¿Quién pagará estas rondas?

Una semana antes del consejo de Gobierno extraordinario celebrado en Don Benito, el consejero Iván Redondo visitó la sede en la que se iba a realizar, ordenó dejar libres tres aulas del Centro de Formación Agraria y encargó comprar alfombras rojas, plastificar paredes, colgar frases poéticas… en fin la parafernalia habitual. Luego, cuando todo acabó, un vehículo del Parador de Mérida les llevó a los consejeros en Don Benito un copioso catering (para malestar de los hosteleros locales, por cierto).

Y entre unos y otros hechos, tuvo lugar el Consejo de las rondas y los anuncios.

Hubo una catarata de medidas, anuncios, comentarios y declaraciones altisonantes. Lo más sorprendente tal vez fue la afirmación de la vicepresidenta de que a ocho meses de las elecciones el Gobierno había cumplido ya el 100% de sus compromisos. Tal cual. Con más paro, con los salarios más bajos, con más contratos basuras, con más deuda, con más impuestos, con recortes brutales en sanidad… y resulta que el Gobierno ya ha cumplido el 100% de sus compromisos. Pues menos mal.

Y entre los grandes anuncios, unos caramelos para las grandes ciudades gobernadas por el PP, especialmente Cáceres, Badajoz y Don Benito.

En Don Benito, sede del evento, el bombón fue un nuevo hospital con una inversión prevista de 122 millones de euros en una superficie de 15 has cedidas por el Ayuntamiento. Pero resulta que esos terrenos ni siquiera disponen aún de la calificación urbanística necesaria para llevar a cabo esa obra. En tres años y medio tal vez no hubo tiempo de preparar esos papeles. De modo que con un poco de buena voluntad y celeridad ese hospital podría contar con un proyecto, una primera piedra y una rotonda de entrada antes de las elecciones; días después, en los Presupuestos, esa fastuosa inversión de 122 millones de quedaba en la cifra de 4,3 millones para 2015. Este Gobierno por tanto pasa al siguiente una herencia de unos 118 millones de euros, un rato antes de las elecciones.

En Cáceres y Badajoz, con las rondas sucede exactamente igual. En ambos casos se licitarán e iniciarán obras, habrá primera piedra y foto con los alcaldes, se ejecutarán seis, siete o diez millones y quedarán para los próximos cuatro años otros 60 millones.

Sería aconsejable poner tope a estos desmanes propagandísticos. Se han hecho antes y se repiten ahora. Mal antes, mal ahora. La gente está un poco cansada de engañifas de este tipo. Si hay dinero se hacen obras, se invierte, se ejecutan. Si no hay fondos, se priorizan las acciones de Gobierno, pero invitar en plan rumboso a varias rondas y dejar la factura para que la pague el siguiente, tiene un nombre muy feo.