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Así ha sido la entrega de los Premios Desalambre, un “punto de encuentro” entre el periodismo y la sociedad civil

Los ganadores de los I Premios Desalambre en el acto de entrega en Madrid.

Icíar Gutiérrez

La mirada y el talento de un fotoperiodista incansable. Una activista valiente que recuerda que su voz es la de muchos y no pueden hablar por ellos. Un reportaje coral que nos mete en la piel de quienes sufren la ausencia de las que ya no están. Una campaña impactante que empezó con un pincho de tortilla y ha acabado con una nominación a los Goya. Los ojos de esa España vacía que enseñan qué significa la despoblación. Una investigación que denuncia el desorbitado precio de muchos medicamentos. Las crónicas de un reportero que caminó kilómetros y kilómetros con los migrantes en México.

Todos ellos han protagonizado la primera edición de los Premios Desalambre, cuya entrega se ha celebrado este jueves en el CaixaForum de Madrid. Unos galardones que tienen un objetivo muy específico: promocionar y aplaudir la calidad profesional y el compromiso de periodistas, activistas y las ONG en un ámbito trascendental como el de los derechos humanos.

“Nuestra publicación especializada en derechos humanos, Desalambre, ha sido premiada por su intensa cobertura sobre el fenómeno migratorio y en materia de cooperación internacional. Y ahora, Desalambre quiere devolver ese reconocimiento y crear un punto de encuentro para el periodismo social y el activismo”, ha explicado Ignacio Escolar, director de eldiario.es, que ha abierto el acto. “Con estos premios queremos devolver al periodismo y a la sociedad civil lo mucho que nos han apoyado”.

Le ha seguido Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es, que ha agradecido la presencia a las decenas de personas que han asistido a la entrega. “Es emocionante para todos los que trabajamos en eldiario.es que cada vez que convocamos para hablar de derechos humanos, o de una pequeña realidad en una pequeña parte de la frontera centroamericana, del trabajo de activistas en la frontera norte de Marruecos o cuando nos juntamos con una organización social para hablar de esos temas que dicen que no interesa, haya gente en la sala”, ha dicho.

También ha recalcado lo “difícil” que ha sido elegir a los ganadores. “Los candidatos eran maravillosos. Ojalá las deliberaciones no hubieran sido secretas y las pudiéramos emitir en directo porque realmente reconforta”, ha señalado sobre el jurado, del que ha formado parte junto a Olga Rodríguez, Alberto Arce, Irene Milleiro y Gonzalo Fanjul. En él también ha estado Gabriela Sánchez, coordinadora de Desalambre, que ha sido la encargada de presentar los primeros premios, haciendo referencia al ADN de la sección: “Se necesitaba un espacio que blindara y asegurara la información especializada en derechos humanos”.

“La empatía es fundamental. Sin empatía no hay cambio social. Para eso es importante estar cerca de quienes sufren las vulneraciones de derechos humanos, los afectados. Estar cerca de Daniel, Kafaa o Jamal. Sus testimonios no habrían sido posibles sin la conexión y el trabajo con quienes están más cerca: las ONG grandes o pequeñas, asociaciones de afectados, redes vecinales”, ha mencionado.

Los primeros en subir a recoger el premio han sido los representantes de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), distinguidos por su campaña 'Maras, no es una serie', que hizo pensar que estaba a punto de estrenarse una nueva serie de televisión sobre la violencia de las pandillas y el narcotráfico en América Latina. Alberto Senante, responsable de comunicación de la ONG, ha recordado algunas anécdotas sobre cómo se gestó, mientras Estrella Galán, directora general de CEAR ha dado las gracias pero ha asegurado que “el premio real será que el Ministerio de Interior cambie de criterio y dé protección a las víctimas de las maras”.

A continuación han hablado las ganadoras del Premio Desalambre al mejor trabajo de documentación o investigación, el equipo de No es sano/Salud por derecho, por su informe sobre cómo la industria farmacéutica especula con el precio de los tratamientos. “Era necesario llevar al debate público que los fármacos tienen precios inasumibles y que gran parte del dinero para desarrollarlos vienen del sector público”, ha afirmado Vanessa López, directora de Salud por Derecho. “Es importante que Lo que queremos es que la ciudadanía esté informada y tenga acceso a lo que de verdad está ocurriendo”, ha dicho Irene Bernal, una de las autoras del informe.

