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El Día de la Memoria en Euskadi aplaude a la sociedad que denunció en la calle el terrorismo en los 'años de plomo'

Una concentración de Gesto por la Paz tras un asesinato.

Iker Rioja Andueza

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El acto central organizado por el Gobierno vasco por el Día de la Memoria, una conmemoración que cada año se celebra en Euskadi el 10 de noviembre en recuerdo de las víctimas de todos los terrorismos y que nunca desde su creación en 2010 ha suscitado unidad política, ha sido dedicado este año a personas y colectivos que, inicialmente de manera muy minoritaria, salieron a la calle en los 'años de plomo' para denunciar la violencia y no exclusivamente la de ETA. Un documental elaborado por el Instituto de la Memoria (Gogora), que ha sido proyectado, ha mostrado que aquel pacifismo tenía mucho de heroico al revelar imágenes de grupos abertzales mucho más numerosos llamando “terroristas” o coreando “Gora ETA militarra!” a los manifestantes que denunciaban un asesinato.

“La paz no llegó en paracaídas, llegó porque hace 30 años una serie de personas empezaron a movilizarse”, contaba uno de los presentes, Iñaki García Arrizabalaga, hijo de una víctima de los Comandos Autónomos Anticapitalistas e impulsor de movilizaciones hace décadas. “Nos querían echar de la calle como enemigos de su pueblo vasco. Era una dinámica de dos bandos que necesitaban para justificar la violencia. Arrancamos muy pocos, pero en cinco años se nos quedó pequeño Anoeta. [Queda pendiente] Que la izquierda abertzale reconozca el papel que ejerció como base social de ETA, hacía de caja de resonancia”, ha añadido Itzias Aspuru, miembro de la ya extinta Gesto por la Paz de Euskal Herria. También se han visto imágenes de actos contra el terrorismo de Estado: “Si la democracia mata, la democracia muere”.

En el evento, que ha tenido lugar en el salón del trono de la Diputación de Gipuzkoa, su espacio más solemne, ha participado una representación de EH Bildu. La portavoz municipal en Donostia de la coalición abertzale, Reyes Carrere, ha escrito en Twitter que “todas las víctimas, sin excepciones, merecen reconocimiento, reparación y garantías de no reparación” dejando constancia de su presencia en el acto. Quienes no han estado presentes han sido los miembros de la coalición PP+Cs, que entienden que se ha diluido el significado originario de esta jornada al incluir también a víctimas de violencia policial y no solamente a las de los terrorismos.

El lema elegido por el Instituto de la Memoria (Gogora) para el Día de la Memoria de 2021 ha sido 'Bakearen alde egin zenuten guztioi, eskerrik asko!' ('A todas las personas que os comprometisteis con la paz, ¡gracias!', en castellano) y en todo el acto ha estado latente la disquisición de si la sociedad vasca, en su mayoría, se mantuvo silente contra ETA o fue parte activa en la oposición contra la violencia. En el discurso que ha pronunciado, el lehendakari, Iñigo Urkullu, no ha orillado la cuestión: “No se trata de reescribir ni dulcificar la historia, pero sí se trata de poner en valor lo que hicimos. Comparto dos conclusiones: una parte minoritaria de la sociedad vasca justificó, amparó y dotó de base social a la estrategia de utilizar la violencia con fines políticos; y la inmensa mayoría de la sociedad vasca demostró el compromiso con los derechos humanos, la vida y la libertad de las personas”. Aquí, Urkullu ha modificado el discurso que traía preparado para destacar que Euskadi quizás se mantuvo “silente” pero no “silenciada” ante ETA. Y ha enumerado movilizaciones que hubo “desde 1978” y ha recordado que él mismo participó en algunas de ellas. En el acto se han destacado momentos de “inflexión” en la respuesta social como el asesinato de la disidente Dolores González Catarain, conocida como 'Yoyes', la masacre de Hipercor en Barcelona o el secuestro y posterior crimen de Miguel Ángel Blanco, edil del PP en Ermua.

“Eskerrik asko a los movimientos sociales. Fuisteis la punta de lanza, el aldabonazo de nuestras conciencias. Sin vuestro coraje y determinación el camino y el final hubieran sido distintos. Eskerrik asko a cientos de miles de personas anónimas, por sus pequeños gestos y su gran compromiso: alzando la voz con su silencio, portando el lazo azul, recogiendo firmas por la no violencia y el diálogo… Personas que contribuyeron decisivamente al fin de ETA, de la violencia y el terrorismo, a traer la paz y avanzar en la convivencia. Gracias a todas y todos ganamos la batalla, la batalla de la dignidad y la vida, de la deslegitimación de la violencia; la batalla de los derechos humanos, la paz y la libertad; la batalla del respeto, el diálogo, el pluralismo y la diversidad; la batalla de los principios y valores éticos y democráticos”, ha enfatizado el lehendakari.

