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La gramola del siglo XXI tiene acento extremeño

Jesús Conde

Era un aparato que formaba parte de la identidad de fiestas y guateques. El público elegía las canciones que quería escuchar gracias a la gramola, aquella máquina a la que el paso del tiempo desterró de los bares.

Una costumbre perdida que dos extremeños han reinventado, hasta conformar una gramola del siglo XXI. La idea de Luiki Calderita y Alberto Andújar es la de recuperar el sistema. Aunque claro, con los retoques tecnológicos que les ha aportado haber pasado por la Escuela Politécnica de Cáceres, donde nació la idea.

Elije tu canción, desde el móvil

El programa, único en el mundo, permite a la clientela de un bar seleccionar los temas que quiere escuchar. Pero sin discos y grandes 'aparatejos'. Porque la nueva gramola funciona a golpe de ‘Twitt’, desde el teléfono móvil. Escribiendo un mensaje en la red social, en el bar que está conectado al sistema suena el tema.

El proyecto se llama PlayMyHit PlayMyHit y ya funciona en establecimientos de Cáceres y Majadas. Un invento con acento extremeño que ya tiene detrás a muchas personas interesadas.

La idea del tocadiscos del siglo XXI se torna un elemento 'democrático', porque es el público el que decide qué se escucha en el bar. Y por lo tanto son ellos los que crean el ambiente del establecimiento, y no al revés.

Pero además es un sistema que lleva al público a interactuar. Porque la música tiene la magia de evocar emociones y recuerdos propios, de modo que cuando suena el tema se inician interesantes conversaciones al calor de la barra del bar, destaca Luiki Calderita.

La idea original consistía en mandar una canción desde un teléfono inteligente haciendo uso de la wifi, algo que evolucionó hacia un producto más avanzado.

Al final, y tras darle muchas vueltas a una experiencia de robótica que fuera útil, Luiki pensó --mientras escribía su tesis doctoral-- , en la posibilidad de mezclar tecnologías que aparentemente no tienen nada que ver para crear la gramola virtual.

Se trata de un proyecto consolidado, aunque como todo en este mundo estos jóvenes emprendedores necesitan el respaldo de algún gigante de las nuevas tecnologías que ‘apadrine’ y les permita seguir creciendo.

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