Desalojan el gaztetxe 'okupado' de Hondarribia al no lograr un acuerdo entre jóvenes y la Iglesia, propietaria del edificio
11 meses. Ese ha sido el tiempo que han pasado los jóvenes de Hondarribiko Gazte Asamblada (asamblea de jóvenes de Hondarribia) okupando el Palacio Egiluz, un edificio abandonado en la Parte Vieja del municipio, que es propiedad de la Diócesis de Gipuzkoa y de la parroquia de Hondarribia. En estos meses los jóvenes han convertido el lugar en un gaztetxe o centro social juvenil donde han realizado charlas, talleres y hasta algún concierto. La noticia de que iban a tener que abandonar el lugar la sabían desde hacía tiempo, pero finalmente, este jueves, el desalojo se ha producido.
Durante el desalojo, que ha tenido lugar a primera hora de este jueves 5 de marzo, un grupo de vecinos se ha unido a los jóvenes y se han producido algunos enfrentamientos con la Ertzaintza para evitar que entrasen en el edificio. Finalmente, los efectivos policiales han logrado romper la puerta y desalojar a los jóvenes.
El pasado 29 de abrir se celebró un juicio tras la identificación de tres de los jóvenes 'okupas'. La Iglesia exigía tres euros diarios durante tres meses para los tres, además del pago de las facturas del agua y de la luz y de los costes de la alteración del cercado, y les obligaba a abandonar el palacio. Finalmente, el juez absolvió a los tres jóvenes al considerar que la ocupación no puede ser sancionada porque se trataba de un edificio abandonado, pero aprobó una orden de desalojo.
“Si ocupamos el edificio es porque considerábamos que desde el Ayuntamiento no se cumplía con nuestras necesidades como jóvenes. Desde el año pasado hemos organizado en Egiluz charlas y exposiciones más o menos cada dos semanas, uno o dos talleres por semana... Conciertos no hemos tenido muchos, por respeto a los vecinos”, señaló Urko Iridoy, uno de los integrantes de Hondarribiko Gazte Asamblada en una entrevista al diario Noticias de Gipuzkoa.
El Ayuntamiento de Hondarribia, por su parte, asegura que ha tratado de mediar entre ambas partes, con reuniones y a través de comunicados. El último, enviado el pasado mes de febrero, señalaba que “ha estado y está” en contacto tanto con los propietarios del edificio como con los jóvenes que lo han ocupado y que “se ha ofrecido a intermediar” en caso de que así lo acuerden las dos partes implicadas. Sin embargo, rechazaba la petición que los 'okupas' llevaban trasladándole desde hacía tiempo: la de comprar o arrendar el inmueble y cedérselo a los jóvenes para su uso como gaztetxe. En su lugar, el consistorio propone “la posibilidad de utilizar las instalaciones municipales disponibles en este momento”, entre las que el escrito menciona Psilocybenea, Kultur Etxea y Zuloaga Etxea. Además de la posibilidad de buscar “otros locales municipales adecuados”.
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