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La azucarera de Mérida, paralizada ante la pasividad de la Junta de Extremadura

Recreación de la planta azucarera de Mérida

Santiago Manchado

Mérida —

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Hace siete años que Mérida espera que se instale en su término municipal una planta azucarera que supondría un revulsivo industrial en términos económicos y de empleo. Sin embargo, este proyecto, promovido por el grupo de Emiratos Árabes Al Khaleej Sugar, no llega a concretarse a pesar de las facilidades que hasta ahora han puesto sobre la mesa las administraciones, tanto el Gobierno central como la Junta de Extremadura y el ayuntamiento.

De hecho, la azucarera ya tendría que estar en marcha, según las previsiones iniciales, pero los plazos se han ido posponiendo hasta llegar a la situación actual, cuando parece que la empresa ha dado prioridad a otro proyecto similar al de Mérida que quiere levantar en Egipto. Pero de forma oficial no se sabe nada.

El alcalde de la capital extremeña, Antonio Rodríguez Osuna, no tiene información al respecto , ni de los promotores ni de la Junta, que tampoco se ha puesto en contacto con los empresarios para conocer si persiste el interés por invertir en Extremadura. “Nosotros nos lo hemos encontrado parado y no tenemos información”, ha asegurado este martes la portavoz del Ejecutivo regional, Victoria Bazaga, que, además ha justificado esta indiferencia: “Como organismo oficial no podemos mete prisa ni pedir explicaciones, que no tienen [los empresarios] por qué darlas”.

Sin embargo, esta actitud de la Junta es diametralmente opuesta a la que el pasado octubre mostró con otro proyecto empresarial, aunque en Badajoz, que finalmente tampoco se hará realidad por el momento. Entonces se conoció que la multinacional Amazon no abriría las instalaciones que construyó en la plataforma logística pacense porque no lo consideraba viable económicamente. El consejero de Economía, Guillermo Santamaria, se reunió con la empresa para conocer sus planes y la portavoz de la Junta aseguró entonces que se trabajaba “para que esas instalaciones se abran cuanto antes”. Y añadió: “No les quepa la menor duda de que vamos a hacer todo lo posible para que abra y cuanto antes Amazon”.

Esta postura ha sido criticada de forma velada por el alcalde emeritense, que se ha preguntado si desde que PP y Vox accedieron al Gobierno de la Junta de Extremadura se han interesado por alguno de los proyectos industriales de Mérida o siquiera han llamado a los promotores para interesarse. Según Rodríguez Osuna, en cuanto a la azucarera, el ayuntamiento solo la declaró de utilidad pública para poder aplicar después exenciones a las licencias municipales, pero el suelo industrial de ExpacioMérida es de titularidad de la Junta de Extremadura, que, además, es la administración responsable de autorizar el proyecto.

Alfombra roja para un proyecto industrial

Al Khaleej Sugar se fijó en 2017 en Mérida para invertir 400 millones de euros en una planta azucarera que conllevaría la creación de 200 puestos de trabajos directos y beneficios indirectos en la agricultura y el sector del transporte. Para ello reservó 60 hectáreas en el polígono ExpacioMérida y consiguió que las distintas administraciones extendieran una alfombra roja a esa inversión.

El ayuntamiento declaró el proyecto de utilidad pública en noviembre de 2017, que se traducía en la posibilidad de obtener desgravaciones y bonificaciones fiscales, y en el verano se 2021 se firmó una declaración de intenciones entre la promotora y la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, para acelerar la puesta en marcha de esta iniciativa. De hecho, en noviembre de 2022 la empresa consiguió 120 millones de euros de financiación pública de la Comisión del Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP).

En ese momento, Al Khaleej Sugar indicó que las obras comenzarían en el primer semestre de 2023, pero justo hace un año, la Junta de Extremadura tuvo que prorrogar por 24 meses más la declaración de impacto ambiental del proyecto, que ya recibió su primer visto bueno ambiental en 2017.

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