Los Negritos de San Blas sacan a bailar sus danzas ancestrales por Montehermoso
La zorrita, El ama del cura, El mumbrú o La culebra, son algunas de las 17 danzas ancestrales que bailarán “Los Negritos de San Blas” de Montehermoso, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional que data del siglo XVI.
Los Negritos reúne a miles de visitantes, dispuestos a disfrutar de los ritmos callejeros de siete danzarines que se pintan la cara de negro y bailan durante las fiestas al son de antiguas danzas. La leyenda, trasmitida generación tras generación y aceptada por toda la población de Montehermoso, cuenta que este pintoresco grupo era una familia muy pobre de siete miembros que todos los años por San Blas acudía a la localidad a pedir limosna a cambio de interpretar danzas que gustaban mucho entre los vecinos.
Y así sucedió año tras año hasta que el grupo, una vez agotado su repertorio, decidió tiznarse la cara con corcha quemada para volver y evitar así ser reconocidos por los habitantes del pueblo. Pero éstos se percataron del engaño y, en contra de lo esperado, en lugar de reprenderles les invitaron a volver cada año por las mismas fechas.
Interés Turístico Regional
Declarada de Interés Turístico Regional desde 2005, la fiesta comenzará el 2 de febrero, festividad de las Candelas, cuando “los negritos, todos hombres vestidos con su tradicional indumentaria, irán a buscar a los mayordomos para ir después hasta la iglesia de San Sebastián y a la ermita del santo para bailar.
En este evento, “los negritos” van acompañados también por el conocido como “palotero”, que porta los palos que los danzarines tiznados usarán en sus bailes y que va disfrazado de una forma distinta, con un sombrero que imita la mitra de San Blas y porta además unas castañuelas de corcha que no suenan.
Durante la noche se celebrarán “Las Candelas”, donde la tradicional procesión de “La Velá” de San Blas recorrerá las calles. La comitiva, al son del tamborilero y acompañada de los bailes de “los Negritos”, con las caras sin tiznar pasará por las ermitas de San Sebastián y San Bartolomé.
Asimismo, a primera hora de la mañana del 3 de febrero, festividad de San Blas, el tamborilero recogerá al “palotero” y uno a uno al resto de “Los Negritos”, que irán ataviados con el traje tradicional de gala por ser el día del santo.
Todos se dirigirán a casa de los mayordomos, donde harán el ritual de tiznarse las caras de negro con corcha quemada. Cuando las campanas comiencen a sonar, “los negritos” y mayordomos se encaminarán a la ermita del santo y, al finalizar la liturgia, sacarán al santo y le rendirán honores con sus bailes.
La imagen del santo recorrerá en procesión las calles hasta la Plaza de España, en la que se volverán a repetir las danzas y se trasladará a San Blas a la iglesia del pueblo, donde se quedará durante unos días. El resto del día, “negritos” y mayordomos recorrerán el pueblo, pedirán la “maná” y venden los cordones, que los vecinos anudan a sus cuellos para proteger sus gargantas.