El precio de la luz cae apenas un 1% este sábado pese a la menor demanda del fin de semana

El precio medio del mercado mayorista de electricidad va a bajar este sábado apenas un 1%, hasta 150,78 euros por megavatio hora (MWh), respecto al récord histórico de 152,32 euros/MWh de este viernes, cuando superó por primera vez la barrera de los 150 euros/MWh.

Pese a la ligera caída, es el segundo precio más elevado de la historia y un récord para este día de la semana. En fin de semana, la cotización del mercado mayorista suele caer por la menor demanda de la industria.

En comparación con el resto de países de la UE, los precios de España y Portugal (que tienen sus mercados eléctricos integrados) son con mucho los más elevados del continente, muy por encima de los altos precios registrados para este sábado en los mercados mayoristas de Italia (más de 139 eros) o Alemania y Francia (139 euros).

El precio del denominado pool para este sábado más que triplica los 40 euros/MWh del segundo sábado de septiembre de 2020. Atendiendo a las franjas horarias, la más barata tendrá lugar entre las 5 y las 6 horas, cuando bajará a 120,48 euros. Por el contrario, la más cara se dará entre las 22 y las 23 horas, cuando se disparará a un récord de 165 euros. La nueva estructura de peajes que penaliza el consumo en las horas más caras de los días laborables difuminará algo el efecto, al ser hora valle durante todo el fin de semana.

El pool, cuya cotización se ha duplicado con respecto a mayo, sigue sin dar tregua, impulsado por los precios récord del gas en Europa y los máximos históricos del CO2, a lo que en España se ha sumado la parada no programada, en la mañana del jueves, de la central nuclear de Cofrentes (Valencia), propiedad de Iberdrola, que sigue sin verter energía a la red.

La escalada y la alarma social por estas subidas han llevado al Gobierno a preparar un paquete de medidas para mitigar su impacto mediante un plan de choque que prevé aprobar el Consejo de Ministros del próximo martes. El objetivo es que se cumpla la promesa del presidente, Pedro Sánchez, de que a finales de 2021 los precios para el consumidor sean similares a los de 2018, una vez descontada la inflación.

El Gobierno prepara la prórroga de las rebajas fiscales ya en vigor (del IVA y el impuesto a la generación del 7%) hasta la próxima primavera. También se plantea aprobar una rebaja del impuesto a la Electricidad, que grava el recibo con el 5,11% y está cedido a las comunidades autónomas.

Sobre la mesa también está también una reforma de la tarifa semirregulada del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) al que hay acogidos unos 11 millones de consumidores domésticos, para hacerla menos dependiente del pool, al que está directamente indexado el coste de la energía.

Esto evitaría que el precio diario acabe en las portadas de todos los medios cada vez que hay un récord. Según la vicepresidenta Teresa Ribera, esta medida la han pedido las asociaciones de consumidores. Las dos más importantes, Facua y la OCU, lo niegan.

El Gobierno también prepara unas subastas que obliguen a las grandes eléctricas a ceder parte de su energía, un mayor control de las presas hidroeléctricas y un suministro mínimo vital para los hogares más vulnerables.

Se supone que para la primavera remitirá la actual tormenta de precios energéticos, vinculada a la espiral alcista del gas, derivada de los bajos niveles de almacenamiento de esta materia prima en Europa de cara al invierno, la fuerte demanda asiática y la incertidumbre sobre el suministro desde Rusia, entre otros motivos. A ello se suma el encarecimiento del CO2. Esta semana ha superado por primera vez los 62 euros por tonelada.

Este viernes, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha señalado que “el recibo de la luz se ha convertido en el gran problema de la sociedad española” y “está dificultando que la recuperación sea justa”.

En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, la ministra ha indicado que el precio de la luz es “el gran problema” de los autónomos y las pymes y que también es un “enorme problema” para las grandes empresas electrointensivas, que consumen “muchísima energía”.