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Berlín vota a favor de la expropiación a grandes propietarios de vivienda y espera una respuesta política

Miembros del movimiento 'Expropiemos Deutsche Wohnen & Co.' protestan contra los grandes propietarios de viviendas.

Aldo Mas

Berlín —

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No sólo los socialdemócratas alemanes estaban de enhorabuena en la noche electoral del domingo. Porque, al margen de la victoria del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en las primeras elecciones generales de la era post-Angela Merkel, la iniciativa Expropiar a Deutsche Wohnen y Compañía se apuntaba un rotundo éxito.

Los responsables de esa iniciativa ciudadana, que ha organizado un referéndum en Berlín para la expropiación de viviendas de las grandes empresas propietarias de la capital, celebraban el triunfo del “sí” en esa consulta al mismo tiempo que el socialdemócrata Olaf Scholz festejaba su victoria. En la noche del domingo ya se percibía que las papeletas a favor del “sí” iban a ser mayoría. Esta mañana, según los datos del recuento, el “sí” estaba en el 56,4% de los votos. El “no” había recogido un “39%”.

La iniciativa Expropiar a Deutsche Wohnen y Compañía quiere expropiar a los actores del mercado inmobiliario berlinés con más de 3.000 viviendas en alquiler. En total, se estima que hay más de 240.000 viviendas en el punto de mira de la iniciativa. El nombre de esta movilización ciudadana alude especialmente a la empresa Deutsche Wohnen, firma que cuenta con 155.408 viviendas en alquiler, la mayoría de ellas en el mercado berlinés.

“Nosotros los berlineses hemos decidido: nadie debe especular con nuestras viviendas”, decía ya en la noche del domingo Joana Kusiak, portavoz de la iniciativa. Los militantes de esta movilización organizaron en la capital una velada electoral como la del resto de grandes partidos alemanes que competían en las elecciones generales y, también en Berlín, en las elecciones locales.

En los comicios por el Ayuntamiento de Berlín se impuso la también socialdemócrata Franziska Giffey. Lo hacía en una ajustada victoria a la aspirante ecologista Bettina Jarasch. Ambas son las principales concernidas por los resultados del referéndum. De ellas depende en gran medida qué tipo de coalición gobernará la capital los próximos cinco años.

El referéndum, que no era vinculante, es probablemente uno de los mayores medios de presión que tiene la ciudadanía para pedir la acción pública. “Sea cual sea su composición, la futura coalición de gobierno tendrá que aplicar la socialización de las empresas de vivienda. La reivindicación de la socialización aglutina muchos más votos que cualquier partido”, según señalaba Kusiak.

Tanto es así que la iniciativa Expropiar a Deutsche Wohnen y Compañía reivindicaba un 56,4% este lunes que ya quisieran para sí Giffey o Jarasch. El SPD berlinés ganaba las elecciones del domingo con un 21,4% de los votos, por delante de Los Verdes (18,9%) y de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), tercera fuerza política con un 18,1%. Socialdemócratas y ecologistas podrían revalidar la coalición a tres bandas que ha gobernado en Berlín durante los últimos cinco años con la formación a izquierdista Die Linke. Ésta conseguía el domingo un 14% de los votos.

Sin embargo, de las fuerzas políticas de izquierdas, sólo Die Linke ha apoyado el referéndum de expropiación. En el SPD, Giffey rechaza la idea y, en Los Verdes, Jarasch la considera como una “última opción”. La jefa de Jarasch, la co-presidenta de Los Verdes y frustrada candidata a canciller del partido ecologista, Annalena Baerbock, se ha mostrado más que escéptica ante la media que reclaman los organizadores del referéndum.

En estas condiciones, puede que la política eche a perder lo que el diario progresista Die Tageszeitung veía en sus páginas de opinión este lunes como “un punto de inflexión” en el debate político alemán. “El fin del modelo neoliberal está realmente al alcance de la mano por primera vez”, escribía Erik Peter en dicho periódico. Por eso, en la iniciativa no se desmovilizan una vez ganado el referéndum. Con el resultado de la consulta, parece haber llegado el tiempo de presentar a los responsables políticos exigencias fundamentadas en resultados de la democracia participativa.

Ahora, a por una hoja de ruta para elaborar la ley de expropiación

En este sentido, Rouzbeh Taheri, otro de los responsables de Expropiar a Deutsche Wohnen y Compañía, señalaba en la noche electoral al diario berlinés Der Tagesspiegel que en la iniciativa esperan que “independientemente de cuál sea la próxima coalición de gobierno [en Berlín], ésta escriba una hoja de ruta clara para la elaboración de una ley de socialización y que empiece a prepararla inmediatamente”.

A favor de su causa, Taheri, Kusiak y compañía no sólo tienen el resultado del referéndum. Los sondeos que se hacen en Berlín sobre qué problemas preocupan más a los capitalinos dan cuenta de que los relativos a los alquileres y a la vivienda figuran en primera línea. Eso explica, por ejemplo, que de cara a los comicios locales, un 32% de los votantes considerara que el alquiler y la vivienda era el tema más decisivo a la hora de depositar su voto, según una reciente encuesta del instituto Civey publicada por Der Tagesspiegel.

La crónica política local indica que el éxito de Expropiar a Deutsche Wohnen y Compañía jugará un papel importante en las próximas negociaciones para formar equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Berlín. Los militantes berlineses del movimiento de inquilinos esperan que así sea.

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