Intercambio de casas: cómo funciona el turismo colaborativo

El intercambio de casas se basa en la confianza, en la que cada uno cuida la casa de los demás como si fuera la suya propia.

Roberto Ruiz

Bienvenidos al mundo del turismo colaborativo, donde la confianza, la buena fe y las ganas de compartir dan forma a las vacaciones. Bienvenidos al intercambio de casas, ese acuerdo mutuo entre amantes de los viajes en el que dos personas se comprometen a intercambiarse sus viviendas, estén donde estén, para ahorrarse los costes de alojamiento y disfrutar de una experiencia mucho más auténtica y cercana, lejos de hoteles o apartamentos impersonales.

No vamos a descubrir nada nuevo, el intercambio de casas lleva haciéndose muchos muchos años, pero las nuevas redes online han causado una auténtica explosión de este fenómeno al facilitar el contacto entre personas y ofrecer nuevos sistemas que no siempre suponen un intercambio recíproco. Si quieres viajar barato, integrarte en tu destino y que otras personas puedan hacer lo mismo en tu ciudad, toma nota porque esto te interesa.

Cómo funciona el intercambio de casas

Imagina que tú vives en Santander y tienes un amigo que vive en San Diego, California, y que os ponéis de acuerdo para intercambiaros la casa a la vez. Así, cuando tú te quedas en su casa de San Diego él se queda en la tuya de Santander, ninguno de los dos paga alojamiento, el uno le cuida la casa al otro, os dais recomendaciones para visitar vuestras respectivas ciudades y os lo ponéis muy fácil para integraros en un destino nuevo para los dos. Pues así, más o menos, es como funciona el intercambio de casas, aunque de primeras no conozcas a la otra persona, pero con miles de nuevos amigos repartidos por todo el mundo.

Verás que hay varias webs dedicadas al intercambio de casas y que todas ellas funcionan de manera similar, aunque como ahora verás no todas exigen que el intercambio sea recíproco. En el momento que te registras creas tu perfil, cuantas quién y cómo eres, donde te das a conocer, y cómo es y dónde está tu casa. Cuanto más completo y al detalle sea tu perfil mejor, los demás miembros de la comunidad agradecerán el máximo de información posible si te quieren contactar. Una vez que pasas a formar parte de la comunidad, sea en la web que sea, podrás ver las casas de los demás miembros, ya sea en tu propio país o en cualquier otro. Todos los que ofrecen su casa reciben opiniones de quienes se quedan ella y al mismo tiempo opinan también sobre sus invitados, por lo que así, con buenas opiniones, haces que tu perfil genere confianza ante un futuro intercambiador.

Si quieres viajar a Buenos Aires puedes echar un ojo a las casas que hay por allí y si alguna te convence no tienes más que contactar con su dueño, si a él le interesa un intercambio quizá podáis llegar a un acuerdo. Lo mismo puede suceder al revés, quizá alguien de Oslo está interesado en conocer tu ciudad y te contacte proponiéndote un intercambio, y en ese momento tú digas “¿Oslo? ¡Y por qué no!”

Mi casa es tu casa

En el intercambio de casas no hay intercambio de dinero, solo de bienes, por lo que no hay problemas legales. Es como un acuerdo entre amigos. Un pacto que se basa en la confianza y que al igual que tú respetarás las casas de los demás ellos respetarán la tuya. Lo más aconsejable es contactar con la otra persona con la máxima antelación posible, para conocerse bien, entablar una amistad y que así no sea un acuerdo entre desconocidos, sino entre amigos. Las condiciones del intercambio las acordáis vosotros, está bien establecer algunas normas básicas, algo que las webs suelen aportar como requisitos básicos, y a partir de ahí… lo que queráis. ¿Habrá que regar las plantas? ¿Habrá que cuidar de un animal o viajas con tu mascota? ¿Os prestaréis también el coche? Lo creas o no, y aunque suene incluso más delicado, prácticamente la mitad de las personas que intercambia su casa también ofrece su coche para facilitarle el viaje a quienes se quedarán en su casa. Algo así como el house sitting, pero donde todos pueden disfrutar de las casas de todos.

