Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Esperanza Aguirre, la ideóloga de un modelo sanitario que hace negocio
El PP usa el “sentido común” para disfrazar su renovado negacionismo climático
OPINIÓN | 'Privatizacionitis sanitaria: causas, síntomas, tratamiento', por Isaac Rosa
Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Republicanismo cívico frente a las bombas y la sinrazón

El presidente de Alemania, delante del 'Guernica' de Picasso, este miércoles

2

El objetivo de los sublevados estaba claro desde el primer momento. Las instrucciones dictadas por el general Mola desde Navarra los días previos a la sublevación no dejaban lugar a dudas. El golpe debía de acompañarse de una acción represiva de extremada violencia. El acceso al poder por la fuerza debía venir acompañado de la desaparición de todas las instituciones nacidas al abrigo de la Segunda República, así como de la eliminación de todas aquellas personas que hubieran tenido algún protagonismo, por mínimo que fuera, durante aquel periodo democrático. Así, desde el 18 de julio de 1936 republicanos, socialistas, comunistas y nacionalistas pasaron a ser objetivo directo de su maquinaria represiva.

Desde aquel primer momento, las tropas sublevadas, debidamente reforzadas con hordas de voluntarios tradicionalistas -los sanguinarios requetés-, así como de bandas de falangistas, comenzaron una espiral de detenciones, sacas y fusilamientos que no tenían otro objetivo que responder al plan de extermino diseñado desde los cuarteles sublevados las semanas previas al golpe de Estado.

Su plan para eliminar cualquier huella de progreso y apertura se convirtió en una verdadera maquinaria de destrucción. Debidamente respaldado por los fascismos europeos, comenzaron a bombardear sistemáticamente aquellas zonas que, por su lealtad a todo lo que representaba aquella República, se resistían al avance de los sublevados.

Durante toda la guerra fueron constantes los bombardeos. Cientos de pueblos de toda España desaparecieron total o parcialmente del mapa. La zona más castigada, sin lugar a duda, fue la que rodeó el frente de Aragón. En Euskadi, según el atlas publicado por Gogora, entre agosto de 1936 y el mismo mes del siguiente año, fueron bombardeados más de 120 municipios.

Algunos de esos bombardeos pasaron a ocupar un lugar especial en nuestra memoria. Quizá los casos más populares sean los de Belchite en Zaragoza o Gernika, aquí en Euskadi. Ambos casos han pasado a ser el testimonio de la sinrazón de la guerra. En el primer caso, con el silencio y la desnudez de sus ruinas, fosilizadas en el tiempo. En el segundo, gracias a la genialidad de Picasso y el legado de uno de los cuadros más icónicos del siglo XX.

El plan de bombardeo sistemático al que sometió la aviación fascista cientos de localidades situadas en la zona leal a la República, no solo en Euskadi, sino en tantas y tantas zonas de España, respondía, como digo, al deseo de eliminar físicamente, de raíz, cualquier brote de pluralidad, de progreso, de diversidad. Era un bombardeo contra aquellos gobiernos republicanos que tan bien reflejaban la complejidad de aquellas sociedades. Gobiernos de coalición, tanto en España, donde el PNV llegó a formar parte de él junto a las demás fuerzas del Frente Popular, como en Euskadi, donde la diversidad política quedó también claramente reflejada en los diferentes consejeros que lo componían.

Pretender ahora que el Gobierno de España actual, precisamente el primer gobierno de coalición desde aquel otro republicano contra el que se arrojaron tantos miles de bombas pida perdón por la crueldad extrema de quienes quisieron derrocar la democracia por la fuerza de las armas solo puede ser el reflejo de una mirada miope a la historia.

Pretender tender un hilo que vincule el actual Gobierno progresista con el régimen dictatorial, surgido precisamente tras arrasar militarmente con cualquier vestigio republicano, es no saber leer las señales que se nos muestran en el presente.

Hoy vemos cómo la extrema derecha y los restos del naufragio de la derecha trasnochada se alían en diferentes comunidades autónomas para luchar contra todos los progresos alcanzados en las últimas décadas. Precisamente por todo ello, no podemos erosionar las bases democráticas de nuestra sociedad, cuestionar la credibilidad y legitimidad de nuestras instituciones, todas ellas fruto del pacto constitucional de 1978. Todas. Y menos hacerlo arrastrados por oportunismos políticos de corto o nulo recorrido.

Al menos no podemos hacerlo quienes llevamos defendiendo los mismos valores que defendimos entonces. Quienes creemos firmemente en los valores de aquel republicanismo cívico. Quienes sufrimos aquella guerra y la posterior represión. Quienes somos los heredemos legítimos de quienes perdieron una guerra, pero terminaron forjando la libertad.

No. El Gobierno de España no debe pedir perdón. Debe seguir trabajando incansable por ensanchar el horizonte democrático que miles de víctimas de aquella cruel guerra decidieron defender hasta las últimas consecuencias.

Sobre este blog

Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

Etiquetas
stats