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La inflación subió casi un punto en septiembre, al 3,5%, por la energía y sin tregua en los alimentos

A finales de junio, el Gobierno prorrogó la rebaja del IVA a algunos alimentos básicos. Esta reducción de impuestos sigue vigente hasta el 31 de diciembre al superar la inflación subyacente el 5,5% en septiembre.

Daniel Yebra

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La inflación subió al 3,5% en septiembre por el encarecimiento de la electricidad, los carburantes y los alimentos respeto al mismo mes del año pasado. Las subidas de precios aceleran a un ritmo no visto desde abril, tras moderarse por debajo del 3% desde junio, según el cálculo del IPC (Índice de Precios de Consumo) del INE (Instituto Nacional de Estadística).

El IPC subyacente o estructural, que excluye los precios energéticos y de los alimentos frescos por considerarlos más volátiles, ha caído al 5,8%, un mínimo de 14 meses. Aunque al quedarse por encima del 5,5% interanual, la reducción del IVA de los alimentos básicos seguirá hasta final de año. Así lo anunció el Gobierno en junio.



En los supermercados está el mayor foco de preocupación. La inflación interanual de los alimentos se mantuvo en el 10,5% en septiembre, al igual que en agosto. No da tregua. Si se observa el encarecimiento acumulado, el precio de los alimentos en general ha aumentado un 20,6% hasta septiembre desde que Rusia decidió invadir Ucrania, en febrero de 2022. Con casos asfixiantes como el aceite de oliva.

El oro líquido ha escalado algo más de un 80% desde febrero de 2022. Y otros productos básicos como la leche, los huevos o las patatas lo han hecho cerca de un 30%. El azúcar, hasta un 50%. Solo de septiembre a agosto, el aceite de oliva dio un salto del 10%. Y respecto al mismo mes de 2022 de alrededor del 60%.

Los supermercados exprimen la crisis de precios

Los datos demuestran que la mayoría de las empresas de alimentación están exprimiendo estas subidas de precios y han recuperado la rentabilidad previa a la pandemia y al inicio de la crisis de inflación. El último informe del Observatorio de Márgenes, que calculan conjuntamente Economía, la Agencia Tributaria y el Banco de España, señala que la agricultura y los supermercados siguieron mejorando su capacidad de convertir las ventas en beneficios gracias al abaratamiento de los costes de los últimos meses.

Dentro de la cadena alimentaria, solo se queda por debajo la denominada industria agroalimentaria (transporte, almacenamiento...), según los datos procedentes de los modelos de IVA y retenciones de los rendimientos del trabajo de la Agencia Tributaria hasta junio de este año. “Los márgenes sobre ventas [la rentabilidad de las empresas, en términos más llanos] de la cadena alimentaria siguieron recuperándose en el segundo trimestre gracias al abaratamiento de los insumos [los bienes y servicios necesarios para la producción, como la energía, los fertilizantes]”, destaca el informe del Observatorio de Márgenes, publicado este martes.

Durante las confinamientos y, posteriormente, con las restricciones a la movilidad por la crisis sanitaria, el sector de la alimentación también aumentó su rentabilidad, que se desplomó en 2022 con el shock de la invasión rusa de Ucrania y el inicio de la crisis de inflación por la escalada de los precios energéticos.

Explicado en otros términos, desde finales de 2022, el sector de la agricultura y los supermercados han seguido subiendo los precios, según se ha venido viendo en los datos de inflación de los últimos meses, pese a que sus costes han caído, sobre todo los carburantes, el gas, la electricidad y también otras materias primas, así como los fertilizantes. Al exprimir así la inflación, trasladándola en su mayor parte a los precios que paga el consumidor, se obtienen más beneficios, como ocurrió en la primera fase de la crisis de precios y extraordinariamente en el sector energético.

Primera caída mensual de la inflación subyacente desde enero

De vuelta a los datos, la vida en general es un 3,5% más cara que hace un año. Y eso que en septiembre de 2022 los precios ya aumentaron un 8,9% respecto a 2021. La inflación está siendo muy pegajosa y persistente, y vuelve a repuntar porque se han encarecido los carburantes y la electricidad respecto a los niveles de hace un año, cuando el descuento a los carburantes de 20 céntimos para todos los conductores y el tope al gas consiguió moderar la escalada por el impacto la invasión rusa de Ucrania. Es lo que los expertos definen como efecto base, que en la primera parte de este 2023 favoreció la caída del IPC y ahora actúa al contrario.



Si se observa la evolución de mensual de los precios, en septiembre respecto a agosto, y no la interanual, la vida es un 0,2% más cara. Pero, en el cálculo subyacente, el INE recoge la primera caída mensual de este IPC estructural desde enero. Esto ocurre precisamente porque el principal repunte este mismo mes es en los precios energéticos.

Medidas anti inflación

Recientemente, el Gobierno no ha descartado renovar en 2024 el resto de medidas que están vigentes para aliviar el daño de la inflación a las familias y a las empresas, como el tope al gas, la rebaja de los impuestos a la electricidad o los descuentos en el transporte público.

“España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la eurozona”, defienden desde el Ministerio de Asuntos Económicos. “Las medidas de política económica adoptada por el Gobierno están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios”, inciden desde el departamento de la vicepresidenta económica Nadia Calviño.

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