Las gasolineras piden a la Junta que regule el sector ‘low cost’ para evitar despidos
El presidente de la Asociación Regional de Estaciones de Servicio de Extremadura (Aresex), Fernando Mena, ha pedido a la Junta la regulación del sector para asegurar que “haya un mínimo de personal” en la atención a los usuarios, pues el fenómeno del “low cost” pone en peligro los puestos de trabajo.
Mena ha extrapolado a su sector el anuncio del cierre de la mina de Aguablanca como consecuencia de la caída del precio, lo que provocará la pérdida de unos 400 empleos, para asegurar que la ausencia de una regulación que fije unos mínimos de atención al cliente y unos precios de los carburantes “por debajo del euro por litro” impiden competir en igualdad de oportunidades. Frente a las gasolineras que sí tienen empleados para atender a los clientes, como las de Aresex, están las “desatendidas”.
Así Mena ha explicado que los empresarios del sector tienen contratados a numerosos trabajadores y que, por esta circunstancia, no pueden competir con las empresas que no los tienen. “No podemos competir si, al final, cada uno hace lo que le parece con el low cost”, ha dicho Mena, quien ha añadido que “habrá que prescindir de personal”. De hecho, ha expuesto que el desembolso en sueldo y Seguridad Social de un trabajador ronda los 20.000 euros, por lo que “si no se puede competir frente a las desatendidas, al final habrá que despedir”.
“Esto ya está ocurriendo porque no se puede mantener al personal”, ha remarcado. Por ello, ha reclamado a la Junta de Extremadura que regule el sector para que, que, al menos, haya una persona que esté presente en las estaciones de servicio. Aresex agrupa a unas 80 de las 400 estaciones de servicio que se ubican en Extremadura.
También ha señalado que los niveles de venta en las estaciones de servicio se mantienen y que los precios de los carburantes están por debajo del euro por litro. En Extremadura, las ventas de las estaciones de servicio afiliadas a Aserex “han bajado un poquito” con respecto al año pasado, aunque no ha precisado las cifras. Asimismo, ha añadido que “se ha notado el céntimo sanitario”, pues desde que el 31 de diciembre Castilla y León suprimiera ese impuesto, repostar en esa región es mucho más barato.
“Esto lo notan mucho los camioneros que trabajan en la Ruta de la Plata y los que vienen de Madrid, donde los carburantes son mucho más baratos que los de Extremadura”, ha añadido el máximo responsables de Aresex.