Por qué muere tanta gente ahogada en las playas: por imprudencia y por no respetar las recomendaciones
Estamos viviendo un año trágico en lo que a muertes de bañistas se refiere. Con los dos últimos ahogamientos, registrados este miércoles en la localidad alicantina de Guardamar de Segura y los cuatro del pasado fin de semana -en Sueca,Valencia, Torrevieja y Xàvia-, ya son 37 las personas que han fallecido en la Comunitat Valenciana entre el 1 de enero y el 20 de julio en espacios acuáticos (playas y piscinas). Esta cantidad equivale a un tercio del total de las víctimas mortales por accidente de tráfico en la Comunitat Valenciana en todo 2016 (116).
Esta cifra supone aproximadamente el 13% de las muertes registradas en España por esta causa y tan sólo Andalucía (45), Canarias (38) y Galicia (38) han registrado más muertes por ahogamiento en este mismo periodo, según se desprende del Informe Nacional de Ahogamientos elaborado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo que fue presentado el pasado 18 de julio.
Según este documento, el perfil de las víctimas -catorce más que en el mismo periodo de 2016 y 22 más que en 2015- corresponde la mayoría a hombres (81%), de nacionalidad española (67%), de entre 65 y 74 años (32,3%) y que murieron en la playa (61%).
La principal causa, las imprudencias
Como reconocen desde Cruz Roja -esta organización es responsable del servicio de salvamento y socorrismo en más de 60 kilómetros de playa sólo en la provincia de Valencia-, la principal causa de estos ahogamientos son las imprudencias de los propios bañistas: “Gran parte de estos sucesos se produce en zonas no vigiladas, fuera de horario o porque los usuarios no han respetado la señalización (banderas) o las advertencias de los socorristas”.
En este sentido, Pedro Redón, vicepresidente de Cruz Roja en la provincia de Valencia, destaca la importancia de la prevención y de que se respeten las recomendaciones, tanto del personal responsable de salvamento y socorrismo como de las banderas: “Esto es como en el código de circulación, si nos saltamos un semáforo en rojo corremos un gran riesgo de tener un accidente. Pues aquí es lo mismo, si nos bañamos con bandera roja el peligro de que nos ahoguemos es mayor”.
No obstante, Redón no quiere ser alarmista: “Si comparamos la cantidad de gente que cada día tenemos en las playas, tampoco podemos considerar que el porcentaje sea especialmente significativo”.
