De superhéroe a leyenda: Cinco canciones para calentar motores antes de ver a Kase.O
Decía el sociólogo alemán Max Weber que el carisma es esa cualidad que separa a un individuo de los hombres ordinarios y que hace que uno parezca dotado de cualidades sobrenaturales, sobrehumanas o, al menos, específicamente excepcionales que no son accesibles al común de los mortales y que le convierten en un líder natural. Los que fueron al último gran concierto de Javier Ibarra -a.k.a Kase.O- en el palacio de Vistalegre saben de qué estaba hablando. Cuando está Kase.O ahí arriba, no importa nada más.
Le pasa desde el principio, cuando con 17 años declaró obsoleto el rap derivativo y americanizado que había por uno con raíces en el barrio de La Jota, en Zaragoza. Violadores del Verso, el cuarteto que formaba con Sho Hai, Lírico y R de Rumba, fue el primer grupo de rap español en llenar estadios con reflexiones que no eran delirios sobre la vida en L.A. Además de sus tres discos y varios maxis, hubo DVDs de sus giras, antes de abandonar el grupo en 2009. También llevó a cabo algunos experimentos y llegó la necesaria crisis del héroe que no le mató, sino que le hizo más fuerte. “La gente decía 'que vuelva el Kase.O de los 90' o 'que vuelva el Kase.O que tal'... - nos dijo entonces- No. Dejadme en paz. Esto no es para vosotros, yo mando”.
El año pasado eligió Madrid para presentar El círculo, ese primer disco en solitario en el que mató al superhéroe. Hoy vuelve a defenderlo en La Riviera después de reventar dos noches seguidas el Razzmatazz, en una gira que empezó hace tres meses en Pamplona y que acabará en la Scala de Londres en mayo. Elegimos cinco canciones para calentarle el trono mientras esperamos. Si quieren contribuir a esta lista, compartan sus favoritas en los comentarios.
Ballantines es un himno, pura adolescencia trágica y aspiracional de la “vida perdida por la mujer y la bebida”. Pero también el teaser de la energía arrolladora de su protagonista: “impongo un ritmo demasiado fuerte / hoy solo me puede parar la muerte”. Y una declaración de intenciones que tocó la fibra de toda una generación.
Violadores del Verso presentan a Kase.O en: Mierda. Fue un disco de la etapa de Violadores en el que solo participaron Kase y el DJ del grupo, R de Rumba. 3 en el que Kase.O está bien subidito: “has de saber, cuál es mi formula secreta / cuido mi gramática, más que mi etiqueta (...) no encontrarás a un pavo tan sofisticado y tan accesible / en el micro alcanzo estilos hasta de Frank Sinatra / yo soy el imperator quieres ser tú Cleopatra?”.
Cantando en su registro más melódico y gamberro, quizá por la intención: “si te veo llorar otra vez me voy a tener que ir /o me va a estallar el pecho aquí mismo y voy a mancharlo todo de dolor /que es un color feísimo”. Para cantar a gritos volviendo a casa borracho.
Yemen, single de su primer disco en solitario, el de la crisis (“Me da pánico mi propio ego / ciego de mí mismo llego hasta el mismísimo Olimpo”), es a la vez confesión y reivindicación de lo suyo: “Yo soy el sol que alumbra calles cuando el cielo es gris /yo leo el futuro de MCs en la espuma de mi pis. / Fin de la mediocridad, vuelve el loco astrónomo / alquimista soy yo, transformo el plomo en oro”. Y una patada a los que quedaron atrás: “no te pasa que al oír la mierda auténtica, sientes lo tuyo artificial y simple métrica, dudaste de mis fuerzas y te llevaste un buen zas”).
La cita de Pura droga sin cortar es de El lado oscuro del corazón: “¿Qué oficio es ser poeta? Donde pone aquí: 'Se busca poeta, buena remuneración'”. Ibarra se calza los zapatos grandes y derrochando autoconfianza, se marca una defensa de lo suyo que parece casi el Rodolfo de La Boheme (Chi son? Sono un poeta / Che cosa faccio? Scrivo / E come vivo? Vivo!).