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Cuatro destinos para vivir experiencias en plena naturaleza

Parador de Gredos

Paola Amigo

Cuando el cuerpo pide desconexión, es momento de parar y de pedirle ayuda a la naturaleza. De buscar un plan que nos saque de nuestro día a día, que nos lleve a rincones tranquilos y con encanto en los que el aire puro llene nuestros pulmones. Para poder hacer todo esto a través de un turismo sostenible y responsable, en el que se entra en contacto con el entorno y su gente, Paradores tiene en marcha el proyecto Naturaleza para los Sentidos.

Un programa de actividades pensado para promover el ecoturismo, los beneficios sociales, ambientales y económicos en los territorios en los que se ubican sus Paradores. De modo que el viajero puede conocer de primera mano, y de forma respetuosa, todo lo que la naturaleza y la cultura del lugar pueden ofrecer.

Paradores como los de Cangas de Onís en Asturias, Bielsa en Huesca, Villafranca del Bierzo en León y Gredos en Ávila se han unido a este proyecto que ha sido creado en colaboración con la Fundación Global Nature y que está gestionado por las empresas locales que participan. De manera que todos ellos ofrecen diferentes actividades que, además de suponer un aliciente extra para su visita, contribuyen a divulgar la importancia de proteger el entorno natural y a preservar la vida rural al ayudar económicamente a la zona. 

Cangas de Onís: a los pies de Picos de Europa

El Parador de Cangas de Onís, en Asturias, a orillas del río Sella y ubicado en el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva, fue pionero en el programa Naturaleza para los sentidos. Y El rebeco, rey del Parque, es un buen ejemplo de ello. Con esta propuesta podremos adentrarnos en el macizo central del Parque Nacional en un 4x4 y con la ayuda de un guía conocer de cerca esta especie tan típica de los Picos de Europa. 

Mientras que si lo que quieres es combinar cultura con naturaleza, Los perros pastores y las ovejas xaldas te permitirán conocer de primera mano cómo los perros border collie manejan el ganado y cómo se comunican con los pastores.

Las Gargantas de Ponga y otros tesoros escondidos te llevarán a conocer pueblos perdidos y aislados del progreso, el escenario idílico para la biodiversidad donde la arquitectura típica, con sus hórreos beyuscos, son ya parte del paisaje más tradicional. Aunque quizá el plan más sugerente para muchos, sobre todo para los amantes de la gastronomía, sea Sabores de la tierrina. Una experiencia para descubrir los quesos más representativos de Asturias de la mano del experto Lluis Nel, con cata de sidras incluida.

Gredos: donde los muros cuentan historias

En la provincia de Ávila y en plena Sierra de Gredos, aquí encontrarás el primer hotel de la red de Paradores. El Parador de Gredos abrió sus puertas en 1928 y eso hace que sus muros tengan mucho que contar. 

A través de Palabras con Historia podremos recorrer el Parador para descubrir estancias donde se alojaron reyes y salas donde tenían lugar reuniones secretas que marcaron el curso de la historia política de nuestro país. Aquí, sin ir más lejos, en 1978 se consensuaron las líneas generales de la Constitución española 50 años después de la inauguración del Parador. Y hoy a través de su visita, además de poder adentrarnos en sus caballerizas y en los bosques que rodean el hotel, podemos disfrutar de la tranquilidad y las vistas que este balcón de Gredos tiene que ofrecer.

Bielsa: una inmersión en la naturaleza de los Pirineos

Los Pirineos siempre son el refugio perfecto cuando queremos huir de las prisas del día a día. En una ubicación privilegiada a los pies de Monte Perdido, en Huesca, el Parador de Bielsa pone al alcance de nuestra mano una inigualable riqueza paisajística con praderas, bosques y lagos de montaña. 

Para despertar tus sentidos en pleno Pirineo oscense, puedes empezar por darte un Baño de bosques en plena naturaleza, una propuesta que te pondrá fácil tomar conciencia del espectacular entorno que te rodea a través de un viaje en un bosque pirenaico. 

Después, para añadir cultura y gastronomía, El Cañón de Añisclo y los sabores pirenaicos nos permite recorrer en 4x4 el cañón del Añisclo y los pueblos que lo rodean. Descubre las aldeas más recónditas de la zona, que sobreviven gracias a la capacidad de sus habitantes para producir productos de calidad como quesos, panes y dulces.

Y como estamos en los Pirineos, no deberíamos dejar pasar la oportunidad de conocer Las montañas del quebrantahuesos, una actividad con la que acercarnos al proyecto de recuperación del quebrantahuesos y con el que comprender la histórica relación de este ave amenazada con la ganadería extensiva del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Villafranca del Bierzo: cultura y naturaleza a partes iguales

En el extremo de León que ya casi toca con Galicia, donde los valles y los bosques han sido hogar de villas monumentales, el Parador de Villafranca del Bierzo es el enclave idóneo desde el que conocer una de las regiones más singulares del país. 

Por un lado, a través del Valle del Silencio, podremos recorrer en bicicleta de montaña eléctrica la Tebaida Berciana para adentrarnos en valles aislados en los que descubrir pequeños pueblos de piedra y pizarra de arquitectura original. 

Si te gusta descubrir misterios, Descifra la historia permite descubrir la propia capital del Bierzo a través de un scape room con el que recorrer sus calles y monumentos de una manera original y divertida. De modo que resolviendo enigmas, siguiendo pistas y leyendo mapas podremos conocer todos los secretos que esconde Villafranca. 

Después, a través de Puentes colgantes que unen caminos y tradiciones podremos recorrer las dos orillas del río Sil que se unen por puentes colgantes recientemente restaurados, mientras que planes como La abeja reina nos llevará a conocer la apicultura tradicional de la zona a través de los campos de cultivo del Bierzo, donde el Parador de Villafranca ha apadrinado una colmena que utiliza para elaborar los platos de la carta de su restaurante.

Mientras que si lo que queremos es conocer una vieja mina de oro de época romana que ha marcado el paisaje del Bierzo desde hace dos milenios, entonces lo nuestro será animarnos con Las Médulas a caballo.

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