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Biurrun no es una 'mirla blanca', señores de Podemos

Garbiñe Biurrun decidirá "pronto" si va a ser candidata a Lehendakari de Podemos Euskadi

Aitor Guenaga

“Yo soy la de siempre, claro”. La frase es de la magistrada tolosarra Garbiñe Biurrun (Tolosa, 1960), el objeto de deseo de Podemos Euskadi desde hace mucho más tiempo de lo que la gente cree. Y en sí esa frase es toda una declaración de intenciones y si me apuran un aviso a navegantes. Lo que la presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco no es, desde luego, es un 'mirlo o mirla blanca' de la política. Ni una advenediza en la cosa pública. Y la actual dirección de la formación morada en el País Vasco -su secretaria general, Nagua Alba, el de Organización, Lánder Martínez, y el hombre fuerte de la Ejecutiva y conexión directa con la dirección nacional, Eduardo Maura- lo ha podido comprobar a las primeras de cambio, tras la oferta realizada hace dos semanas para que Biurrun sea su candidata a lehendakari.

Ni se calla, ni se va a dejar silenciar, decida o no encabezar la plancha de un partido que, pese a sus crisis internas, tiene el viento soplando fuerte de popa y unas expectativas electorales al alza en la comunidad autónoma. Es Biurrun y no Podemos la que está midiendo los tiempos de la decisión sobre la oferta de la actual dirección del partido morado, algo que tiene previsto anunciar en breve. Fue ella la que, por sorpresa, se sinceró en una tertulia en Euskadi Irratia hace ahora justo diez días. Entonces afirmó: “Hace más o menos un mes, Podemos concluyó su proceso interno para elegir a la dirección, y ahora sé que quieren que yo sea candidata. En estos momentos, es mi decisión, y la respuesta tendrá que ser pronto, ya que, tal como está el panorama político, creo que voy a tener que dar pronto una respuesta”.

Para ella fue “como una liberación”, según ha confesado, después de que su nombre llevara semanas y semanas en los mentideros y en los medios de comunicación como posible candidata del partido de Nagua Alba.

Y de nuevo en otro formato de tertulia televisiva, también en euskera, la magistrada Biurrun debatió con Lander Martínez sobre un asunto que ha sido el eje del discurso de Podemos en los últimos meses: la necesidad de que el cambio llegue a Euskadi, algo que pasa de manera inexcusable por “quitar al PNV” del Gobierno vasco, en palabras repetidas hasta la saciedad por Nagua Alba. Un planteamiento que está en el ADN de la actual dirección, que al difundir el pasado 2 de febrero su candidatura a dirigir el partido en el proceso de primarias tras las dimisión de Roberto Uriarte lo dejó por escrito en el manifiesto fundacional de Aurrera Begira: “Tenemos que ser capaces de construir y liderar una alternativa más amplia y potente, capaz ante esta oportunidad histórica de acabar definitivamente con las prebendas de la casta vasca parapetada en las instituciones y que tiene como máximo exponente al PNV”.

Biurrun no comparte esa idea de echar al partido que dirige Andoni Ortuzar como eje de acción política en el País Vasco. Y así se lo espetó a la cara al dirigente Lander Martínez, primero, y lo volvió a repetir 24 horas después en ETB: “No soy partidaria de desplazar a nadie, pero vuelvo a insistir en que el mensaje de echar al PNV me parece negativo, no me parece correcto”.

La actual dirección prefiere soslayar y poner sordina a esas diferencias y tampoco ha puesto plazo a la magistrada para que dé una respuesta definitiva a la oferta que tiene encima de la mesa de manera oficial desde el viernes 8 de abril. Pero la idea de que Biurrun fuera el cabeza de cartel de Podemos en el País Vasco nació muchos meses antes y de la mano de la anterior dirección en Euskadi, liderada entonces por su secretario general Roberto Uriarte. Fue precisamente esa Ejecutiva la que en julio pasado planteó a la magistrada tolosarra encabezar la lista de Podemos en Euskadi para las elecciones generales del pasado 20 de diciembre. La propuesta era firme y contaba con los parabienes del propio Pablo Iglesias, según fuentes conocedoras de la 'operación Biurrun'. La magistrada, al igual que ha hecho ahora, agradeció que el partido se hubiera fijado en ella y en el perfil que representa para encabezar las listas vascas. Pero entonces rechazó la oferta para el 20D.

Aunque en esa misma comida, la propia Biurrun dejó la puerta abierta a ser la candidata a lehendakari por la formación morada. Cosas de la vida: fue precisamente la confección de las listas para los comicios generales lo que suscitó la crisis entre la dirección de Uriarte y el equipo encabezado por el ya defenestrado secretario de Organización, Sergio Pascual. Un grupo de “generales mediocres” con políticas “aparateras”, en palabras de Uriarte, en las que la plurinacionalidad y el respeto a las realidades nacionales que se defendía hacia afuera no se aplicaba puertas adentro organizativamente hablando. Una decisión, la de cesar a Pascual, que “por desgracia, la solución ha llegado tarde para Euskadi, donde va a ser muy difícil revertir el daño causado, no sólo en las personas, sino también en la convivencia interna de la organización”, como defendía el propio Uriarte en este periódico en un articulo publicado este fin de semana.

La magistrada fue militante de Euskadiko Ezkerra (partido que llegó a tener 124.000 votos en Euskadi y nueve escaños en el Parlamento vasco 1986 en lo que fue su mejor resultado), fundadora de Jueces para la Democracia en el País Vasco, activa militante de Gesto por la Paz, de Lokarri y cercana más tarde a Izquierda Unida. Ha querido también jugar un papel activo en el proceso del final de ETA y pidió permiso en 2014 al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para compatibilizar su cargo con el de miembro de la Comisión para el Proceso de Paz impulsada por el Foro Social. Pero el Consejo se lo denegó al entender que compatibilizar ambos cargos “comprometería su independencia” como magistrada.

Su perfil de mujer con un diáfano y militante discurso feminista, vasquista, muy crítica con el terrorismo de ETA pero, a la vez, defensora de una política flexible con los presos de la organización terrorista y de su acercamiento a prisiones vascas, ha terminado por conformar una figura independiente, con una tremenda proyección mediática que puede llenar la saca morada de votos de un lado y del otro del espectro político vasco.

Biurrun sabía, tras la conversación de verano, que el tema de su posible candidatura iba a volver a estar encima de la mesa. Y se lo está tomando muy en serio, sopesando firmemente dar el paso, pero valorando también los inconvenientes de una decisión que le obligaría a cerrar una etapa de su vida en los tribunales. Y el PNV, que conocía desde hace muchos meses el interés de Podemos por la figura de la magistrada guipuzcoana, valora que es una candidata que puede morderles electoralmente. El último Euskobarómetro ya revelaba que, aunque el gran damnificado por la irrupción de Podemos era IU, junto a EH Bildu y el PSE, los morados también suma votos de los abstencionistas (16%), del PNV (7%) y de nuevos votantes (6%). Y una candidata tan conocida y con un perfil más trasversal que el resto de los candidatos puede llegar también a rebajar las buenas expectativas electorales que las encuestas le otorgan ahora mismo a Íñigo Urkullu.

La fecha para responder a Podemos la ha puesto ella y asegura que no hay ni “presión, ni urgencias” por parte de la dirección del partido de Nagua Alba. Lo previsible es que Biurrun lo anuncie esta semana, tal vez con una nota de prensa a los medios para que todo el mundo conozca su decisión a la vez.

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