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Feminismo lúdico (y también cuestionador) para hablar del cine protagonizado por heroínas, mujeres fatales y amas de casa

Instinto básico

Ignasi Franch

12 de febrero de 2021 22:42 h

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Rebeldes y peligrosas de cine (Lengua de Trapo) es un torbellino de lecturas de películas de todos los tiempos, transmitidas con perspectiva de género y vocación recreativa por María Castejón. El proyecto partió de un ciclo de filmes que la ensayista y divulgadora preparó para el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), en el que exploraba diversos arquetipos de personajes femeninos a través de la proyección de La novia vestida de negro o Instinto básico. Después de tres años de trabajo intermitente, llegan a las librerías doscientas treinta páginas de lectura muy ágil y divulgativa.

Además de su faceta como crítica feminista desde medios periodísticos como Píkara Magazine o El Diario, Castejón ya había publicado ensayos monográficos como Fotogramas de género o Más fotogramas de género. Para este nuevo libro, la autora ha sentido “muchas ganas de dejar el registro de académica aparcado para poder ser más cómplice con el lector, más próxima. Seguramente es una expresión muy tópica, pero realmente he escrito el libro que me gustaría leer”.

Castejón ha querido extraer aspectos positivos, sean subversivos o de simple goce, de todas las películas y mujeres protagonistas que trata. Y lo ha hecho aunque algunas de las obras analizadas lancen mensajes contradictorios o ambivalentes, aunque incluyan elementos que puedan resultar políticamente decepcionantes e incluso irritantes. La autora afirma que la Barbarella de Jane Fonda puede ser cosificadora y a la vez liberadora, o que la Wonder Woman de la gran pantalla puede ser una bella princesa pero también puede resultar interesante. “Wonder Woman y Barbarella tienen una parte de épica que a veces las mujeres echamos en falta. Y la amazona es una heroína sin más, que no está relacionada con temas de género como sobreponerse a una agresión sexual. Proporciona a las niñas de ahora un referente que yo no tenía cuando era una cría”.

Rebeldes y peligrosas de cine no es un ensayo vertebrado mediante una tesis totalizadora. Parece más bien un cuaderno de visionados ordenado por arquetipos: pistoleras del western, heroínas de acción, mujeres vengadoras, algunos ejemplos de mujeres fatales y otros de amas de casa y madres sobrepasadas. Castejón explica que “un artículo que escribí en el libro colectivo Sci-fem me descubrió que había otra forma de hacer ensayo. Que mis conocimientos adquiridos en años de dedicación universitaria y demás podían seguir estando ahí, pero que también podía trabajar lo divulgativo como hice en el blog Las princesas también friegan. Cuando sacrificas tanto tiempo familiar y de ocio para hacer un libro casi por militancia, tienes que buscar el enfoque que más te atrae en ese momento”.

Cuestionar y entretener, simultáneamente

En Rebeldes y peligrosas de cine se habla del denominado Hollywood clásico, desde algunos westerns como Annie Oakley o 40 pistolas hasta las películas de la agitadora comediante Mae West. También se referencian películas de la Transición española firmadas por Pilar Miró o Josefina Molina o a los trabajos de la actriz Najwa Nimri y el realizador Daniel Calparsoro en el contexto del cine vasco de los años noventa. Y la autora se muestra atentísima a las cosechas fílmica de años recientes, se trate de blockbusters (Los juegos del hambre, Atómica o Kick Ass), de cine de autor pensado para circuitos comerciales (Elle, Tres anuncios en las afueras) o de propuestas más alternativas (The love witch).

