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Sant Cugat, uno de los municipios más ricos de Catalunya, concentra el 11% de las plantas inscritas en el registro de autoconsumo

Instalación de autoconsumo en una casa particular realizada por la comercializadora Holaluz.

Antonio M. Vélez

Sant Cugat del Vallès (Barcelona), el segundo pueblo más rico de Catalunya y uno de los de mayor renta de España, concentra más del 11% de las instalaciones inscritas en el Registro de Autoconsumo de Catalunya (RAC) que acaba de hacer público el Departamento de Empresa y Conocimiento de la Generalitat.

Los datos del RAC reflejan que Sant Cugat (90.664 habitantes) es con diferencia el municipio catalán con más plantas de este tipo. Tiene 110, muy por delante de Barcelona (62), con una una potencia media de 3,6 kilovatios (kW).

Sant Cugat es, según la Agencia Tributaria, séptimo en el ránking de pueblos más ricos de España y segundo de Catalunya, con una renta disponible neta anual de 39.089 euros por habitante, solo superada en esa comunidad autónoma por Avinyonet del Penedés, un pequeño pueblo de 1.669 habitantes que el año pasado saltó del número 252 al 2 del ránking estatal, posiblemente, por la mudanza de una gran fortuna a su término municipal.

Sant Cugat fue uno de los ayuntamientos pioneros en implantar bonificaciones al impuesto de bienes inmuebles (IBI) por instalar placas de autoconsumo. Estas desgravaciones se han convertido en una práctica muy habitual en muchos consistorios. Según un estudio publicado la semana pasada por la Fundación Renovables, el 62% de los municipios mayores de 100.000 habitantes ofrecen descuentos en el IBI por la instalación de estos sistemas. En Sant Cugat, la desgravación alcanza el 50% de ese impuesto, el máximo que permite la ley. Una instalación puede amortizarse así en los cinco primeros cinco años en el caso de casas que paguen entre 2.000 y 3.000 euros al año de IBI.

966 instalaciones

Catalunya se ha adelantado con este registro al resto de regiones españolas y ha sido  la primera en publicar estos datos, que ilustran el crecimiento de esta tecnología tras la derogación, hace un año, del denominado impuesto al sol que intentó implantar el Gobierno del PP. El RAC da cuenta de un total 966 instalaciones (todas fotovoltaicas, salvo una hidroeléctrica) inscritas entre el 31 de octubre de 2018 y el pasado 30 de septiembre con una potencia que suma 15.924,9 kilovatios (kW). 

Son cerca de 16 megavatios (MW), una cifra todavía “pequeña”, dice el director general de la patronal UNEF, José Donoso, que cree que “es un poco prematuro” todavía para sacar conclusiones porque “hay que esperar a que afloren todos los proyectos”. En el caso de Sant Cugat, “es pronto porque puede tratarse de plantas que haya hecho una empresa determinada que haya decidido regularizar todos los proyectos”, indica Donoso. 

Este registro recoge las instalaciones de autoconsumo tramitadas en el último año bajo el Real Decreto 15/2018, de 5 octubre (que eliminó el citado impuesto al sol) y el 244/2019, de 5 de abril, que reguló las condiciones administrativas, técnicas y económicas de esta modalidad energética, a la que España se ha incorporado con mucho retraso con respecto a otros países europeos como Alemania, Portugal o Reino Unido. En la práctica, va a recoger la inmensa mayoría de instalaciones conectadas a la red, pero “hay muchos proyectos agrícolas que trabajan sin conexión a la red” y que no figuran en ese registro, recuerda Donoso.

Tras Sant Cugat figuran en el ranking catalán con más plantas inscritas Barcelona, con las citadas 62 instalaciones que suman 1.043 kW, y otras localidades en esa misma provincia como Vallirana (52 plantas), Casteldefells (33), Terrassa (25), Sabadell (21) y Cervelló (18). También destacan otras como Rubí (11) y Aviá (10), que se han mostrado muy activas en la promoción de iniciativas de democratización de la energía.

Las plantas inscritas en el RAC tienen una potencia promedio de 16,48 kW y van desde apenas 0,48 kW hasta los 2,18 MW de una ubicada en la localidad de Gurb (Barcelona).

La inmensa mayoría de las instalaciones inscritas están acogidas a la modalidad de producción de electricidad con excedentes. 777 están acogidas a la opción de excedentes con un mecanismo de compensación simplificado para la energía sobrante; otras 23 no tienen mecanismo de compensación y tienen varios contratos de suministro y otras 131 están inscritas en la sección de instalaciones sin excedentes.

Hasta ahora, la descoordinación entre Administraciones y empresas y el retraso en la publicación de una serie de procedimientos por parte de Red Eléctrica y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) han convertido en casi imposible la tarea de compensar en la factura la energía producida en plantas de autoconsumo que no se destina al autoabastecimiento. 

Uno de los pasos que espera el sector para ello es la puesta en marcha de un registro estatal de instalaciones que solo tendría fines estadísticos y que se nutriría de los respectivos registros autonómicos. El decreto de abril daba seis meses para crearlos, pero Catalunya es la única que hasta ahora ha hecho los deberes. “A nivel andaluz, no se ha creado un registro”, reconoció por ejemplo la semana pasada la Junta de Andalucía.

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