España y Portugal eligen la frontera de Badajoz para la reapertura oficial el día 1

El rey Felipe VI y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, reabrirán oficialmente la frontera luso-española el próximo miércoles 1 de julio en un acto en el que también estarán presentes los respectivos jefes de Gobierno, Pedro Sánchez y António Costa.

Fuentes de la Presidencia de Portugal han confirmado a la agencia Efe la celebración de este acto que, según el semanario portugués 'Expresso', se celebrará en el punto fronterizo de Caya/Caia con Badajoz, uno de los puntos más transitados entre ambos países.

Se reabrirá así la frontera luso-española, la más larga de Europa, que permanece cerrada desde el 17 de marzo ante la expansión del coronavirus.

Desde entonces solo se permite el paso por nueve puntos designados a nacionales y residentes del país de destino, transporte de mercancías y trabajadores transfronterizos.

Imprudencia

La cuestión de la reapertura generó hace días malentendidos, después de que la ministra española de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, anunciase que el 22 de junio reabrirían las fronteras terrestres entre ambos países, algo que posteriormente fue aclarado para apuntar como fecha definitiva el 1 de julio.

El Gobierno portugués dijo entonces que estaba “sorprendido” por estas palabras y que había pedido “aclaraciones” a Madrid, antes de subrayar que buscaba una reapertura en coordinación “estrecha” con España.

Según reveló posteriormente el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la fecha del 22 de junio se estaba hablando pero no estaba decidida, y la ministra Maroto se “adelantó”.

Portugal comenzó el pasado 1 de junio la tercera y última fase de su reactivación, si bien la región de Lisboa y Valle del Tajo permanece con algunas restricciones hasta el próximo lunes tras detectar varios focos de contagio en la periferia capitalina.

Actualmente Portugal registra 1.505 fallecidos y 36.180 contagiados por coronavirus; desde hace varios días notifica más infecciones que España, el doble, y también más fallecidos; en el primer caso no obstante y en términos relativos con arreglo al número de habitantes, la tasa lusa es inferior, pero no así la de muertes (en la última jornada siete defunciones por cero de España).