Una buena parte de las páginas del libro están dedicadas a películas palomiteras de los años ochenta y noventa, tan a menudo sacralizadas por el fandom más acrítico. No solo se tratan las habituales Alien o Terminator y sus secuelas, sino también la comedia de espionaje Jumping Jack Flash, el díptico de aventuras coloniales y guerra de roles sexuales formado por Tras el corazón verde y La joya del Nilo o la acción con mujer corsaria que nos trajo La isla de las cabezas cortadas. Castejón reivindica un disfrute que no deja de ser punzante: “Creo que no tenemos que ponerle siempre tanto peso en las espaldas a los personajes femeninos. Podemos disfrutar de comedias mainstream como Tras el corazón verde aunque su heroína no rompa con todo, si las ponemos en su contexto y cuestiomos los aspectos que tengamos que cuestionar”.

Castejón resuelve sus análisis con una cierta incorrección algo provocativa que no está exenta de riesgos (“una frase de tu libro se puede descontextualizar, alguien la cita en Twitter y tiene consecuencias”, explica). El resultado es sobre todo lúdico. La autora explica que hace encantada la tarea de sensibilizar sobre cómo el audivisual ha invisibilizado históricamente a las mujeres, pero que “el feminismo a veces es muy serio, cosa completamente normal porque hablamos de temas tan duros como la mera supervivencia o que no te violen cuando vas por la calle. Esta vez me apetecía salir por un momento de ese registro y divertirme más.”.

Castejón se muestra algo socarrona con el planteamiento de comedias recientes como Malas madres, y se declara sorprendida porque “los guionistas que han concebido las barbaridades que hacen los personajes de Resacón en Las Vegas piensen que lo más subversivo que pueden hacer sus personajes femeninos es ir al supermercado a beber”. La ensayista también aprovecha para reivindicar películas de la Transición española como Gary Cooper, que estás en los cielos, obra que define como “una bofetada, porque trata de una mujer que renunció a la maternidad en los años setenta y ochenta, que se da cuenta que se ha tragado ese rollo progre de la aparente liberación sexual”.

Evidentemente, también hay unas cuantas páginas y secciones de lectura algo incómoda en Rebeldes y peligrosas. En su mirada a las venganzas, Castejón trata fantasías castigadoras como Fóllame, guionizada y co-dirigida por la escritora Virginie Despentes, y otras películas que incorporan violencias femeninas supuestamente empoderantes, a veces limpiadas de conflictividades o suciedades para que sean más fáciles de consumir y digerir. Preguntada sobre la proliferación de películas en la órbita del género rape and revenge, Castejón considera que “se puede empatizar o seguir con interés la historia de una mujer que ha sido violada y mata al culpable. Eso no implica que lo consideremos un modelo de conducta deseable. Al fin y al cabo, hemos siguiendo durante toda la vida las andanzas de tíos malos, de personajes horrendos como Harry El Sucio”.

Tras retarla a destacar una película representativa de cada capítulo del libro, Castejón se ve obligada a mencionar alguna más. En el ámbito del western, se queda con “Johnny Guitar y su demolición del amor romántico”. En lo que respecta a las heroínas de acción, se muestra con el corazón dividido: “Me encantan tanto Geena Davis como Sandra Bullock, así que quizá destacaría Memoria letal, que me parece brutal, y Miss agente especial”. Su película sobre violencias sexuales y reacciones a estas sería Tres anuncios en las afueras, que le parece “muy excesiva, e interesante porque estimula muchos debates”. En cuanto a las mujeres fatales, Castejón anima a descubrir las comedias protagonizadas por Mae West, y también a descubrir o revisar Atracción fatal “por la carga patriarcal que tiene el personaje de Alex Forrest, interpretado por Glenn Close”.

Al tratar de amas de casa y madres, Castejón menciona a Carmina Barrios y el díptico iniciado por Carmina o revienta, aunque no quiere dejar de dimensionar “películas como Wanda, Una mujer bajo la influencia o Los puentes de Madison, que también son muy potentes”. Y termina lanzando un dardo merecido a la profesión periodística: “En todas las entrevistas os interesáis más por los roles de acción y por la sexualización de las protagonistas que por las cosas que tienen que ver con los cuidados. Supongo que eso conecta con la realidad en que vivimos, en la que las amas de casa parecen no importarle a nadie”.

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