Extremadura no necesita un AVE
El pasado 9 de septiembre escuchamos por enésima vez a un político, es este caso Pedro Sánchez, afirmar que Extremadura necesita el AVE. Pero ¿lo necesitamos los extremeños?
1. Construyendo una nueva vía convencional (220 km/h), Badajoz estaría a menos de dos horas y media de Madrid(*). Con el AVE se ganaría media hora. Así que la pregunta que debemos hacernos es, en primer lugar ¿cuánto estamos dispuestos a pagar por esa media hora? El coste por kilómetro de AVE es de aproximadamente 15 millones de euros, el triple que el de vía convencional. Así pues, esa media hora nos sale por unos 2.500 millones de euros. Piensen en las cosas que se pueden hacer con ese dinero.
2. Una segunda cuestión es el uso. El número de viajeros en relación a la población en el AVE Madrid - Valencia es del 0,4%. Esto es, el 0,4% de los habitantes de Madrid y Valencia utilizan cada día el AVE (para hacerse una idea, las líneas de cercanías mueven a diario a cerca del 10% de la población sólo de Madrid). Así que la segunda pregunta es si realmente queremos gastarnos ese dinero en que el 0,05% de los extremeños (unos 600 al día) lleguen media hora antes (menos todavía si viajan desde Cáceres) a Madrid (o viceversa).
3. Por último, según Fernando López Rodríguez, de la Universidad de Extremadura, las vías de alta velocidad extremeñas no podrán utilizarse para el transporte de mercancías, por lo que desde el punto de vista de la exportación de nuestros productos, resulta una obra absolutamente inútil, que se hace a expensas del desarrollo ferroviario que realmente necesita nuestra región.
Así pues, no parece que haya muchas razones para defender el AVE y, entonces, ¿por qué ese interés? Hay dos razones fundamentales. En primer lugar, no debemos despreciar la falta de inteligencia de nuestros responsables políticos, que han dado ya muestras sobradas de su escasísima capacidad para comprender la realidad y para afrontar los problemas de nuestra comunidad. El hecho de que después de 35 años de autonomía sigamos estando a la cola de Europa y dependientes de los fondos para regiones más desfavorecidas, lo dice todo. Así que es posible que opinen honestamente que es una buena idea.
La segunda razón responde a la pregunta básica de toda investigación: ¿quién se beneficia? Los principales usuarios del AVE serán políticos, altos funcionarios, profesionales liberales; nuestra clase alta. Los precios del AVE son de todo menos populares. En cierto sentido, el AVE no es más que una expropiación de los recursos de los pobres para hacer más cómoda la vida de los ricos.
Extremadura necesita un tren, un tren que vertebre la región de norte a sur y que la una con Madrid, Sevilla y Lisboa, un tren asequible que nos permita reducir nuestra dependencia del coche, un tren que pueda transportar los productos de nuestras empresas y hacerlos más competitivos. Extremadura necesita un tren, no un AVE.
(*) Todos los datos de este artículo están sacados de ADIF, el INE y Ferropedia. Los datos sobre coste del AVE y de las vías convencionales son aproximados porque dependen crucialmente de la orografía.