Después ha sido turno de Lamiae Abassi, que se ha llevado el premio a la mejor activista del año. Su intervención ha despertado una de las mayores ovaciones de la sala. Con 20 años, es una de las portavoces de la Asociación de Exmenas en Catalunya y el jurado ha querido reconocer “su valentía” con este galardón. “Ella se ha colocado delante en un momento en el que la extrema derecha ha colocado a los menores extranjeros como chivo expiatorio”, ha explicado Gabriela Sánchez.

“Cuando queríamos crear la asociación, le dije a un compañero que esto era absurdo y ya ves si nos han escuchado”, ha recordado entre risas. “Uno de nuestros lemas es que no queremos que se hable de nosotros. Y estamos contentos, porque sí que hemos podido romper con estos esquemas y seguir adelante”, ha agregado antes de agradecer a sus compañeros cómo han afrontado “situaciones con comentarios de todo tipo que afectan emocionalmente”. “Si quieren debilitarnos, lo único que hacen es hacernos más fuertes”, ha zanjado la joven.

Premios de periodismo

Una vez finalizados los premios al activismo y las ONG, ha comenzado el bloque dedicado al periodismo. La celebración de estos galardones ha contado con el patrocinio de Anesvad, Acción contra el Hambre y Oxfam Intermón y la colaboración de Ayuda en acción, Aldeas Infantiles, la Fundación Entreculturas, Médicos Sin Fronteras y La Caixa.

El reconocimiento a la mejor crónica o reportaje ha recaído sobre Alberto Pradilla, por su intensa cobertura de la caravana de migrantes centroamericanos que recorrió el año pasado México con el objetivo de llegar a EEUU. Pradilla ha intervenido en un vídeo desde el estado mexicano de Chiapas, donde se encuentra en estos momentos. “La situación en México se ha recrudecido, siguiendo el chantaje de Donald Trump. Pero el flujo migratorio no se va a detener”, ha indicado el reportero. En su nombre, ha recogido el premio su amigo y periodista de Público Jairo Vargas, que ha sido muy breve ante el micrófono: “Alberto, si me estás viendo, con la pena que me dio llevarte al aeropuerto, no sabes lo que me alegro de que cogieras aquel avión”.

Luego ha sido el momento del amplio equipo de 'Tierra sin ellas', Premio Desalambre al mejor trabajo multimedia por su serie de historias desde Paraguay, Colombia y Guatemala que hablan del alto precio que pagan las mujeres que defienden la tierra y de la ausencia que dejaron. “Las protagonistas son tres mujeres indígenas, valientes y luchadoras que un día dijeron basta y pagaron las consecuencias. Tres mujeres que representan a muchas más, a todas las lideresas y activistas sociales perseguidas y asesinadas. A todas ellas y a sus familiares dedicamos este premio”, ha dicho Marta Arias, de Revista 5W.

También ha habido espacio para esos profesionales que, desde diferentes provincias españolas, empujan para que el problema de la despoblación de los entornos rurales se haga un hueco en las agendas del centralismo mediático. Es el caso de la premiada, Mari Cruz Aguilar, redactora del Diario de Teruel que lleva años describiendo las consecuencias de este fenómeno en las comarcas de la provincia. “A la despoblación le cuesta hacerse un hueco en la actualidad, pero para nuestro periódico es nuestra columna vertebral. Con premios como este nos vemos respaldados en nuestras reivindicaciones. Desde la España rural, os pedimos a los medios nacionales que nos miréis no solo por los sucesos. Queremos que vayáis más allá de la casa en ruinas o la plaza vacía. Que saquéis nuestras potencialidades”, ha reclamado Aguilar tras recibir el galardón, patrocinado por Correos.

El último en subir al escenario ha sido el fotoperiodista Olmo Calvo, que se ha hecho con el Premio Desalambre que reconoce una trayectoria de perseverancia. “Es un orgullo que compañeros que han visto parte de mi desarrollo como periodista reconozcan mi trabajo. No hay mayor reconocimiento que el que te dan personas que comparten contigo el día a día”, ha celebrado Calvo, que ha concluido sus palabras con un alegato contra la precariedad laboral que sufren muchos periodistas independientes. “Espero ver y ser parte de un cambio que nos permita vivir y estar plenamente orgullosos de nuestro trabajo, el periodismo”, ha sentenciado.

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