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EH Bildu cree que “no se puede llamar pacto de salud a algo que rechazan los representantes de los trabajadores”

El líder de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano.

elDiario.es Euskadi

Bilbao —

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El portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Pello Otxandiano, ha advertido de que “no se puede llamar pacto desSalud a algo que cuenta con el rechazo de prácticamente todos los representantes de los trabajadores de Osakidetza”. En concreto, solamente el SAE, la octava fuerza en las últimas elecciones sindicales, ha suscrito el acuerdo. En este sentido, ha criticado que han prevalecido “las prisas por cerrar el proceso”.

Otxandiano ha hecho balance este domingo, a través de su blog, de lo que califica como el “no-pacto de salud”, en cuya mesa de trabajo se cerró el pasado viernes el documento final, con 24 líneas estratégicas, para acometer ahora una nueva etapa, de seguimiento. EH Bildu no apoyó el acuerdo pero sí desea estar en la nueva fase.

Para el portavoz parlamentario de EH Bildu, “el principal escollo del pacto de salud ha sido la manera en que se ha planteado la relación público-privada”. En este sentido, considera que “no se ha blindado la Sanidad pública de manera suficiente frente al ánimo de lucro”, razón “fundamental” por la que su formación “no ha suscrito el pacto”, informa Europa Press.

Otxandiano incide en que, aunque “se ha dicho de forma reiterada que el texto recogía el compromiso de no exceder el 6% de nivel de concertación con la Sanidad privada y que eso era suficiente para acreditar el compromiso con la no privatización”, el propio diagnóstico de la mesa “reconoce que es un indicador difuso, porque se desconoce qué es exactamente lo que computa”. De este modo, remarca que la relación de Osakidetza con el sector privado “va mucho más allá” de los conciertos del Departamento de Salud.

Según destaca, las cuentas del Gobierno vasco de 2025 reflejan “una tendencia hacia la privatización” ya que “el gasto dirigido a la concertación sanitaria ha crecido un 9,1% con respecto al año anterior, el dirigido a la concertación sociosanitaria un 47% desde 2023, el presupuesto para cubrir las derivaciones ha pasado del 4,4% al 6,5% desde el ejercicio anterior al presente”. Asimismo, advierte de que, en los últimos años, se han producido “procesos de privatización de servicios no sanitarios pero sí críticos” como el centro logístico de Iurreta, “ahora paralizado” pero que se desconoce “qué va a pasar de cara al futuro”.

Por otro lado, plantea que “las vías por las que el ánimo de lucro va a poder avanzar en la prestación del servicio de salud van a ser variadas”. En este sentido, señala que hacer frente a las listas de espera “por medio de derivaciones” como “práctica habitual” supondría “ahondar en la dependencia del sistema público con la sanidad privada”. También cree que “sobran razones para recelar” teniendo en cuenta el contexto en el que se va a desenvolver la Sanidad pública en los siguientes años porque “Europa camina hacia el 5% del PIB en defensa, lo cual solo se puede realizar recortando servicios públicos”, entre los que la Sanidad es el más costoso. Eso se produce en un marco de envejecimiento de la población que va a requerir un aumento de la inversión pública en sanidad para “mantener los estándares de calidad”.

La digitalización, junto al uso del dato, es otro de los factores que, a su entender, va a “propiciar nuevas posibilidades para que el ánimo de lucro encuentre nuevos espacios en la prestación del servicio de salud”. “La presión para reducir la inversión pública o no aumentarla en proporción al envejecimiento de la población va a estar muy presente. El riesgo de profundizar en la dualización del sistema sanitario (una sanidad pública devaluada y una sanidad privada con cada vez más receptores) que ya se está produciendo es muy real”, insiste.

Para Pello Otxandiano “ni es suficiente con un solo indicador, ni los partidos de Gobierno están en disposición de pedir que la sociedad haga un acto de fe y confíe en la buena voluntad de los actuales y futuros gobernantes”. Por ello, opina que “el compromiso con la Sanidad pública debe acreditarse de forma taxativa, con la suficiente concreción y sin ambages: hay que cerrar el paso al ánimo de lucro y profundizar en la autosuficiencia de la sanidad pública”.

Con ese objetivo, recuerda, EH Bildu realizó una enmienda al texto relativo a la relación público-privada para reforzar el sistema público que planteaba inventariar la prestación de servicios, incluyendo contratos, conciertos, convenios, subvenciones y otros instrumentos; y evaluar cada contrato con el sector privado para la provisión de servicios. También apostaba por crear un marco integrado por la administración, colegios profesionales, representantes de trabajadores y de usuarios que analice y apruebe las situaciones puntuales, “debidamente justificadas”, de externalización de servicios; realizar un plan de integración de servicios tanto estrictamente sanitarios como complementarios que deban ser provistos directamente por el sector público, con un cronograma para “su publificación progresiva”; y fortalecer la capacidad pública de planificación, organización y contratación.

Desatar el nudo Gordiano

El parlamentario de EH Bildu insiste en que la relación público-privada, “el nudo gordiano” de la mesa, requería “un ejercicio pausado de análisis y debate”, pero “no se ha querido hacer” porque “las prisas por cerrar el proceso y anunciar un pacto han prevalecido sobre las condiciones que la mesa debía propiciar para desatar el nudo gordiano de forma adecuada”. Otxandiano, en cuya opinión “hoy no hay pacto de salud” aunque el Gobierno sí lo ha suscrito con otras organizaciones como PP, Confebask, universidades o colegios profesionales, recuerda que EH Bildu sólo suscribió 11 de las 24 ponencias votadas en la mesa el viernes, mientras que rechazó ocho y se abstuvo en cinco, y “el voto fue contrario” en relación a la adhesión “al pacto que engloba las 24 ponencias”.

Más allá de la postura de la que es “la segunda fuerza en el Parlamento Vasco con 27 escaños”, considera “no se puede llamar pacto a algo que cuenta con el rechazo de prácticamente todos los representantes de los y las trabajadoras de Osakidetza”. “Algo se ha hecho mal en la mesa si todos los sindicatos entienden que el compromiso con la sanidad pública no es lo suficientemente claro”, insiste.

En todo caso, precisa que EH Bildu está dispuesta a seguir participando para “hacer seguimiento de la implementación de los consensos alcanzados y seguir profundizando en las cuestiones que generan disensos, que son de gran calado, no solo en lo que se refiere a la relación público-privada, también en aquellas que guardan relación con la cartera de servicios o la política de personal”. Finalmente, apela a “retomar el espíritu inicial de este ejercicio colaborativo, desvirtuado en la última fase, y conformar un espacio de análisis y debate de rigor”. “Algo que en ningún caso puede suplantar al Parlamento. Aquí hay un Gobierno con mayoría absoluta que debe gobernar y una oposición que debe hacer su trabajo”, concluye.

Antes, el portavoz del PNV, Joseba Díez Antxustegi, había mostrado su “decepción” por “la falta de un compromiso claro con la salud” de EH Bildu, a quien le ha achacado que “no ha estado a la altura” para acordar, aportar y sumar al pacto. Díez Antxustegi ha recriminado a la coalición abertzale que “no vale la ambigüedad, ni perderse en juegos de palabras” como lo es, a su juicio, querer seguir en la mesa tras asegurar no estar de acuerdo con el pacto. “Si nos preocupa la salud tenemos que tener un compromiso claro con la salud y [EH] Bildu no lo ha tenido”, ha zanjado.

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