El Banco de España recoge por primera vez las tensiones políticas en Catalunya como un riesgo para la economía
El Banco de España ha incorporado por primera vez a su escenario de previsiones el riesgo que pueden suponer para la economía economía española las tensiones en Catalunya. Lo ha hecho en sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2017-2019.
Por el momento no han detectado ninguna consecuencia para la coyuntura empresarial o financiera de la situación de enorme tensión política que se vive en la actualidad por la convocatoria del referéndum del 1 de octubre. Los indicadores sobre el consumo o la inversión empresarial que utilizan para sus análisis son todavía referidos los meses precedentes, cuando aún no se había producido una escalada de desafíos políticos y legales entre el Gobierno central y la Generalitat. Pero la información a tiempo real que ofrece la prima de riesgo o la retirada de depósitos bancarios tampoco da ninguna indicación de que el mercado esté preocupado por lo que está ocurriendo en Catalunya.
Sin embargo, a futuro, el supervisor asegura: “En cuanto a los riesgos que rodean a las proyecciones de crecimiento del PIB, en el plano interno, las tensiones políticas en Cataluña podrían afectar eventualmente a la confianza de los agentes y a sus decisiones de gasto y condiciones de financiación”.
“Evidentemente hay un elemento incertidumbre sobre la economía española”, ha admitido al respecto el director de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos en la presentación del informe. Lo que se vería afectado, ha explicado, serían las condiciones de financiación de la economía en su conjunto. Un empeoramiento del riesgo soberano español se trasladaría a una subida de los tipos de interés que pagan los hogares y las empresas, ha especificado.
Ligera desaceleración de la economía
No obstante, en su escenario central (el que considera más factible), el Banco de España no incorpora de momento ningún efecto de las tensiones políticas en Catalunya. “La desaceleración muy ligera que proyectamos del 0,9 al 0,8% para el tercer trimestre es algo que ya anticipábamos en junio”, ha explicado De Cos.
La economía española ha mejorado a ritmos por encima del 3% en 2015 y 2016, y así seguirá siendo en 2017. Para los años posteriores se espera que el PIB siga creciendo, pero menos. En concreto, si este ejercicio el Banco de España mantiene una previsión de crecimiento del 3,1%, para 2018 se moderará hasta el 2,5% y 2,2% en 2019.
El supervisor prevé una prolongación en el periodo 2017-2019 de la “actual fase expansiva” por “los avances en la corrección de los desequilibrios de la economía”. Del lado contractivo, contemplan el progresivo agotamiento de algunas decisiones de gasto de hogares e inversión empresarial que se habían ido posponiendo durante la crisis, el final del tono expansivo de la política fiscal y el fin del efecto de las caídas del precio del petróleo.
En todo caso, no prevén un brusco fin de los estímulos del Banco Central Europeo que se vaya a traducir en una inmediato encarecimiento de las condiciones de financiación.
Una prórroga presupuestaria, positiva para el déficit
En cuanto a los problemas del Gobierno para sacar adelante sus presupuestos de 2018 por la falta de apoyo parlamentario (de nuevo por el problema catalán), De Cos ha considerado que el escenario de dificultades para conformar mayorías no es muy distinto al de los últimos años.
De hecho, ha recalcado que si se prorrogan los presupuestos de 2017, el gasto será más restrictivo (sin rebajas de IRPF o convocatorias de empleo público como las previstas). Por lo tanto “una prórroga facilitaría el cumplimiento de los objetivos de déficit”, ha afirmado. En todo caso, ha recordado que la intención del Gobierno es aprobar unos nuevos presupuestos “a finales de diciembre o principios de enero”.
Mejora en el empleo
El Banco de España cree que el nivel de desempleo mejorará y se situará por debajo del 13% a finales del 2019. Aunque De Cos ha admitido que no sabe en qué sectores podrían aumentar los puestos de trabajo (un reciente informe advierte del agotamiento en los sectores de la construcción y turismo), sí ha destacado que ve poco factible que puedan crearse muchos más empleos de baja cualificación.