Extremadura mantendrá las restricciones en Semana Santa pero se reforzarán las medidas de control

Finalmente, si la situación se mantiene estable, Extremadura no endurecerá las restricciones de cara a Semana Santa, con lo que se mantendrán el toque de queda a las 23 horas y los aforos, además del cierre perimetral de la comunidad, según ha explicado este miércoles el consejero de Sanidad. José María Vergeles, tras la reunión del Consejo Interritorial de Salud.

En esta cita, que reúne al Ministerio de Sanidad con los consejeros autonómicos del ramo, también ha participado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha explicado que la Policía Nacional y la Guardia Civil realizarán un esfuerzo adicional esta Semana Santa para velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias y evitar que estos días se traduzcan en un repunte de casos que traiga consigo una cuarta ola de COVID.

En el caso de Extremadura, Vergeles ha indicado que se hará hincapié en el control de reuniones y fiestas en casas de campo y parcelas. Además, en los próximos días se reunirá con la federación Extremeña de Municipios y Provincias (Fempex) para solicitar a los alcaldes que cancelen cualquier actividad prevista para el Lunes de Pascua, que es festivo en un buen número de localidades.

Estabilización

El consejero ha señalado que es pronto para conocer las consecuencias de puente de San José en la incidencia acumulada, pero la flexibilización de medidas que se pusieron en marcha antes de esos días “parece ser que no ha tenido una excesiva repercusión”. Pero preguntado por dónde podría dirigirse un posible endurecimiento de las medidas en Extremadura, Vergeles ha apostado por la limitación de aforo en los espacios públicos interiores “porque la experiencia por la variante británica nos ha enseñado que la transmisión del virus por aerosoles en muy importante”.

Extremadura ha tomado la decisión de mantener las restricciones a pesar del repunte de la incidencia acumulada a los 14 días, que es de 92,91 casos, pero otros indicadores -como que la tasa a 7 días esté en 44,21 casos, la velocidad de crecimiento medio y de crecimiento potencial- “nos permiten predecir que la tendencia será o a la estabilización o al descenso de estas cifras”.

No obstante, hay situaciones concretas que preocupan a Sanidad. Al cierre perimetral de Vilanueva de la Serena y de sus entidades locales menores, que entra en vigor este jueves, se puede unir próximamente el de otras. El titular extremeño de Sanidad ha informado de que en el caso de Malpartida de Cáceres se está a la espera de conocer los resultados del cribado que se está realizando en la localidad. También se está analizando la situación de Arroyo de la Luz porque los indicadores predicen un incremento de la incidencia que ya está en torno a los 300 casos. A estos municipios se une la “vigilancia estrecha” en las ciudades de Badajoz y Cáceres.

Nueva normalidad

El consejero de Sanidad también ha anunciado que, aunquie se mantengan las restricciones del nivel de alerta 3, Extremadura ha bajado a nivel de “nueva normalidad”, por debajo del uno. Esto se debe a que se están haciendo muchos cribados que dan una positividad inferior al 3 %, muy por debajo del 5 % que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), y a que los brotes son muy estudiados y dan una trazabilidad muy alta.

La tercera razón es que el diagnostico precoz gracias a los cribados hace que las tasas de ingreso hospitalario en planta y en unidad de cuidados intensivos (UCI) sean las más bajas de todo el país.

Vergeles ha insistido mucho en la importancia de los cribados, con una tasa de 1.967 pruebas por cada 100.000 habitantes, por los 1.503 a nivel nacional, y ha subrayado que hasta el 96 % de los asintomáticos se está detectando de forma muy precoz. Esto permite hacer un seguimiento de los positivos en su domicilio, sin estar hospitalizados, otro indicador en el que Extremadura está mejor, según ha expuesto.

Además, ha abogado por acometer el otro gran logro, además de hacer aflorar el virus, aislar los brotes, y ha comentado que en algún área la variante británica supone ya el 94 % en algunas áreas de salud.