñas. En tal caso sería normal que se rompieran con frecuencia si no usamos guantes. También en el caso de las personas que abusan del esmalte de uñas, es normal que las tengan más quebradizas.

5. Infecciones por hongos

En nuestro artículo Cómo dejar de morderse las uñas hablamos de precisamente de que una de las consecuencias de la oncofagia puede ser una infección fúngica, también llamada oncomicosis. No es de todos modos el único modo de adquirirlos: trabajos en condiciones de alta humedad, nadar con frecuencia y no secarse bien las manos, etc., puede provocar este tipo de infecciones, que son reconocibles por unas manchas blancas y tienen como consecuencia que las uñas se vuelvan débiles y quebradizas.

6. Diabetes

Los diabéticos, por problemas circulatorios, pueden mostrar síntomas como uñas más débiles de lo normal al no poder fabricar las células tanta queratina como sería necesario. En ello también interviene el aporte de calcio.

7. Osteoporosis

La correcta fijación del calcio en el hueso parece estar muy relacionada con la densidad de la queratina de las uñas; aunque este ión no esté presente en su estructura, en los dos procesos concursan enzimas parecidas, hasta el punto que el estado de las uñas se usa como índice para predecir la osteoporosis en el futuro en mujeres pre-menopáusicas. En consecuencia, una mala fijación del calcio, que es síntoma de osteoporosis, podría ser detectada por la debilidad de las uñas.

8. Problemas hepáticos y renales

Deficiencias tanto en el hígado como los riñones pueden tener como reflejo un incremento súbito de la debilidad de las uñas. De todos modos, para verificar tal causa deben haber más síntomas que conforman el cuadro típico y tiene que ser un médico quien lo determine.

9. Psoriasis ungueal

Se trataría de una psoriasis -enfermedad autoinmune de la piel que puede afectar a la larga al sistema hepático y renal- que solo se expresaría en las uñas, rompiéndolas y escamándolas. Es una variante muy rara que solo afecta al 5% de los enfermos de psoriasis.

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