“Ojalá que discriminar a alguien por su origen sea igual de ridículo que por llevar gafas”
“Esto no puede ser real”. Era una de las muchas reacciones de sorpresa e ingenuidad que la Red Acoge, federación de ONG en defensa de la población inmigrante y refugiada, ha recibido en dos semanas de difusión de su campaña 'También soy gafotas' sobre la discriminación que padecen las personas con gafas. Este viernes, la organización ha desvelado el verdadero objeto de la campaña: denunciar lo absurdos que son los argumentos que a menudo sustentan la discriminación racial y la xenofobia con motivo del 21 de marzo, Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.
“En una calle oscura, te encuentras ahí a dos mirándote, con esos cristales en los ojos, y te llevas un susto de muerte. Que luego serán majísimos y todo lo que tú quieras pero la primera impresión...”, dice una mujer en el vídeo final de la campaña de la ONG. En la campaña, unos ancianos manifiestan su desconfianza por unos nuevos vecinos con gafas en su comunidad y una hombre apunta que “son más conflictivos por el tema de las gafas, eso sí es verdad”.
“Hemos podido leer frases como 'esto no puede ser real'. Queremos que esa misma sensación se tenga cuando la discriminación se produzca ante el uso de un velo o por el acento al atender una llamada telefónica. La diversidad es parte de nuestra sociedad, rechazarla nos aleja de ella”, apuntan desde Red Acoge. “A pesar de que la discriminación hacia las personas con gafas no es real, sí lo son el racismo, la xenofobia o la islamofobia”, asegura Inés Díez, responsable del área Jurídica de la organización.