Bilborock, la iglesia que renació como sala de conciertos, cumple 25 años
Hace 25 años se daban los primeros pasos para dejar atrás el Bilbao industrial y dar paso a una ciudad más acogedora, moderna y con la cultura como uno de los ejes principales. Prueba de ello fue la creación del Museo Guggenheim, que revolucionaría la villa por completo, pero a unos kilómetros del gigante de acero, a un lado del Puente de la Merced, otro emblemático edificio cumple también este 2022 un cuarto de siglo: Bilborock, el convento para monjas de clausura que renació como sala de conciertos.
La iglesia fue levantada en en el siglo XVII, por el arquitecto cántabro Antonio Ortiz de Calina y el artista Francisco de Elorriaga por un precio de 82.000 reales. Más tarde, en el siglo XVIII, fue reformada por los carpinteros José de Recolalde y Pedro de Larrina, quien se ocupó de rehacer el retablo mayor de la iglesia, ya que fue dañado en 1874 durante los bombardeos de la Segunda Guerra Carlista. Perteneció a la Orden de la Merced hasta 1989, cuando el Ayuntamiento de Bilbao la adquirió y la convirtió en propiedad pública.
A partir de 1997 el edificio fue remodelado por la sociedad municipal SURBISA, pasando a ser sede del proyecto “Bilbo Rock-La Merced”. Y así nació Bilborock. Se le dotó de una sala polivalente en la planta baja, y de palcos y coro. Tiene un aforo de 390 espectadores sentados y 500 de pie. Su carácter multifuncional le permite acoger todo tipo de actividades escénicas y musicales, como conciertos, teatro, títeres, cine, seminarios, presentaciones literarias o discográficas, e incluso, desfiles de moda. Cuenta además, con siete salas de ensayo para que los grupos emergentes de la capital y de fuera de ella puedan practicar y aprender música.
“Bilborock representa el modelo de ciudad que queremos, una ciudad joven y dinámica, que apuesta por el talento, la creatividad y el futuro, pero sin olvidar su pasado cargado de historia. Bilborock se ha convertido en un centro de sinergias para la juventud y la producción cultural, especialmente en el terreno musical, pero también en otros ámbitos como el cine, el teatro, la danza, la moda o la producción audiovisual, con una atractiva oferta de espacios de exhibición, creación, ensayo y grabación”, detalla el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.
Desde Robbie Williams hasta el hijo de Fito Cabrales
A lo largo de estos 25 años, se han celebrado más de 2.000 conciertos, en los que han pasado por la sala artistas internacionales de la talla de Robbie Williams, que compartió cartel con The Corrs en la inauguración de la sala, a la que también acudieron los NSYNC de Justin Timberlake y nacionales como Amaral, MClan o Fito Cabrales, vocalista de Fito y Fitipaldis, que recuerda perfectamente cómo comenzó su andadura en la música ensayando con Platero y Tú en esa misma sala. “No había algo parecido a Bilborock, recuerdo que todos ensayábamos en garajes y la creación de Bilborock fue un antes y un después. El caso es que han pasado 25 años y estoy seguro de que en este tiempo la sala se ha convertido en una de las importantes para conocer la cultura bilbaína. Yo he actuado en Bilborock, he ensayado con los Plateros en Bilborock y he visto a mi hijo tocar cuando era un crío ahí. Son recuerdos muy bonitos”, confiesa el artista.
Gran parte de la fama de Bilborock se debe al concurso Pop-Rock Villa de Bilbao, en el que participan año tras año, bandas emergentes de dentro y fuera de Euskadi. En los inicios del concurso, participaron grupos como Yo soy Julio César (primer ganador del certamen), Los Bichos, Platero y Tú, Su Ta Gar, Allnighters, El Inquilino Comunista, Australian Blonde o Zea Mays. Entre las bandas actuales que han participado se encuentran El Columpio Asesino, Sidonie, Audience, The Sunday Drivers o Delorean.
“Hemos descubierto muchísimo talento en esa sala. Es parte de nuestra cultura y tenemos que estar orgullosos y agradecidos. Vivimos en una ciudad llena de salas. El otro día hablaba con Fermín Murguruza y me decía que tenía envidia de Bilbao por esto. Yo espero que se sigan abriendo más salas todavía, que Bilborock esté empezando, que le queden 40 siglos de buena música y lo que espero, de corazón, es no volver a ver cerradas las salas de mi ciudad”, concluye Fito en un mensaje de vídeo enviado con motivo del 25 aniversario de Bilborock, que fue celebrado en un evento que homenajeó a 25 artistas y personas que han hecho posible la historia de la emblemática sala, entre ellas las bandas Doctor Deseo, Zea Mays o el propio Fito Cabrales, además de los organizadores del festival internacional de cine LGBTIQ+, Zinegoak, que anualmente tiene lugar en Bilborock, o las organizadoras de la muestra de cine dirigido por mujeres Zinemakumeak.
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