Aparece el cuerpo de otro inmigrante en una playa marroquí a dos kilómetros de Ceuta
Las Fuerzas de Seguridad marroquíes han recuperado a última hora de la mañana de este viernes en una playa situada a aproximadamente dos kilómetros de la frontera de Ceuta el cadáver de otro inmigrante subsahariano que supuestamente también habría fallecido el jueves de la semana pasada durante el intento frustrado de entrada en grupo en la ciudad española en el que perdieron la vida al menos 13 personas, en medio de una polémica actuación de la Guardia Civil.
Según han informado fuentes de ambos lados de la frontera a Europa Press, el hallazgo se ha producido pasadas las 14.00 horas en España. Hasta el momento, se había confirmado oficialmente el fallecimiento de 12 personas, tres de las cuales fueron recogidas en aguas españolas. De está forma, la cifra total de cuerpos sin vida localizados se elevaría a 13.
El mismo 6 de febrero, minutos después de los sucesos, las autoridades del Reino alauita encontraron cinco cadáveres a pocos metros de la orilla junto al espigón fronterizo marítimo en el que se produjeron las muertes.
Durante la tarde de ese jueves aparecieron dos cuerpos sin vida más en territorio del país vecino. El sábado llegó a la playa del Tarajal, en Ceuta, el primer cadáver que acababa en suelo español. El miércoles sucedió lo mismo con el cuerpo de otro inmigrante, igualmente sin documentación alguna y también de entre 20 y 30 años.
Este jueves, un equipo de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil encontró, en aguas jurisdiccionales españolas y a unos 30 metros de la costa, otro cadáver. Hasta ahora las autopsias practicadas en territorio nacional han repetido la misma causa de fallecimiento: asfixia por inmersión sin signos de violencia.
Las autoridades españolas dan por seguro que al menos quedaría otro inmigrante fallecido desaparecido en el agua. Dos de los tres inmigrantes rescatados hasta ahora en aguas españolas ya han recibido sepultura, ambos sin identificar y tan solo dos días después de su localización, sin dar la posibilidad a las familias o amigos de poder identificarles. La Fiscalía de Ceuta mantiene abiertas diligencias sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento.