El tabaco y la edad: los dos grandes enemigos del cáncer de vejiga
La vejiga es un órgano hueco en la pelvis que almacena la orina antes de que esta salga del cuerpo durante la micción. Como otras partes del tracto urinario, la vejiga está revestida de una capa de células llamada urotelio. Cuando estas células, llamadas uroteliales, cambian, crecen sin control y se transforman en células malignas, es cuando empieza el cáncer de vejiga, el noveno más común en todo el mundo.
El cáncer de vejiga afecta sobre todo a hombres fumadores a partir de los 50-55 años ya que el riesgo de sufrir esta enfermedad aumenta con la edad. La incidencia en España es de las más altas del mundo, llegándose a situar como el cuarto tumor más frecuente en hombres, tras el cáncer de pulmón, de próstata y colorrectal, según la Asociación Española contra el Cáncer.
Los principales síntomas del cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga suele ser asintomático. Sin embargo, el primer signo más común es la presencia de sangre en la orina, conocido como hematuria, aunque tener sangre en la orina no siempre significa que se tenga cáncer de vejiga. De hecho, alrededor del 9% al 18% de personas sanas pueden tener hematíes en orina, lo que corresponde a una microhematuria. Y, para la mayoría de los casos, la causa no es el cáncer.
Pero el sangrado, cuando hay cáncer y a diferencia de otros casos, es “muy llamativo y casi siempre acompañado de coágulos”, reconoce la doctora Carmen González Enguita, jefa del Servicio Corporativo de Urología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Infanta Elena de Valdemoro, Rey Juan Carlos de Móstoles y General de Villalba, que en los últimos dos años han trabajado intensamente para atender a todos los pacientes urológicos que lo han requerido, siguiendo las recomendaciones de reacción rápida de Asociación Europea de Urología (EAU).
También pueden aparecer otros síntomas como ardor, dolor o malestar al orinar; tener que orinar con más frecuencia de lo normal durante el día y la noche; o incontinencia urinaria. Aunque estos síntomas pueden deberse a otros problemas urológicos, como una infección del tracto urinario, es importante prestarles atención y acudir al médico para que descarte problemas mayores.
Los factores de riesgo
Cualquier persona puede sufrir cáncer de vejiga pero hay factores como la edad (más del 70% de las personas con cáncer de vejiga son mayores de 65 años) o el sexo (los hombres tienen mayor riesgo que las mujeres) que pueden aumentar el riesgo.
Pero hay más. Como recuerda González Enguita, “el tabaco es el factor de riesgo más relacionado con el desarrollo de cáncer de vejiga”, ya que causa alrededor de la mitad de todos los cánceres de vejiga, tanto en hombres como en mujeres. Como detalla la experta, las personas fumadoras tienen un riesgo 3,47 superior de padecer cáncer de vejiga que las que no fuman.
Lo confirma también una revisión publicada en Environmental Health, según la cual fumar cigarrillos es el principal factor de riesgo para el cáncer de vejiga, un peligro que aumenta con la duración de los años que se ha fumado y la intensidad, es decir, el número de cigarrillos que se han fumado al día.
La orina absorbe y elimina más de 60 productos carcinógenos contenidos en los cigarrillos (como nicotina, monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes), lo que afecta en gran medida a las células de la pared de la vía urinaria, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En estos casos, es muy recomendable la ingesta de agua abundante, más de un litro y medio al día, y vaciar la vejiga con frecuencia para que el tiempo que pasan las células del urotelio expuestas a las sustancias del tabaco sea el mínimo.
Además del tabaco, hay otras causas que se relacionan con el cáncer de vejiga., como la exposición laboral o ambiental a ciertas sustancias químicas, como la bencidina y la beta-naftilamina, usadas en la industria de los tintes, cuero, textiles o pinturas. Por tanto, las personas con ciertas profesiones como los pintores, impresores, peluqueros o conductores de camiones expuestos a sustancias tóxicas de estas características “están en riesgo aumentado de padecer cáncer de vejiga”, según González Enguita.
Vale la pena señalar que pueden transcurrir varios años o incluso décadas entre la exposición a estas sustancias y el cáncer.
El cáncer de vejiga también está relacionado con infecciones o irritación crónicas de la vejiga, como infecciones urinarias, cálculos renales y vesicales, así como la esquistosomiasis, una infección parasitaria, endémica en ciertos países, que puede llegar a la vejiga.
¿Se puede diagnosticar de forma temprana?
Como admite la doctora González Enguita, el cáncer de vejiga se puede prevenir evitando los factores que influyen en su aparición, como dejar de fumar y no exponerse a sustancias químicas. En el caso de que esté causado por otros factores, como la edad o el sexo y cierta predisposición familiar, la prevención es más compleja.
Pero es importante evitar situaciones de irritación crónica vesical como infecciones recurrentes, la litiasis vesical o llevar durante mucho tiempo con sondas y catéteres urinarios.
A día de hoy “no existen programas de diagnóstico precoz” para el cáncer de vejiga. Sí es aconsejable realizar estudios rutinarios en personas de alto riesgo como hombres de 50-55 años fumadores, personas con alto riesgo de exposición a productos químicos o con defectos congénitos anatómicos de vejiga.
Una citología de orina, una prueba que busca células anormales en la orina, puede ayudar a determinar la existencia de este tumor. Aunque se están desarrollando test urinarios que puedan detectar anticipadamente el cáncer de vejiga, todavía faltan más estudios que confirmen su fiabilidad y eficacia.