El misterio del Magritte subastado por una rama de los March y las equivocadas pesquisas del Ministerio de Cultura
El Ministerio de Cultura ha preguntado recientemente a una rama de la familia March dónde está y a quién pertenece un cuadro del pintor surrealista belga René Magritte cuya inclusión en el listado de Bienes de Interés Cultural del Reino de España solicitó la saga de multimillonarios mallorquines hace 34 años, lo que les obliga a facilitar esa información al Estado, tal y como advirtieron los asesores de la familia en un correo electrónico remitido en febrero al que ha tenido acceso elDiario.es
La pieza, procedente de la herencia del mecenas, coleccionista y bibliófilo Bartolomé March, lleva años sin formar parte del patrimonio histórico español. Los March la subastaron en Christie´s hace diez años por 1,9 millones de euros. El ministerio, preguntado por este asunto, dice ser consciente de esta circunstancia. Asegura que la obra figuraba en su base de datos de bienes protegidos por “error” y subraya que los March obtuvieron un permiso para exportarla en noviembre de 2009.
¿Por qué ha preguntado Cultura por un cuadro cuya venta autorizó hace más de una década? Según el Ministerio, todo se debe a que su base de datos de bienes de interés cultural acumula numerosos errores y está pendiente de actualizar.
El cuadro en cuestión es un óleo sobre lienzo que representa una barra de pan pintada por el artista belga en 1936. Se titula L´Avenir y, tras el fallecimiento en 1998 del hijo bohemio del banquero y contrabandista Juan March Ordinas, Bartolomé March Servera, correspondió por reparto a una de sus hijas, Leonor March Cencillo. Según muestra la web de esa conocida casa de subastas, L`Avenir fue vendido el 23 de junio de 2010 por 1,609 millones de libras (más de 1,9 millones de euros, al cambio de entonces).
La nieta de Juan March a la que correspondió por herencia el cuadro, Leonor March, es prima hermana de los banqueros Juan y Carlos March, dueños de la Banca March y la Corporación Financiera Alba y accionistas del grupo Securitas Direct a través de Alba junto con un nutrido grupo de fortunas españolas. Leonor March, hija de Bartolomé March y de María de los Desamparados Cencillo, condesa de Pernía, se casó en 1970 con Francisco Javier Chico de Guzmán y Girón, duque de Ahumada (descendiente del fundador de la Guardia Civil) y Grande de España.
Según fuentes próximas a la familia, a principios del pasado febrero, casi diez años después de la venta del Magritte y semanas antes de estallar la pandemia, funcionarios de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura se pusieron en contacto con ellos para remitirles un requerimiento de información sobre la situación de decenas de obras de arte incluidas en la herencia de Bartolomé March.
Entre esas obras, cuyo valor de mercado conjunto es de muchas decenas de millones de euros, están L`Avenir y el famoso tríptico medieval de Biniforani por cuya propiedad esta discreta rama de los March ya se enzarzó públicamente en 2004, y que acabó en manos de otra hija de Bartolomé, María Dulce 'Marita' March, casada en 1970 con otro representante de otra de las familias más ricas de España, Alfonso Fierro Jiménez Lopera.
En el listado de obras por las que preguntó Cultura también figuraban otras como La Condesa-Duquesa de Benavente, de Goya (también de Marita) y otras de autores contemporáneos como Antonio López o Juan Gris (Nature norte à la nappe blanche), y de Murillo (Virgen con el niño y San Juan), según explican fuentes cercanas a los March.
Esas fuentes añaden que varias fueron asignadas en el reparto de la herencia a Ana María Chico de Guzmán y March, hija de Leonor, y que lleva años en concurso de acreedores como persona física, como consecuencia de las millonarias deudas del empresario y aristócrata José María Castillejo de Oriol, expresidente de Zinkia (propietaria de Pocoyó), con quien se casó en 1997. La Agencia Tributaria llegó a embargarle más de 800.000 euros por deudas en el IRPF de 2009 y 2010.
Un trámite “rutinario”
Fuentes del Ministerio de Cultura confirman esa petición de información a los March. Pero aseguran que se trata de un trámite “rutinario” para actualizar las bases de datos del patrimonio histórico español, en la que a día de hoy todavía figura el expediente de esa obra de Magritte desde noviembre de 1986. A preguntas sobre este asunto, Cultura dice que si todavía aparece ahí L´Avenir se debe a un “error” en ese registro. El Ministerio asegura que la obra “se podía vender”, porque todo apunta a que tenía permiso de exportación antes de ser subastada.
Así, según Cultura, “el 14 de octubre de 2009 Leonor March pidió el permiso de exportación, que se concedió el 2 de noviembre de ese mismo año”, si bien “posteriormente, la familia renunció al permiso”.
Ya en 2010, según Cultura, “hubo otra petición de exportación de varias obras” de los March, en una fecha que el ministerio no alcanza a precisar. Entre esas obras estaría “casi con toda seguridad”, el Magritte que acabó subastado en Christie´s.
En Cultura señalan que el primer permiso “nos hace suponer con toda certeza que el Estado español no ha puesto ninguna traba a que esa pieza se venda en un mercado extranjero”. “Si recibió el permiso de exportación una vez se da por sentado que no supone un riesgo”, por lo que “irregularidad, ninguna”.
“No es una pieza que haya presentado un problema o se considere un riesgo de pérdida de patrimonio histórico español”, según Cultura, que reconoce que el inventario de su base de datos contiene “errores” y “se está poniendo al día”. “Por eso se han enviado cartas, para certificar algunos detalles”.
“Es obligatorio”
El pasado 6 de febrero, tras recibir la solicitud de Cultura, la economista y fiscalista Begoña Zamorano, asesora de confianza de Leonor March Cencillo, indicó a la multimillonaria y a sus descendientes, en un correo electrónico al que ha tenido acceso elDiario.es, que el objetivo del ministerio con esa petición era “determinar quien es el propietario de los cuadros y en qué lugar de encuentran”.
Zamorano recordó a los March que, en 1986, a través de Antonio Quart, abogado de confianza de Bartolomé March y uno de los tres albaceas y contadores/partidores de su herencia, se solicitó que “se iniciaran Expedientes (un expediente por cada cuadro) para la inclusión de Bienes de Interés Cultural o Patrimonio Protegido de los cuadros”, lo que da derecho a una serie de ventajas fiscales a los dueños de esas obras.
Zamorano también recordó a los March que, de acuerdo con el Real Decreto 111/86 de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, “es obligatorio comunicar tal información, sin embargo puede solicitarse el cierre del expediente, y la Administración decidirá” en función de cada uno de ellos.
Ese real decreto dice que los propietarios de obras de arte “comunicarán por escrito al órgano encargado de la protección del Patrimonio Histórico Español de la Comunidad Autónoma en cuyo ámbito territorial radique el bien, la existencia de éste antes de proceder a su transmisión a terceros haciendo constar, en su caso, el precio convenido”.
Zamorano, que ha sido recientemente designada vicepresidenta de la Federación de Golf de Madrid, es consejera de la sicav que preside Leonor March, Marcen Inversiones, que cerró el tercer trimestre con un patrimonio de 3,25 millones, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En esa sicav, además de Zamorano y Leonor March, figura como consejera la panameña Auxiliadora Altamirano, conocida en los ambientes de la alta sociedad como 'Queenie' Altamirano. Se trata de una persona de absoluta confianza de Leonor March que durante más de tres décadas ejerció como embajadora para Asuntos Económicos de Panamá ante la Unión Europea.
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