Bruselas acelera la revisión de la prohibición de coches de combustión en 2035 como pide la industria
Nuevo varapalo para la transición ecológica en la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha mandado una carta al Consejo Europeo sobre la competitividad en la que avisa de que pretende “acelerar la revisión del reglamento sobre los estándares de emisiones de CO2 para automóviles y furgonetas”, que ahora estará terminado para finales de 2025 frente a 2026. La UE aprobó la prohibición de la venta de coches y furgonetas diésel y gasolina a partir de 2035, una medida que ahora se supone que se va a revisar.
La presidente de la Comisión Europea trata de asegurar así que la futura legislación esté más cerca de las peticiones de la industria del automóvil. “Al preparar la revisión, también estamos evaluando el papel de los combustibles cero y de bajo carbono en la transición hacia el transporte por carretera de cero emisiones más allá de 2030, como los e-combustibles - a lo que ya me comprometí en las Directrices Políticas - y los biocombustibles avanzados”.
Alemania e Italia han mandado un memorando conjunto a la Comisión Europea en la que piden que los vehículos “impulsados por combustibles renovables” sigan siendo permitidos para la fabricación más allá de la fecha límite y se tenga en cuenta a los automóviles el “reconocimiento de vehículos de bajas y cero emisiones distintos de los vehículos eléctricos de batería más allá de 2035”, según publica Euractiv.
Como en otras ocasiones, Von der Leyen ha insistido que la descarbonización “debería incluir suficiente flexibilidad para garantizar una implementación rentable y neutral en cuanto a la tecnología”, es decir, Von der Leyen se abre a modificar el objetivo de la prohibición de la venta de coches y furgonetas que usen diésel y gasolina a partir de 2035, que la UE aprobó definitivamente en 2023.
Tal y como ha propuesto la industria del automóvil, la presidenta de la Comisión Europea propone “acomodar las diferentes circunstancias nacionales de los Estados miembros” al proceso de descarbonización en la industria del automóvil.
Desde el inicio de la nueva legislatura con Von der Leyen como presidenta, la Comisión Europea ha iniciado un camino para reducir o eliminar las medidas que desarrolladas en la agenda verde. Con los justificantes de la “simplificación” de las gestiones empresariales o la competitividad de sectores específicos, Bruselas se deja llevar por las presiones de los intereses económicos y la amenaza de las propuestas de la ultraderecha.
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