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La COVID-19 sube también un 47% en las residencias de Álava y Gipuzkoa y deja tres fallecidos

La residencia de Ariznabarra, en Vitoria

Iker Rioja Andueza

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A falta de que se actualicen los datos de Bizkaia, el territorio vasco con más residencias y usuarios, los reportes de Álava y Gipuzkoa dibujan un nuevo ascenso de la COVID-19 en los centros de mayores. La incidencia ha subido un 47% de martes a martes, de 112 a 165 casos activos. En estas dos provincias los brotes son 19, por 14 de hace una semana. En siete días han muerto a causa del coronavirus tres residentes, dos del complejo DomusVI Ariznabarra de Vitoria y otro de Petra Lekuona en Oiartzun. Según las estimaciones de este periódico, son al menos 1.205 los decesos totales en las residencias vascas.

En Álava, el diputado general, Ramiro González, ha lamentado que se hayan registrado las primeras muertes en seis semanas. Ambas se han dado en la residencia concertada de Ariznabarra, gestionada por DomusVI, aunque la Diputación matiza que “las dos personas tenían diversas patologías previas”. Las muertes se han producido en el hospital. Esta residencia vive en la actualidad su sexto brote en la pandemia y acumula 17 fallecidos, 14 de ellos en la primera ola.

En las residencias alavesas los casos han subido de 57 a 74 entre los usuarios y de 12 a 18 entre los profesionales. De cinco brotes se ha pasado a nueve. En dos casos, Perpetuo Socorro de Rivabellosa y Ascarza (en el pueblo homónimo), hay más de una veintena de infectados. Hace menos de un mes se estuvo a punto de dejar a contador a cero en cuanto a casos de coronavirus, aunque ahora se ha retomado la senda ascendente. No obstante, se insiste en que “la práctica totalidad de las personas tienen únicamente síntomas leves o están asintomáticas”. Dos, por el contrario, permanecen ingresadas pero también se recalca que una “por causas ajenas” a esta enfermedad.

En Gipuzkoa se ha registrado un deceso. La mortalidad en la última oleada es del 2,11% entre los casos que no son activos. Ahora mismo quedan 91 personas contagiadas, que son 36 más en una semana. No hay datos de ingresados pero sí consta que 21 de esos mayores han sido derivados a centros de referencia para procurarles un mejor aislamiento. Son cuatro las residencias que superan la docena de infectados, Petra Lekuona de Oiartzun, Santa Ana de Zarautz, Atsobakar de Lasarte- Oria y San Pedro de Pasaia. Vuelve a tener positivos (de momento diez en los últimos días) el centro de Aretxabaleta GSR Debagoiena, que ya alcanza los 223 en el conjunto de la pandemia. 24 internos murieron por el virus.

Esta subida coincide con un incremento de la positividad entre los mayores de 60 años. Mientras se han dejado de hacer muchas pruebas o de guardar cuarentenas, el virus continúa circulando. Es más, en la última semana han subido un 50% las personas hospitalizadas en Euskadi. Con todo, el consejero-portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, aunque ha admitido mirar de reojo a China o a las zonas de Estados Unidos donde han vuelto a hacer obligatorias las mascarillas, ha indicado que las autoridades sanitarias “valoran positivamente la evolución de los datos” y que se concede “especial importancia” al “descenso de ingresados en UCI y de fallecimientos”. No ha hecho mención alguna a los ingresos en planta. Eso sí, ha enviado un “recado” a los mayores de 60 años, entre los que se encuentra: “Tengamos cuidado en nuestras interacciones sociales. La edad marca una situación de riesgo mayor”.

En un tono similar, el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, ha manifestado en Radio Euskadi que “no hay nada” que invite a pensar que viene una nueva ola, aunque a la vez ha admitido que “se están haciendo menos pruebas” y que los datos de incidencia en menores de 60 años perfectamente podrían ser del doble que la que se conoce porque “muchísimos” casos no se detectan. “El bicho es todavía muy transmisible [...] Ómicron se transmite con la mirada”, ha diagnosticado el 'número dos' de la Sanidad vasca, que ya contradijo en un informe al propio lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando en otoño defendía que en Euskadi se hacían muchos test. Quintas también se ha permitido añadir que no se están cumpliendo las medidas aún en vigor en la hostelería: “Ya no se respeta la distancia y la mascarilla tampoco”.

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