El fondo de rescate bancario cerró 2020 con 3.600 millones en pérdidas por la caída de valor de Bankia antes de la fusión

El FROB, como se conoce al fondo de rescate bancario, se anotó 3.639 millones de euros de pérdidas en 2020, frente a las de 282 millones de un año antes. La sociedad estatal, propietaria entonces del 61,8% de Bankia y actualmente del 16% de CaixaBank, achaca el incremento notable de las pérdidas a los “efectos contables” de la fusión entre ambas entidades.

El FROB señala en un comunicado que ha estimado el valor contable que tenía a cierre de 2020 la participación en BFA, la sociedad que fue rescatada y a través de la cual era accionista de Bankia. Como consecuencia de los efectos contables de la fusión, señala el organismo que el patrimonio neto de BFA se ha reducido hasta los 5.975 millones. En 2019 el valor neto que se le otorgaba a esta participación era de 9.530 millones Esto ha provocado un impacto negativo en sus resultados de 3.556 millones

Sin embargo, el FROB contextualiza estos datos y señala que estos resultados no tienen en cuenta la “positiva evolución” que desde el anuncio de la operación entre CaixaBank y Bankia ha tenido el valor de la participación del Estado. El organismo estima que se ha revalorizado en 1.421 millones de euros, más de un 73%.

A las pérdidas que ha provocado los ajustes contables de BFA, el FROB añade otro efecto procedente del rescate bancario. En concreto, se ha anotado 12 millones de pérdidas, debido a la actualización de la estimación de los costes de las garantías otorgadas en los procesos de venta de entidades rescatadas. El FROB únicamente cuenta con 21 millones de euros en ingresos, procedentes no de los Presupuestos Generales sino de la tasa que tienen que pagar los bancos para su financiación.

El FROB cerró el año con 40 empleados, cuatro menos que el año pasado, y con un patrimonio negativo de 1.390 millones que, según recuerda, no afecta ni al déficit ni a la deuda pública.