Este ministro no llega ni al cinco

Pretende el inefable ministro de la Educación y la Cultura situarnos a quienes nos oponemos a su política en defensores de la pereza, del gratis total, de la falta de rigor, del fracaso escolar… vamos, que somos unos irresponsables que nos oponemos al rigor, al esfuerzo, al trabajo bien hecho, la incentivación de la excelencia…

Debemos recordar que la modificación del Decreto de becas y ayudas que ha presentado Wert vino precedida de una modificación, que ya había endurecido – salvo en Euskadi que tiene la materia transferida- de manera unilateral los requisitos al calor de las medidas de recorte que aprobaron en el primer presupuesto de Rajoy y posteriormente por la vía del Real Decreto en abril del año pasado; se puso la nota en 5,5 tanto en FP, Bachillerato como en el acceso a la universidad, y con unos nuevos umbrales de renta para tener opción a beca, acompañado por incrementos de las tasas de matrícula en una media del 16% y en algunas carreras de hasta el 50%... Este ministro que, al parecer, no vio mucha contestación a lo que hizo, se nos ha crecido ahora y se ha venido arriba: plantea un recorte estimado de entre el 30 y el 40% de la inversión en becas , subir la nota para acceso a estudios universitarios a un 6,5 y en cuarto de la ESO a un 6 para cursar bachillerato y un 5,5 para FP de grado superior; plantea que para mantener la beca universitaria se deberá tener aprobado todo en lugar del 80% de los créditos o , en el caso de las ingenierías, en lugar del 65% de aprobado, ahora se exigiría el 85% de los créditos o alcanzar un 6 de nota media. Ha anunciado ahora, tras la bronca de propios y extraños, que rectificará la nota de acceso a becas pero que tiene que hacer cuentas: veremos.

El ministro rezuma clasismo y provoca indignación; ignora al Consejo Escolar del Estado que le ha presentado 28 enmiendas a su proyecto de decreto. No consulta al Observatorio de becas que es el organismo experto a consultar. Desprecia a la Conferencia de Rectores universitarios –CRUE- que le ha pedido la retirada del proyecto porque supone una “pérdida de derechos constitucionales” ya que entre un 30 o un 40% de los actuales becarios corre el riesgo de perder la beca si el decreto se mantiene en los términos que se ha presentado.

Su baluarte ministerial, su fiel secretaria de estado de Educación, Montserrat Gomendio, lo ha dicho con contundencia “es preciso ordenar el mercado, sobran licenciados en Ciencias Sociales y Jurídicas” por tanto, habrá que expulsar de la universidad o no dejar acceder a la universidad a aquellos alumnos que no tengan unos padres solventes económicamente que puedan hacerse cargo del coste de sus estudios aunque no lleguen al 6,5. ¡Qué manera tan peculiar ésta de recompensar la manida cultura del esfuerzo y la excelencia!

La única comunidad autónoma con competencias en esta materia es Euskadi. Ha sido un alivio, por fin, escuchar que se mantendrán en líneas generales los criterios que fijaron los socialistas, por tanto, el cinco será el requisito académico, y los umbrales de renta los mismos que estaban en vigor.

El Gobierno socialista de Patxi López para el curso 2012-13 presupuestó 28,3 millones para las becas universitarias. A saber, 11,8 con cargo al presupuesto de 2012 y 17 millones al de 2013. En el borrador de presupuesto del proyecto de ley, retirado por Urkullu, reducía un 7,3% esta cantidad dejando la cantidad en 26,7 millones para el curso 2013-2014, siendo el crédito de compromiso para el próximo año de 24,4 millones. En otros tipos de becas universitarias como las becas de colaboración para los alumnos del último año de grado, se reducía hasta un 20%, las de rendimiento por excelencia desaparecían, las establecidas para personas con alguna discapacidad se reducían un 15,7%: sólo se mantienen las becas Erasmus. Es decir, que se sigue la estela del recorte de Rajoy, si alguien no remedia. La viceconsejera de Universidades, Itziar Alkorta, nos anuncia ahora que se incentivará con 200 euros el aprobado y la nota media de 9; con esto pretenden hacer olvidar el recorte, amén de la desaparición de las becas de excelencia que, como mínimo, deberían haber respetado hasta el final de las carreras de las personas que accedieron a ellas.

En el caso de las becas no universitarias, también tiene previsto Urkullu un recorte del 3,7% si alguien no lo remedia.

En el Partido Popular al clasismo y a la discriminación le llaman recompensar el esfuerzo e incentivar la excelencia, nos alegra ver que, a pesar de los recortes, el PNV se distancia de esta filosofía.

Sorprende comprobar que este ministro no sea consciente de que un joven para acceder a la universidad debe aprobar el bachillerato en su centro, aprobar la selectividad y obtener la nota de corte de la carrera que ha elegido. ¿No es suficiente criterio académico?

Al poco de llegar al Gobierno el ministro nombró un Comité de expertos para la reforma y mejora de la eficiencia del sistema universitario español. Este comité le entregó su informe el 12 de febrero; entre sus propuestas, una dice así: “Incrementar la inversión pública en becas y ayudas tanto para alumnado de grado como de máster y doctorado para evitar el riesgo de exclusión social y garantizar la igualdad de oportunidades. Nadie con talento debe quedar fuera del sistema por razones económicas. Todo incremento de las tasas debe ir acompañado de la correspondiente subida de las becas. La obtención y la cuantía de becas y ayudas deben ir ligadas a la situación económica del beneficiario; el mantenimiento de la beca, a su rendimiento académico”.

¿Tiene algo que ver con lo que quiere hacer el ministro?.- Conclusión: este señor es un peligro, no se lee ni lo que le preparan sus expertos. Vamos que así no llega ni al cinco.