Un proyecto para Colombia une a la cooperación portuguesa y extremeña, hasta ahora de espaldas
No tiene sentido buscar socios en otros países de Europa cuando estamos tan cerca, y además hay una larga historia de colaboración local transfronteriza. Es la idea que ha llevado al portugués instituto Camoes, y a la agencia extremeña de cooperación internacional (Aexcid), a presentar en Bruselas, y conseguir su aprobación, un programa de 3,5 millones de euros para desarrollar un proyecto en Colombia. En vez de ‘de costas’ (de espaldas), asociados.
Se trata de llevar a cabo durante tres años un programa de “normalización” de las víctimas de la violencia en ese país en un tiempo en que, por ausencia del Estado acción del Gobierno, algunos territorios estuvieron en manos de las fuerzas armadas revolucionarias (FARC), y la población sufrió desplazamientos, asesinatos y presiones; su modo tradicional de vida agrícola se vio transformado por las plantaciones de cocaína.
Es la primera vez que el instituto luso de cooperación Camoes (también lo es de la lengua portuguesa, como el instituto Cervantes de la española) y Extremadura se lanzan a colaborar complementando experiencias como la que los portugueses tienen en territorios lusófonos con antiguos conflictos bélicos, como Angola y Mozambique, con la que la Aexcid regional posee en países latinoamericanos y en otras materias distintas.
Así lo explica Ángel Calle, director de la Agencia de Cooperación Internacional al Desarrollo.
“Lo que hacíamos hasta ahora por separado España y Portugal vamos a poder hacerlo conjuntamente en un tercer país; ello están especializados en trabajos agrícolas y tienen experiencias de paz tras conflictos armados en África, y nosotros en cooperación y feminismo”.
La Aexcid, junto con la Cooperación Portuguesa y varias entidades de Colombia, participará en este primer proyecto del fondo fiduciario de la UE para la paz en en ese país americano. La acción cuenta con 3.500.000 euros y beneficiará al departamento de Caquetá.
9.000 beneficiarios
El proyecto ‘Territorios Caqueteños Sostenibles para la Paz’, cuya ejecución comenzará en enero próximo y durará tres años, prevé beneficiar con iniciativas agrícolas y agroindustriales a 2.500 campesinos, y con infraestructura vial, productiva y social a 6.500 habitantes.
Según Calle la idea es trabajar en atención y promoción de las víctimas priorizando a las mujeres; en sostenibilidad ambiental, porque “muchos van a volver a sus lugares” y hay que poner tierras a disposición de ellos con ese criterio, transformando antiguos cultivos de drogas a otros de alimentación y una agricultura más sensata y ecológica.
En definitiva la inclusión de toda esa población víctima de la violencia del pasado en “un proyecto normal de paz”.
Después de un recorte presupuestario del 40% durante el Gobierno del PP 2011-2015 según Calle, la cooperación “se está recuperando, esto es objetivo, recortaron todo lo que pudieron y más, y tras resolver esa malherencia recibida hemos sido capaces de proyectarnos en una nueva línea de colaboración”.
Gestiones con Andalucía
La consecución de ese proyecto europeo en Colombia es fruto según el responsable de la cooperación regional de un trabajo de dos años con mucha presencia en Bruselas y Lisboa, pero solo un primer paso ya que han comenzado gestiones con la agencia andaluza de ayuda internacional para un proyecto a tres “y seguir proyectándonos en algún país africano”.
Con el trabajo y la experiencia que proporcionarán estos tres próximos años y el empleo de 3,5 millones de euros, la Aexcid “coge dimensión”. “Qué hacíamos”, se pregunta Calle, “con micropequeñas intervenciones en varios países, cuando podemos ir coordinados en programas mayores y diferentes”.
Con motivo de este proyecto los movimientos sociales –oenegés- extremeños se han unificado con otros portugueses. Ha habido cursos de formación, intercambios de visitas, y se trata ahora de que esos movimientos se proyecten conjuntamente y por su cuenta ante la Unión Europea, con el aval del Camoes luso y la Aexcid extremeña.
“Ya era hora de incorporarnos a la cooperación europea y con nuestros socios naturales que es Portugal”. Hasta ahora países como Italia, o comunidades como Cataluña y País Vasco, se llevaban la gran tajada de esos fondos comunitarios de ayuda.