Ventajas y desventajas del intercambio de casas

¿Merece la pena hacer un intercambio de casas? Desde luego es una decisión muy personal, todos le tenemos mucho cariño a nuestra casa como para ponerla en manos de unos desconocidos, pero si te consideras buena persona y crees que en el mundo hay tan buena gente como tú, puede que esto del house exchange sea lo tuyo.

Ventajas del intercambio de casas

  • El alojamiento es gratis, y eso hace que tus vacaciones salgan muchísimo más baratas. Algunas webs te exigen pagar un pequeño importe como registro o verificación, poca cosa comparado con lo que te ahorras en hoteles. Otras te dan la posibilidad de pagar algunos extras si lo deseas, como seguros para mayor tranquilidad.
  • Es cercano, vivirás en la casa de alguien, con sus cosas y su barrio, se esforzarán para que te sientas como en casa y posiblemente te pongan en contacto con su entorno, por lo que serás menos turista y más local.
  • Creas amistades por todo el mundo. Intercambiar tu casa forma lazos muy fuertes y por lo general nacen amistades que perduran en el tiempo, vinculándote aún más con esos destinos.

Desventajas del intercambio de casas

  • La duda. Siempre te quedará ese margen de duda sobre cómo resultará la experiencia. Tanto la tuya, por si llegas a una casa que no es como esperabas, como la de tu casa, por si tus invitados no son tan respetuosos como aparentaban.
  • Seguridad, tanto por incidentes, desperfectos o cancelaciones. Por suerte hoy en día las plataformas que gestionan este tipo de intercambios ofrecen respaldo a quienes utilizan sus servicios, por lo que ante imprevistos las situaciones suelen estar más o menos controladas.

Principales plataformas de intercambios de casas

Cada vez son más las plataformas que gestionan intercambio de casas poniendo en contacto a personas de todo el mundo. Intercambio de Casas y Home Link coordinan intercambios recíprocos, en los que una casa se intercambia por otra, mientras que otras como Knok o Guest to Guest además incluyen sistemas alternativos en las que el intercambio no tiene que ser necesariamente recíproco.

Intercambio de Casas

La web www.intercambiocasas.com es la versión en español de la gigantesca Home Exchange. Cuenta con más de 65.000 casas en 150 países. Ofrece un acuerdo de intercambio para facilitar la comunicación entre ambas partes y evitar malentendidos. El intercambio es recíproco y el registro en la plataforma tiene un precio de 130 € anuales.

Home Link

En www.homelink.org presumen de ser los pioneros en esto del intercambio de casas y sus 65 años de experiencia les avalan. Ofrece un contrato de intercambio y protección ante cancelaciones de último minuto gestionadas por sus representantes locales. El intercambio es recíproco y la suscripción tiene un precio de 115 € por 12 meses, 225 € por 24 meses o 335 € por 36 meses.

Knok

En www.knok.com encontrarás dos tipos de intercambio, o un intercambio directo y recíproco entre dos casas aunque no necesariamente a la vez, o un intercambio indirecto mediante “knok days” en el que al dejar tu casa recibes y acumulas esos “knok days” que podrás utilizar como moneda de cambio para alojarte en cualquier otra casa de la red. Está orientado a familias y para hacerte miembro tienes dos opciones, o pagar una cuota anual de 29 US$ o empezar gratis y pagar 99 US$ cuando encuentres tu primer intercambio.

Gues to Guest

En www.guesttoguest.com encontrarás más de 250.000 casas en 187 países. Ofrece tanto la posibilidad de hacer un intercambio recíproco o uno no recíproco mediante un sistema de puntos, los “guest points”. Consigues esos “guest points” al recibir gente en tu casa, pero también por el mero hecho de inscribirte o al verificar tu cuenta por 25 €. El anfitrión marca el precio de su casa en “guest points” por día, así como una fianza de la que la plataforma percibe una pequeña comisión (3,5%) por servicios de gestión.

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