Los parasoles de ganchillo de Valverde de La Vera dan el salto a Madrid
A Felisa Cañada Tejedor y a Leonardo de Padua les separan 85 años de vida pero les une su afición por el ganchillo. Entre uno y otra hay hasta 40 vecinos de Valverde de La Vera de todas las edades que forman parte del proyecto Tejiendo La Calle, una iniciativa que desde el año 2013 convierte la localidad extremeña de la comarca de La Vera en un pueblo especial.
Ocurre hasta el punto que el proyecto ha sido elegido para ser mostrado en la XII Semana de la Arquitectura de Madrid, como uno de los 10 seleccionados entre más de 100 por el proyecto Architectus Omnibus?, respaldado por los institutos Cervantes y Goethe, que se exhiben en el espacio Arquerías de Nuevos Ministerios hasta el 15 de diciembre. Cada una de esas propuestas se presenta en un expositor cuadrado que permite que viajen hasta otros destinos, como ya pasó antes cuando Tejiendo la Calle voló hasta Berlín.
Ahí, en esa especie de cajas, es donde se exponen algunos de los parasoles tejidos en Valverde, además de imágenes del desarrollo del proyecto y la instalación que cada agosto tiene lugar en esta localidad de La Vera extremeña, y que consiste en hacer parasoles gigantes de ganchillo pero utilizando plástico en lugar de hilo, bolsas de la compra o de basura que se transforman en grandes tiras que son tejidas tanto por pequeñas manos como por otras más veteranas que acumulan muchos años de darle a la aguja.
El resultado son unos enormes paneles de colores que cada mes de agosto se colocan en las calles de Valverde de La Vera para alegrar el pueblo durante sus fiestas y dar la bienvenida a viajeros y vecinos que regresan; también, para amortiguar el calor. Además, por la noche se iluminan para marcar el camino hacia la plaza, centro neurálgico de las noches estivales.
Un trabajo de todo el año
Tejiendo La Calle es un proyecto desarrollado por la arquitecta de Valverde Marina Fernández, a través de la Asociación Cultural y Juvenil La Chorrera, en el que colaboran el Ayuntamiento valverdeño y la Diputación Provincial de Cáceres.
“La presentación en Madrid ha sido especialmente emotiva, puesto que las propias tejedoras y más vecinos de Valverde han podido compartir su experiencia de primera mano con los asistentes al evento y sentir reconocido el trabajo realizado por instituciones culturales de tanta relevancia como son el Goethe y el Cervantes”, indica. “Este reconocimiento nos anima a prestar más atención y cuidado a Valverde, mejorar el proyecto y seguir trabajando con ilusión en equipo, al tiempo que nos demuestra cómo iniciativas locales pueden tener una trascendencia mayor”.
Aparte del sorprendente efecto estético la importancia del proyecto está, también en la capacidad que ha tenido a la hora de unir a generaciones distintas de valverdeños, algunos con residencia fuera de la localidad, en torno a la recuperación de una tarea tan tradicional como es el ganchillo. Los parasoles se tejen durante todo el año, y una vez al mes se celebran reuniones en la plaza de Valverde para mostrar cómo va el trabajo, qué va haciendo cada uno y para que los más avezados enseñen a los primerizos.
¡Quién le iba a decir a Felisa, a Leonardo, Candela, Hiba, Rosario, Purificación… que su trabajo se expondría en Berlín y Madrid junto a la obra de artistas de vanguardia!
