La comunidad musulmana de la región no siente rechazo y alaba la actitud de la población
Los musulmanes residentes en Extremadura, unos 7.000, asisten preocupados y “horrorizados” a la escalada terrorista en Europa cometida en nombre del Islam, pero confiados sin embargo en la buena convivencia entre comunidades que ha funcionado hasta ahora en la región, donde los practicantes de esa religión no han notado en estos días problemas salvo algún hecho aislado.
Es la visión que expresa Zouhair El Fezzaoui, residente en Badajoz y portavoz de las comunidades islámicas de Extremadura, dentro de un análisis que señala a la falta de educación, las traducciones interesadas del Corán, y a los problemas de integración social y laboral los brotes de violencia surgidos entre jóvenes europeos de religión musulmana que abrazan la práctica de los grupos islamistas y están dispuestos a suicidarse matando a la vez a otras personas.
En una entrevista ayer en Canal Extremadura TV, explicó que al igual que el resto de españoles y europeos les horrorizaron los atentados de París, y sienten el mismo temor de que se repitan. Un terrorismo que “no tiene nada que ver con el Islam, que es convivencia y pacto, y esos extremistas y criminales hacen todo lo contrario”.
A raíz de los asesinatos de París del viernes 13 únicamente ha salido a la luz como reacción en Extremadura el intento de quemar con unos cartones la puerta de la mezquita de Don Benito, horas después de los ataques a la sala de fiestas y restaurantes parisinos.
“Yo no he tenido ningún problema, tenemos una buena convivencia con los vecinos, la relación es buena entre la mezquita y la vecindad, y la población extremeña ha llevado los incidentes de París de la mejor forma posible; solo ha habido hechos aislados, percances en algunas personas”, hechos que ha preferido no comentar.
Falta de integración
El Fezzaoui achaca a tres cuestiones principales la seducción que sienten algunos jóvenes europeos por los grupos radicales y terroristas. A la pluralidad de conflictos y muertes extendidos por el mundo, que atraen a más adictos; a la ignorancia del árabe, “que es necesario para interpretar correctamente el Corán y sus enseñanzas”, y a la falta de integración sociolaboral que en gran parte está originada por una falta de instrucción.
Los musulmanes que se hallan integrados en la vida extremeña rechazan el simple nombre acuñado de “terrorismo islámico” puesto que es poner un apellido que a ellos les duele como seguidores del Islam, a los asesinatos cometidos por unas personas en su nombre. “También se usa mal la palabra yihadismo, yihad es solo esfuerzo, esforzarse en algo, y no existe la guerra santa como concepto”.
En opinión del portavoz de las comunidades islámicas de la región para acabar con el Estado Islámico de Siria/Irak es necesaria la cooperación entre Oriente y Occidente, sin la cual “no se puede ganar la guerra”, y combatir las ideas con otras ideas. “Las primeras víctimas de Daesh/Isis son los propios musulmanes, además ese movimiento surgió de Al Quaeda, cuyos militantes fueron asesinados por el Daesh”.
Zouhair El Fezzaoui apunta que el núcleo del problema está en Siria/Irak, y es donde hay que actuar, pero no solo con las armas. Entiende la reacción de Francia tras el ataque puesto que “todo país tiene derecho a defenderse” pero eso “no tiene por qué afectar a la población civil, sin embargo las bombas francesas han matado a civiles sirios”.
“Solo las armas no valen contra el Daesh, entiendo ese recurso pero todo pasa por arreglar primero el conflicto sirio, y para ello es necesario que se salgan de él las potencias, países y grupos que están interviniendo, y que lo único que consiguen es alimentar el conflicto”.