Els Joglars: “Es difícil encontrar un Rusiñol en la Cataluña de hoy en día”

Barcelona, 14 may (EFE).- Santiago Rusiñol era “un catalán fantástico, cosmopolita y hedonista”, un tipo de persona “muy difícil de encontrar en la Cataluña actual”, según Ramon Fontserè, director de la obra sobre el artista “Señor Ruiseñor”, con la que Els Joglars llega este mes a Barcelona, más de dos años después de su estreno.

A pesar de que el tema de la pieza afecta muy directamente a Cataluña, ya que “pone gran dosis de humor en el contexto del conflicto catalán”, según el programa de mano, el montaje ha tenido que esperar a que la empresa madrileña Smedia haya tomado las riendas del Teatro Apolo para encontrar escenario en Barcelona.

“No hemos venido antes porque ningún teatro se ha interesado hasta ahora. La realidad es la que es”, ha señalado actriz y dramaturga Dolors Tuneu.

Finalmente, la versión en catalán de “Señor Ruiseñor” estará en la capital catalana del 26 de mayo al 6 de junio, “con la esperanza” de que el público de Barcelona tenga la suficiente capacidad de autocrítica como para aceptar la propuesta de Els Joglars, según Fontserè.

“No hay nada más sano y más higiénico que reírse de uno mismo”, ha añadido Tuneu, que está convencida de que los catalanes saben hacerlo porque la obra ya se ha visto en las localidades catalanas de L'Hospitalet, Tarragona y Canovelles, y “ha sido muy bien recibida”.

“Señor Ruiseñor” recupera la figura de este pintor y escritor nacido en Barcelona en 1861 y fallecido en Aranjuez en 1931, que “reivindicaba el arte como patria universal, en contra de las patrias identitarias”, ha destacado Fontserè.

Es una obra que enlaza con otros retratos de figuras catalanas que han dibujado Els Joglars a lo largo de su larga carrera y así “tiene la sátira de 'Ubu President' (basada en la figura de Jordi Pujol) y la belleza de 'Daaalí'”.

Seis actores “satirizan, critican y se ríen” del conflicto catalán, en una obra “de gran belleza”, que juega con proyecciones que permiten al espectador disfrutar de la pinturas de Rusiñol, según ha explicado el director de escena, Alberto Castrillo-Ferrer.

“Como decía Josep Pla, Rusiñol era un destructor de fanatismos”, ha apuntado Fontserè, que cree que el humor es la mejor manera de reflejar su pensamiento porque “reír es, al final, el único acto de libertad que nos queda”.

En su opinión, Els Joglars siguen “caminando por el lado más salvaje de la vida” porque el teatro es “juego y riesgo”, y tiene la obligación de dar instrumentos de reflexión al público.

“Es más fácil creer que pensar -ha sentenciado-, pero si no se piensa no hay capacidad de autocrítica. Dudar es incómodo, pero necesario”.

“La obra ha sido un éxito en todas partes y esperamos que en Barcelona, la ciudad donde nació Rusiñol, también lo sea”, ha añadido Tuneu.

Tras Barcelona, la obra viajará a Aranjuez, ciudad donde murió el pintor y en la que Santiago Rusiñol era conocido como señor Ruiseñor, apelativo del que procede el nombre de la obra.

La idea original era cerrar la gira en Aranjuez, pero ha surgido la posibilidad de recuperar algunas de las actuaciones perdidas durante la pandemia y el montaje tendrá todavía un poco más de vida.

Aunque Fonteserè ya está pensando en la próxima creación de Els Joglars, que será una pieza sobre “este puritanismo que se esconde tras lo políticamente correcto” y que Els Joglars quieren abordar “en un momento en el que la moral pretende influir en el arte, cuando el arte debe ser libre”.