La lucha contra el plástico suma aliados: reciclaje, energía y circularidad
Reciclar y reutilizar son dos acciones con camino aún por recorrer en España. Pese a que se han incorporado en el día a día de empresas, instituciones y ciudadanía, somos el cuarto país de la Unión Europea por la cola a la hora de procesar el plástico, mientras cada año cada español consume, de media, 22,7 kg de plástico, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
No es solo que entre el 1,5% y 4% de la producción mundial de plástico acabe en los océanos cada año o que cada día se abandonen, en España, 30 millones de latas y botellas de plástico. La omnipresencia de este material hace que la batalla contra el plástico sea compleja y laboriosa, motivo por el cual vuelve a ser el lema del próximo Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemorará el 5 de junio. En esta ocasión la campaña #SinContaminaciónPorPlásticos pretende movilizar a las comunidades de todo el mundo para que apliquen y defiendan soluciones para minimizar el uso de plásticos y sus residuos “inspirándose en la naturaleza”, indica en su página web el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Ecofactorías, las depuradoras de agua del siglo XXI
La circularidad de los recursos y la preservación del medio ambiente son líneas básicas en los planes estratégicos de Veolia, el referente mundial en la gestión optimizada del agua, la energía y los residuos. Por ello la compañía ya implanta soluciones sostenibles que se inspiran en la naturaleza, con resultados medibles en términos de descarbonización, aumento de la energía verde o naturalización de espacios.
Las ecofactorías son una buena muestra del cambio de modelo adoptado por el grupo, de lineal a circular, para reducir el consumo de materias primas y convertir los residuos en nuevos recursos. Se trata de la evolución de las depuradoras de agua tradicionales, que regeneran y reutilizan las aguas residuales y, luego, aplican los tratamientos adecuados para dar a esa agua usos nuevos, como el riego de zonas verdes o la limpieza de calles.
De esta forma los residuos también adquieren un valor nuevo, como biofertilizantes, a la vez que se reduce el consumo energético y se impulsa la renaturalización de las instalaciones, hecho que contribuye a preservar la biodiversidad local mediante acciones como la reintroducción de especies en declive o el uso de flora autóctona.
En este sentido, destacan la ecofactoría Sur de Granada, reconocida como una buena práctica por la publicación European Circular Economy Stakeholder Platform, o la ecofactoría del Baix Llobregat (Barcelona), pionera a escala internacional.
Transformación del plástico
Los sistemas circulares de producción y consumo han demostrado ser más eficientes, al reducir el uso de materias primas, las emisiones y la energía usada en sus procesos, además de transformar los residuos en materias primas de alta calidad. Así, en la planta de reciclaje La Red by Veolia (Sevilla) se gestionan más de 120.000 toneladas de plásticos posconsumo, industriales y agrícolas. La reconversión de todo este volumen en pequeñas partículas de plástico, denominada granza reciclada, sirve para fabricar nuevos productos como film plástico, bolsas de la compra, tapones, tuberías o sistemas de riego.
En TorrePET by Veolia (Badajoz) se recicla PET, el plástico que se usa en botellas, envases y fibras textiles. Cuenta con la certificación de Fin de Condición de Residuo y se ha convertido en la primera planta en España que puede suministrar material apto para el contacto con alimentos, de acuerdo con el nuevo reglamento europeo.
Por otra parte Plastiloop, la plataforma de polímeros circulares de Veolia, sustituye plásticos vírgenes para garantizar el cumplimiento de las normativas europeas y reducir la huella de carbono y el consumo de recursos naturales.
Y con los residuos plásticos que no se pueden reciclar mecánicamente, su poder calorífico se utiliza para la valorización energética. De esta forma se disminuye la dependencia de combustibles fósiles y se evita que los residuos acaben en vertederos.
Inspiración y voluntariado
La naturaleza no solo es fuente de recursos y energía. Para Veolia también es una inspiración a la hora de encontrar soluciones basadas en la naturaleza, como ejemplariza en el parque de El Recorral de Rojales (Alicante). Con el objetivo de mitigar el riesgo de vertidos en caso de lluvias torrenciales, allí se han construido cinco lagunas artificiales con agua regenerada. Así, se ha propagado un paisaje nuevo lleno de vegetación y fauna salvaje.
El compromiso de la empresa con el medio ambiente no es solo cuestión de infraestructuras: con el programa Veolia Cares se anima a los empleados a participar en iniciativas de apoyo a sus comunidades. Un ejemplo es BiObserva Voluntariado, que consiste en la observación y registro de especies de avifauna en las instalaciones de la compañía.