En el homenaje, arrancado con una interpretación a violín de 'Imagine', John Lennon y clausurado con el 'Txoria Txori' de Mikel Laboa, ha tomado la palabra también la portavoz de la Diputación guipuzcoana, Eider Mendoza. El diputado general, Markel Olano, está confinado por haber contraído la COVID-19. “En los años más duros de la violencia, algunas personas abristeis una brecha. Muchas veces tuvisteis que sufrir falta de comprensión y soledad, incluso violencia y persecución. Fuisteis precursores, avanzadilla de la paz. La sociedad vasca dio la espalda a ETA y ocurrió porque algunos ciudadanos abristeis el camino. Poco a poco conseguisteis movilizar a toda una sociedad”, ha solemnizado Mendoza.

Gogora ha reconocido con un “obsequio conmemorativo” a Bittor Uranga de la Asociación pro Derechos Humanos, a Fernando Sánchez Aranaz de Artesanos de la paz -que no guarda relación con otro colectivo más reciente del entorno abertzale que participó en el desarme de ETA-, a Iñaki García Arrizabalaga -miembro de la Asociación por la Paz de Euskal Herria, de Gesto por la Paz y de Denon Artean-. a Itziar Aspuru de Gesto por la Paz a Iñaki Arzak de Elkarri-Lokarri, a Iñaki Ezkerra del Foro de Ermua a Kepa Korta del movimiento por la paz de Goiherri y a Bienvenido Presilla, del movimiento surgido en torno a Itaka Escolapios de Bilbao. En el acto se ha citado también a Cristina Cuesta como una de las precursoras de la memoria de las víctimas.

Los otros actos y la división

Dos horas antes del acto de Gogora en Donostia se ha celebrado en Vitoria, en el Parlamento Vasco, la tradicional ofrenda floral anual del Día de la Memoria. Allí, sin discursos políticos y en un silencio solamente roto por dos piezas musicales ('Lurraren pean' y 'Agur jaunak') interpretados por la banda de música de la Ertzaintza, cuyos agentes iban con traje de gala y 'txapela' roja, se han concentrado delante la escultura de Cristina Iglesias representantes de cuatro de los seis partidos con representación en la Cámara. A la igualmente tradicional ausencia del PP (ahora en coalición con Ciudadanos) se ha sumado Vox. Entre los presentes, la presidenta Bakartxo Tejeria y de nuevo el lehendakari, así como la vicelehendakari socialista Idoia Mendia, y cargos locales alaveses y vitorianos. El grupo político más numeroso era el de EH Bildu, que luego ha salido a apoyar una concentración de la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat que cada año por estas fechas denuncia que están excluidas como víctimas quienes han fallecido por los desplazamientos originados por el alejamiento de los reclusos. También se ha escenificado con ellos una ofrenda floral, aunque los ejemplares de pétalos blancos han pasado a ser de pétalos rojos.

PP+Cs y Vox han realizado actos alternativos centrados exclusivamente en las víctimas del terrorismo. Los 'populares' llevan años acudiendo a un monolito con los nombres de los asesinados por ETA a las afueras de Vitoria, frente a la comisaría principal de la Ertzaintza. “Mejor solo que mal acompañado”, ha clamado el líder 'popular', Carlos Iturgaiz. “Con Bildu estaríamos muy mal acompañados, sería todo una farsa”, ha abundado para lamentar a continuación que “otros partidos” estén “con quienes humillan a las víctimas en esas poses”, en referencia a la participación abertzale en el Parlamento.

Según declaraciones recogidas por Europa Press, el representante de la ultraderecha Jorge Buxadé ha considerado que los actos institucionales equiparan a las víctimas con los verdugos: “Eso pasa por ese pacto entre [José Luis Rodríguez] Zapatero y la banda, esa hoja de ruta que hemos conocido en las últimas semanas, de la cual tenía conocimiento el señor [Mariano] Rajoy y que Pedro Sánchez está ejecutando de forma sistemática con la colaboración de [Fernando] Grande-Marlaska, a través de la concesión de beneficios penitenciarios, el acercamiento de presos a las Vascongadas sin que ninguno de ellos haya colaborado en el esclarecimiento de esos 379 asesinatos sin resolver”. Vox ha contado con la presencia de José Antonio Ortega Lara, miembro del partido y que estuvo más de 500 días secuestrado por ETA.

El Gobierno de España adelantó al 9 de noviembre su acto por el Día de la Memoria, organizado en colaboración con el Memorial de Vitoria pero en Irún. Sin la presencia de EH Bildu, puso el acento en denunciar la situación que vivieron miles de personas amenazadas y recopiló algunos testimonios, como el de la edil del PP en Andoain Asun Guerra. El delegado del Gobierno, el socialista Denis Itxaso, denunció el “estigma” y la “soledad” de estas personas, fuesen políticos, policías, de la judicatura o periodistas. Itxaso ha participado ya este miércoles en los actos del Ejecutivo vasco, como es la norma cuando gobiernan los socialistas en España. El Día de la Memoria se ha completado con actos de ámbito local en Bilbao o Irún.

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