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La víspera del 1-O, el día que la extrema derecha campó a sus anchas por la ciudad de València

Elementos de  los Yomus, entre los manifestantes del 30 de septiembre en Valencia a la salida de la plaza del Ayuntamiento..

Sergi Pitarch

La extrema derecha, liderada por los ultras Yomus del València CF, protagonizó para mal el 9 d’Octubre con agresiones e insultos a las marchas por la lengua convocadas en la tarde del Día de la Comunitat Valenciana. Esa jornada, un centenar de antidisturbios desplazados desde Madrid intervinieron para garantizar la manifestación vespertina de las fuerzas de izquierda pero no evitaron varias palizas a jóvenes que asistían a los actos. Posteriormente han sido detenidos hasta 13 de los integrantes de estos movimientos radicales que ya están en la calle aunque investigados por delitos de odio.

Pero la trágica tarde del 9 de octubre se veía venir. Días antes, los miembros de la extrema derecha valenciana ya habían demostrado sus intenciones de atacar a cualquier persona o cargo público de la izquierda, a nacionalsitas o indepedentistas valencianos con la excusa de la tensión política que se vive en Catalunya. La falta de un dispositivo de antidisturbios -desplazados la mayoría a Catalunya por orden del Ministerio del Interior- permitió a estos grupúsculos radicales filofascistas campar a sus anchas por València. 

No había trascendido hasta ahora que el pasado sábado 30 de septiembre -día previo a la votación del 1 de Octubre en Catalunya- un grupo de personas convocó una concentración en la Plaza del Ayuntamiento de València por la unidad de España. El encuentro, al que acudieron unas 3.000 personas acabó convirtièndose en una manifestación no autorizada que finalizó a unos 500 metros, en la Plaza de la Virgen.

Al acto asistieron decenas de ciudadanos con banderas de España y cánticos contra la independencia de Catalunya. Incluso llegaron a increpar a personas que desplegaron una bandera precontitucional, según explican testigos de la concentración. Pero al acto también acudieron miembros destacados de la extrema derecha valenciana y de los ultras Yomus, los más violentos, que comenzaron a capitalizar la concentración.

Para controlar este encuentro no se desplazó ninguna unidad de UIP -antidisturbios-, solo varias patrullas de la policía nacional estuvieron presentes en la concetración de unas 3.000 personas. La situación de tensión que se estaba produciendo en el acto obligó a suspender una jornada sobre deporte femenino que se celebraba en la plaza del Ayuntamiento de València.

Fue entonces cuando los concentrados, liderados por los ultras, decidieron movilizarse hasta la plaza de la Virgen. En ese momento y sin nadie que los controlara los manifestantes comenzaron a caminar por el centro de la ciudad con la única presencia de la policía local que abría el paso a los manifestantes para evitar accidentes con el tráfico rodado. Los incontrolados camparon a sus anchas por la ciudad en masa y con cánticos.

Justo a esas horas y muy cerca, el equipo de gobierno del Ayuntamiento, con el alcalde de València Joan Ribó al frente, celebraba una reunión. Ante el descontrol de la situación y la presencia de células incontroladas de Yomus y destacados miembros de la extrema derecha, el equipo de seguridad de Ayuntamiento propuso a  los políticos de Compromís, PSPV-PSOE y València en Comú quedarse encerrados en el edificio de la Nau de la Universitat de València hasta que escampara la masa de incontrolados que continuaba con sus cánticos contra Catalunya y las fuerzas de izquierda valenciana.

Los cargos electos tuvieron que estar durante una hora encerrados en la sede histórica de la universidad sin salir hasta que desapareció el peligro, que días después, eel 9 de Octubre, se confirmó más que real con los insultos matutinos (en la Procesión Cívica) y las agresiones de los mismos Yomus por la tarde a los manifestantes. Hasta el propio alcalde se refirió a estas amenazas en la reunión de los integrantes del Pacte de la Nau asegurando que no vivía una situación así desde la lucha en la clandestinidad contra Franco. 

Los manifestantes finalizaron su toma del centro de València hacia las 14.00, aunque ahí no acabó la historia. Justo ese día jugaba el València CF contra el Athletic de Bilbao. Otra vez hubo una presencia de antidisturbios más que discreta -unos 30- al encontrarse todas las unidades valencianas en Catalunya. En este caso sí que se pudo garantizar la seguridad y no hubo incidentes pero se vivieron momentos más que tensos con la llegada del equipo vasco al campo de Mestalla. Un millar de personas, lideradas por los Yomus, increparon e insultaron a los jugadores del Athletic a la salida del autobús. 

Fue una jornada más que tensa y en la que la extrema derecha se adueñó del centro de València. Su próximo objetivo, tal y como lo han anunciado en sus redes sociales, es la concentración reivindicativa del “darrer diumenge d’Octubre”. En este acto, previsto el día 29, el Bloc Nacionalista Valencià -miembro de Compromís- acude a El Puig, a 20 kilómetros de València, a reivindicar los derechos del País Valencià. 

Por su parte, la mayoría de agredidos por los miembros de extrema derecha el 9 d’Octubre y el colectivo Movimiento contra la Intolerancia ya han presentado las denuncias, que se unificarán en un mismo procedimiento. Todos piden que se investigue a los agresores por delitos de odio y no por simples faltas.

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